Entrevista

Aitor Zabalgogeazkoa, director general de Médicos Sin Fronteras

La respuesta de Japón a la catástrofe ha sido masiva
Por Azucena García 6 de abril de 2011
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Imagen: MSF

Médicos Sin Fronteras trabaja allí donde se registra una emergencia. Por este motivo, tras el desastre natural ocurrido en Japón, su equipo en el país nipón se ha hecho cargo de la atención a las víctimas con los recursos disponibles. No se ha realizado ninguna petición extra de fondos ni se aceptan donativos porque la entidad recurre en estos casos a las aportaciones regulares de los socios y los donativos al fondo de emergencias propio. Pero además en este caso las autoridades japonesas han respondido de manera masiva e inmediata, al contrario de lo sucedido en Haití, “un país al borde de la quiebra cuando lo sacudió el terremoto”, explica el director general de Médicos Sin Fronteras, Aitor Zabalgogeazkoa. Ahora preocupa un posible accidente nuclear, pero ya se ha movilizado a la red de MSF para recabar información y prepararse ante un eventual siniestro. Sobre la capacidad de respuesta de MSF si ocurriera un desastre natural en España, Zabalgogeazkoa afirma: “En MSF España estamos preparados igual que lo han estado los compañeros de Japón para responder a esta catástrofe”.

¿Ha colaborado MSF España en la asistencia a las personas damnificadas tras el terremoto y posterior tsunami registrados en Japón?

Los equipos de Médicos Sin Fronteras que han atendido a las víctimas del terremoto y el tsunami son profesionales japoneses. MSF movilizó de inmediato equipos de evaluación y se interviene allí donde hemos identificado cómo era necesario intervenir. La respuesta de Japón a esta catástrofe ha sido masiva: se estima que 250.000 efectivos se han movilizado solo en las Fuerzas de Autodefensa, además de otros contingentes médicos. Dada esta respuesta, y dada la capacidad de MSF Japón, que envió equipos a la zona siniestrada de inmediato, no ha sido necesaria la intervención de otras secciones de MSF.

¿Los ciudadanos españoles pueden colaborar a través de MSF España?

“Nuestra intervención es limitada, basada en clínicas móviles y distribución de bienes de primera necesidad”

La respuesta de las autoridades japonesas ha sido enorme y rápida y, por parte de MSF, nuestra intervención es limitada, basada en clínicas móviles y distribución de bienes de primera necesidad en las localidades más apartadas. De momento, no se prevé ampliarla. Por este motivo, en España no hemos hecho ninguna petición extra de fondos ni aceptamos donativos específicos para Japón. La intervención de MSF se realiza con las aportaciones regulares de los socios y los donativos al Fondo de Emergencias, que nos permite intervenir de forma inmediata y destinar los fondos a las crisis con más necesidades humanitarias sin cubrir, de forma independiente al interés mediático que susciten. Precisamente, Fundación Eroski colabora desde hace años con este Fondo. Además, se utilizan fondos afectados por ciudadanos en el propio Japón.

Pero en estos casos es frecuente la demanda de mantas y artículos de higiene personal, como jabón, cepillos de dientes, dentífrico o toallas. ¿Tampoco es posible donarlos?

Tras una catástrofe natural, la respuesta tiene que ser lo más rápida posible, por lo que MSF, como organización con una sólida experiencia en estas crisis, cuenta con almacenes que garantizan lo necesario para los diferentes tipos de intervención. Disponemos de toneladas de material ya preparado para su envío inmediato y esto permite ahorrar costes y tiempo. Al igual que ocurre en el ámbito financiero con el Fondo de Emergencias, estos dispositivos logísticos nos permiten dar la respuesta adecuada sin tener que esperar a la posibilidad de que se donen materiales, que pueden además no ser los adecuados. En todo caso, las compras locales son frecuentes, aunque debido a la calidad que exigimos, ante todo en lo relativo a los medicamentos, estos proveedores locales tienen que ser validados previamente.

¿Cuánto tiempo tardó MSF en reaccionar para prestar ayuda en Japón?

“Doce horas después del terremoto, dos equipos desplazados en helicópteros comenzaron la identificación de necesidades”

El sábado por la mañana, 12 horas después del terremoto, dos equipos desplazados en helicópteros comenzaron la identificación de necesidades. Optamos por formar equipos pequeños, que nos permitieran desplazarnos de un lugar a otro rápidamente, intentar cubrir la mayor distancia posible y visitar la mayor cantidad de centros de evacuación con el fin de evaluar las necesidades que pudieran quedar sin cubrir. En la actualidad, prestamos atención médica, sobre todo a personas mayores, y asistencia en salud mental, además de distribuir materiales de primera necesidad en centros de evacuación y zonas aisladas, en las prefecturas de Miyagi e Iwate.

¿MSF cuenta con voluntarios en Japón o todo el personal que atiende son trabajadores de la propia organización?

Los equipos de Médicos Sin Fronteras están integrados por profesionales contratados en Japón. Actualmente, una veintena de personas trabaja en la zona siniestrada. Además, en las actividades de salud mental, MSF colabora con un equipo de seis psicólogos de la Sociedad Japonesa de Psicólogos Clínicos (JSCCP), a quienes respaldamos en la identificación de grupos de población que necesitan asistencia y les damos apoyo logístico.

¿Qué diferencias aprecia con respecto a lo ocurrido en Haití? En el caso de la recaudación de fondos, entonces fue masiva por parte de numerosas ONG.

