Primer brote de gripe aviar en España

La confirmación del primer animal infectado por el virus H5N1, esperada desde hace tiempo por la comunidad científica, no presupone impacto sanitario alguno
Por José Juan Rodríguez Jerez, Universidad Autónoma de Barcelona 7 de julio de 2006

Era sólo cuestión de tiempo que se detectara en España la presencia de un animal infectado por gripe aviar. La confirmación de un ánade muerto por el virus H5N1, pese a formar parte de la cepa altamente patógena, no cambia la situación ni afecta a las explotaciones avícolas. Las distintas administraciones deben aplicar los protocolos de prevención previstos para evitar que el virus entre en contacto con aves de granja y de ahí salte a humanos. Las primeras medidas se han tomado ya de inmediato.

La aparición de un caso de gripe aviar en España era un hecho esperable. De acuerdo con todas las indicaciones de evolución de la enfermedad y de las características del territorio español, que apareciera un ave infectada era tan sólo cuestión de tiempo. Los resultados confirmados por el Laboratorio Nacional de Referencia de Algete, según los cuales el ave, un somormujo lavanco, estaba infectado por el virus H5N1, no ha causado sorpresa, por tanto, entre la comunidad científica y, en particular, en la veterinaria.

La confirmación oficial, por tanto, no cambia nada. Ante lo esperado de la situación lo que se impone es implementar las medidas ya previstas de modo que se efectúen los controles adecuados para prevenir la extensión de la infección.

Medidas esenciales

La primera medida a tomar es, de acuerdo con los protocolos, delimitar la zona afectada y establecer medidas estrictas de control en granjas u otras instalaciones, incluidas las de autoconsumo, que puedan estar en áreas limítrofes. El Departamento de Agricultura vasco ha establecido ya una zona de protección de unos tres kilómetros en los humedales de Salburua, cerca de Vitoria, y un radio de vigilancia intensiva de unos 10 kilómetros para el control de granjas e instalaciones de autoconsumo.

El objetivo fundamental que se persigue con este primer paquete de medidas es no sólo limitar la propagación de virus, sino evitar que pueda entrar en la cadena alimentaria y, todavía más importante, impedir que el virus llegue a los humanos, no tanto porque exista un riesgo de transmisión directa, sino por pura prevención y control de riesgos.

Conviene recordar que, hoy por hoy, no se ha verificado que exista transmisión directa entre personas y que todos los casos descritos en humanos se relacionan con la manipulación de animales enfermos, especialmente con sus vísceras y con la sangre, durante su sacrificio. Por otra parte, se sabe también que a la temperatura de cocción el virus se inactiva.

Por tanto, se ha de dar el supuesto de que el animal esté enfermo, que sea sacrificado y además manipulado. Esta situación en nuestro mercado de carne no es posible, salvo en granjas familiares donde se críen aves para autoconsumo. Los controles actuales impiden el paso de animales potencialmente afectados a los consumidores.

A pesar de estar todo controlado, ¿puede hacerse algo más? Desde un punto de vista preventivo pueden instaurarse medidas adicionales. Lo primero es controlar los humedales, es decir, aquellos lugares en los que las aves salvajes suelen anidar y crear colonias. De este control se puede extraer información de la existencia del virus, su tipo y la capacidad infectante.

Además, es aconsejable confinar las aves de corral en el interior de las instalaciones para evitar el riesgo de contagio a partir de animales salvajes. Esta medida, regulada ya en grandes explotaciones, es especialmente importante para quienes crían aves para su consumo privado. Para estos animales existe riesgo de contagio y puede haberlo para sus propietarios si no toman las medidas adecuadas. En el caso de la producción intensiva, este es un problema menor, puesto que ya hace tiempo que se están teniendo en cuenta medidas especiales de prevención.

Otros animales

Ya es conocido que los gatos es otra de las especies que puede contribuir a la diseminación de la infección. Por lo tanto, se trata de animales que necesitan un control especial. En este sentido, la convivencia de gatos o de animales domésticos en las cercanías de las granjas de aves se va a hacer complicada.

Los gatos son animales independientes que buscan su comida en el caso de que no la tengan cerca. Habitualmente, si están bien alimentados no suelen cazar por su cuenta. Sin embargo, cuando no tienen comida, cazan roedores y aves. Si un gato caza o come un animal infectado lo podrá transmitir a las granjas cercanas. Por consiguiente, es necesario extremar el control de estos animales, especialmente si están abandonados o no tienen un dueño conocido, puesto que en caso contrario estaremos ante un potencial portador.

RIESGO PARA LA POBLACIÓN

Como se ha comentado al inicio, el riesgo para la población en nuestro país es prácticamente nulo. Los productos derivados de ave están controlados, los animales que se sacrifican están sanos y no se ha detectado caso alguno de infección.

Además, el riesgo por el consumo de carne o huevos contaminados por el virus también es nulo. Hoy por hoy, por tanto, la cuestión se reduce a una infección animal que debe ser controlada como problema económico. Los departamentos de agricultura de las diferentes comunidades autónomas han desarrollado sistemas eficaces de control desde hace tiempo, que deberán ser aplicados adecuadamente.

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