Químicos de la Universidad de Almería diseñan un método que detecta de forma rápida antibióticos en la miel

Afirman que algunas mieles pueden contener restos de los fármacos usados para tratar a las abejas, aunque esto no supone un riesgo
Por EROSKI Consumer 7 de mayo de 2009

La revista «Journal of Agricultural and Food Chemistry» se hace eco de un método desarrollado por un equipo de químicos de la Universidad de Almería (UAL) para detectar la presencia simultánea de 17 antibióticos en la miel en menos de 10 minutos, señaló el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC). Y es que en algunas mieles pueden quedar restos de los fármacos que se emplean para tratar las enfermedades de las abejas, apuntan los investigadores.

«El método desarrollado permite la determinación simultánea de varias clases de residuos de antibióticos (macrólidos, tetraciclinas, quinolonas y sulfonamidas) en mieles», explica Antonia Garrido, autora principal del estudio y responsable del Grupo de Investigación Química Analítica de Contaminantes de la UAL. Para ello los científicos han utilizado conjuntamente la cromatografía de líquidos de ultra eficiencia, una técnica que permite separar los componentes de la muestra, acoplada a espectrometría de masas, con la que se identifican simultáneamente hasta 17 antibióticos.

«El desarrollo de estos métodos multiresiduo es de gran utilidad ya que permiten con un solo análisis determinar la presencia de distintos grupos de antibióticos en una muestra”, subraya Garrido. Además, el tiempo del análisis cromatográfico es inferior a 10 minutos, «lo que posibilita su utilización en laboratorios de rutina».

«Tolerancia cero»

La investigadora recuerda que la actual legislación europea establece una política de «tolerancia cero» respecto a la presencia de residuos de antibióticos en la miel, por lo que métodos analíticos como el propuesto ayudan a determinar esos compuestos a los niveles más bajos posibles. Así, la técnica desarrollada por los químicos de la UAL permite detectar concentraciones de entre 0,1 y 1 microgramos por kilo de miel, dependiendo del tipo de antibiótico.

Los investigadores aplicaron el método en el análisis de 16 muestras de miel. Los resultados del estudio reflejaron que en tres de las muestras quedaban restos de los antibióticos que se utilizan para tratar las enfermedades de las abejas. Una de las muestras contenía 8,6 microgramos de eritromicina por kilo de miel, mientras que en otra se detectaron trazas de sarafloxacina. Este antibiótico, junto a restos de tilosina, sulfadimidina y sulfacloropiridazina, también apareció en otra muestra.

Si bien las bajas concentraciones de antibióticos detectadas «no suponen un riesgo directo para el consumidor», el uso excesivo o indebido de estos productos veterinarios podría afectar a la seguridad alimentaria, advirtió la investigadora.

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