Los grelos de Galicia disponen ya de un registro definitivo como indicación geográfica protegida (IGP), tras la aprobación de su reglamento y el nombramiento del consejo regulador. Una vez obtenido el visto bueno de la Comisión Europea (CE), este producto cuenta con el reconocimiento definitivo de calidad.
El consejo regulador de la IGP Grelos de Galicia, elegido con carácter provisional, controlará la calidad de los vegetales amparados, defenderá el producto, aplicará y vigilará su reglamento. El Instituto Galego de Calidade Alimentaria (Ingacal) se encargará del control y certificación de los productos, mientras que la tutela administrativa corresponderá a la Consellería de Medio Rural de la Xunta de Galicia.
Los grelos amparados por la IGP tienen un color verde intenso y una textura fibrosa con un sabor algo ácido. El área de producción de esta hortaliza ahora protegida abarca la totalidad de los municipios de la comunidad gallega.
