Pajitas de cartón: ¿una alternativa sostenible y segura para nuestra salud?

Las pajitas de cartón se fabrican con pulpa de papel, pero para hacerlas más resistentes suelen recubrirse con sustancias químicas como los PFAS, que pueden afectar nuestra salud
Por Sonia Recio 16 de agosto de 2024
Pajitas de cartón riesgo salud
Imagen: rodgersm222
Un estudio de la Universidad de Amberes (Bélgica) plantea dudas sobre la seguridad de las pajitas de cartón para nuestra salud. Los investigadores detectaron sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) en 27 de las 39 marcas analizadas. Según la Agencia Europea de Medioambiente (AEMA), estos químicos sintéticos están vinculados a problemas de salud graves. Pueden provocar daños hepáticos, enfermedades tiroideas, cáncer, obesidad y afectar a la fertilidad.

En julio de 2021, España y otros países europeos prohibieron la fabricación de pajitas de plástico para mitigar el impacto ambiental de los plásticos de un solo uso. Aunque algunos establecimientos todavía utilizan su stock existente, hoy en día es raro encontrar un lugar en el que sirvan una bebida con una pajita de plástico. La mayoría de los bares y restaurantes han optado por eliminarlas o reemplazarlas por pajitas de cartón, más ecológicas y, en teoría, más seguras para el medio ambiente y la salud.

Pajitas de cartón, ¿de qué están hechas?

Las pajitas de cartón se fabrican a partir de pulpa de papel, obtenida de la madera, una materia prima renovable. Esta pulpa se procesa para crear tiras de papel; luego se recubren con un adhesivo apto para alimentos y se enrollan en espiral para formar un tubo. Una vez que el adhesivo se seca y las pajitas toman forma, se cortan a la longitud deseada. Pueden personalizarse con colores, patrones o logotipos, según las necesidades del cliente.

Para mejorar su resistencia y capacidad para repeler el agua, muchos fabricantes añaden PFAS en las pajitas de cartón. Estos compuestos, conocidos como «químicos eternos» porque no se degradan y se acumulan en el medio ambiente, incluyen sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, que pueden tener efectos negativos en la salud humana.

Pajitas de cartón y no de plástico
Imagen: PicsbyAnnyk

Las pajitas pueden ser tóxicas, según investigadores

Un equipo de investigadores la Universidad de Amberes ha revelado que las pajitas de papel podrían ser más peligrosas de lo que se pensaba. En el estudio, publicado en la revista Food Additives and Contaminants, analizaron 39 marcas de pajitas de distintos materiales—plástico, papel, vidrio, acero inoxidable y bambú—disponibles en el mercado belga. Los resultados mostraron que las de papel eran las que más PFAS contenían, aunque estos compuestos se encontraron en casi todas las pajitas, excepto en las de acero inoxidable.

Si bien los PFAS se añaden durante la fabricación de las pajitas para hacer que sean hidrófugas, los investigadores señalan que estos compuestos también pueden estar presentes desde el inicio de la cadena de suministro, debido al uso de materias primas contaminadas.

Los PFAS fueron detectados con mayor frecuencia en pajitas de origen vegetal, como las de papel y bambú, lo que plantea dudas sobre su biodegradabilidad. “La presencia de PFAS en pajitas de origen vegetal demuestra que no son necesariamente biodegradables y que su uso podría contribuir a la exposición humana y medioambiental a estos compuestos”, advirtieron los expertos.

Alternativa a las pajitas de plástico
Imagen: Alexas_Fotos

Alternativas a las pajitas de cartón

No nos desanimemos, podemos disfrutar de una bebida con pajita al mismo tiempo que protegemos el medio ambiente y nuestra salud. En el mercado hay alternativas sostenibles, como las que mostramos a continuación:

🥤 Pajitas de acero inoxidable

Son duraderas, reutilizables y fáciles de limpiar, perfectas para uso doméstico. Los paquetes suelen incluir un cepillo de limpieza y una bolsa para su transporte. Son aptas para el lavavajillas, lo que simplifica la eliminación de residuos de bebidas o alimentos.

🥤 Pajitas de bambú

Elaboradas a partir de bambú, un material sostenible, resistente y duradero. Son biodegradables, lo que las convierte en una alternativa ecológica a las pajitas de plástico. Además, su aspecto rústico y natural aporta un toque distinto a las bebidas.

🥤 Pajitas de vidrio

Estas pajitas son frágiles y requieren un manejo cuidadoso para evitar roturas, no son aptas para los más pequeños de la casa. A pesar de su delicadeza, su diseño transparente y limpio hace que sean ideales para aquellos que buscan un aire sofisticado y sostenible en las bebidas.

🥤 Pajitas de silicona

Son flexibles, reutilizables y seguras para niños. Tienen un diámetro mayor que el de las pajitas convencionales. Al igual que las de acero inoxidable, las de silicona incluyen un cepillo para facilitar su limpieza. Puedes encontrar modelos curvados, rectos y en diferentes tamaños.

🥤 Pajitas comestibles

Están fabricadas con ingredientes naturales y comestibles, como pasta, arroz, fibras vegetales o azúcar. Una vez terminada la bebida, puedes comerte la pajita, eliminando así cualquier residuo. Algunas pueden ablandarse rápidamente al entrar en contacto con líquidos, lo que hace que sean menos duraderas.

¿Cómo afectan los PFAS a nuestra salud?

La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) y la Agencia Europea de Medioambiente (EEA) describen los PFAS como un grupo de más de 4.700 compuestos químicos sintéticos usados en muchos productos y procesos industriales.

Comenzaron a utilizarse en la década de 1930 y se popularizaron en los años 40 y 50. Los PFAS se pueden encontrar en seres vivos, así como en aguas superficiales, subterráneas y regiones remotas del planeta.

Los humanos estamos expuestos a los PFAS, que tienen efectos negativos en la salud. Según la ECHA y la Agencia de Protección Ambiental de EE UU (EPA), actualmente se sabe que los PFAS pueden:

  • Causar problemas de reproducción, como disminución de la fertilidad y aumento de la presión arterial en mujeres embarazadas.
  • Provocar problemas en el desarrollo infantil, incluyendo bajo peso al nacer, pubertad precoz, alteraciones óseas y cambios de comportamiento.
  • Incrementar el riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el de próstata, riñón y testículo.
  • Afectar el sistema inmunológico, reduciendo la capacidad para combatir infecciones y la efectividad de las vacunas.
  • Alterar el sistema hormonal.
  • Aumentar los niveles de colesterol y el riesgo de obesidad.
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