“La diferencia más evidente con Haití es que era un país al borde de la quiebra cuando lo sacudió el terremoto”

La diferencia más evidente es que Haití era un país al borde de la quiebra cuando lo sacudió el terremoto, con gran parte de la población que vivía en la extrema pobreza, un sistema de salud muy débil y, por tanto, con nula capacidad de respuesta local a una catástrofe de tales dimensiones. En Japón, la respuesta de las autoridades ha sido inmediata y masiva, y esto es lo que marca las dimensiones de la intervención de MSF.

Por lo tanto, ¿Japón es un país tan preparado que apenas necesita ayuda, tal como se ha escuchado desde el primer momento?

Las necesidades más apremiantes están cubiertas, los 170.000 desplazados están atendidos, los hospitales funcionan, el suministro de agua y electricidad se recupera poco a poco y la ayuda se ha abierto paso hacia zonas al principio inaccesibles. Las condiciones de vida en los centros de evacuación son difíciles sobre todo para los ancianos, pero en función del alcance del terremoto y del tsunami, son lagunas que entran dentro de lo esperable y es precisamente en estos espacios sin cubrir donde MSF presta respaldo a ese esfuerzo nacional, como en la atención a enfermos crónicos o la atención psicológica.

¿Hay riesgo de transmisión de enfermedades debido al elevado número de cadáveres y personas que se han quedado sin hogar?

Al contrario de lo que a menudo se piensa, tras una catástrofe de este tipo no hay riesgo de epidemias debido a la presencia de cadáveres, ya que son personas que murieron a consecuencia del terremoto y no por una enfermedad infecciosa. Sí pueden desarrollarse enfermedades relacionadas con la calidad del agua y las condiciones higiénicas, por eso siempre es urgente la distribución de agua potable. MSF ha distribuido 10.000 sets compuestos por jabón, cepillos de dientes, dentífrico y toallas entre la población evacuada en Minami Sanriku.

¿Qué riesgos corren las personas que ya estaban enfermas, hay acceso a medicamentos y material suficiente para atenderles?

“Es necesaria la atención psicológica para ayudar a los damnificados a hacer frente al profundo trauma que puede suponer esta catástrofe”

Los hospitales situados fuera de la zona siniestrada funcionan. Cuentan con personal suficiente y con suministro de medicamentos. En los 20 o 30 centros de evacuación que hemos podido evaluar, y en los centros donde trabajamos, hemos comprobado que los principales problemas de salud son enfermedades crónicas entre los ancianos, personas con hipertensión, enfermedades cardiacas o diabetes, que han perdido el contacto con sus médicos, sus medicamentos o sus recetas. Por ello, nuestros equipos se concentran, por una parte, en intentar recuperar estos tratamientos y garantizar su continuidad. En segundo lugar, es necesaria también la atención psicológica para ayudar a los damnificados a hacer frente al profundo trauma que puede suponer una catástrofe como ésta, a pesar de ser un país donde todos están acostumbrados desde niños a este riesgo.

Incluso son frecuentes los casos de estrés agudo, ¿afecta por igual a niños y mayores?

Muchas personas se encuentran ahora en fase de estrés agudo, por lo que necesitan un apoyo psicológico adecuado para evitar el desarrollo de trastornos de estrés postraumático. Los ancianos son los más vulnerables a este tipo de situaciones, no solo debido a la catástrofe natural en sí, sino al desarrollo de un trauma a medio plazo, cuando los evacuados se asignan a un nuevo emplazamiento y confirman la pérdida del esfuerzo de toda una vida. La mayor parte de las personas tienen la capacidad de adaptarse a las nuevas circunstancias de vida, pero para los mayores puede resultar más complicado, necesitan más tiempo.

¿Están preparados para responder si ocurriera un incidente nuclear? ¿Podrían tratar a las personas afectadas por la radiación?

MSF ha seguido la situación hora tras hora, ha cotejado la información con varias agencias gubernamentales y no gubernamentales. Los equipos, mientras trabajan, respetan las distancias de seguridad establecidas para la zona de exclusión y todos los miembros llevan un radiómetro. En caso de detectar un nivel de radiación que pudiera ser perjudicial para la salud de nuestros compañeros, serían evacuados de inmediato por las rutas que ya hemos identificado a tal efecto. En cuanto a la atención de personas contaminadas o pacientes con enfermedades causadas por la radiación, de momento, no lo tenemos previsto. En todo caso, hemos movilizado a la red de MSF para recabar información y prepararnos al respecto ya que, entre las más de 25.000 personas que trabajan con MSF, algunas tienen experiencia en este campo de la medicina o recibieron formación ante esta posibilidad cuando se intervino en Irak, en 2003.

En general, ¿cómo se organiza MSF para atender en una situación de emergencia?

“Si ocurriera un desastre natural en España, MSF podría movilizar a sus equipos de emergencia de inmediato”

En el caso de un terremoto, en cuanto nuestra Unidad de Emergencias recibe el aviso, lo primero es verificar variables como la localización del epicentro, la magnitud, la hora en que se produjo o la densidad de las poblaciones más cercanas, la capacidad de respuesta local o la posibilidad de acceso a la zona afectada en un tiempo razonable. De esta forma, se hace una primera evaluación del impacto del seísmo y de las posibilidades y necesidad de dar una respuesta humanitaria eficaz. Una vez que concluye esta rápida evaluación, se movilizan recursos humanos y materiales. MSF cuenta con personal de emergencia que está preparado y a disposición para salir al lugar del evento en cuanto se le reclama: es la única forma de conseguir una movilización rápida de profesionales con la especialización, experiencia y capacidad de actuación inmediata necesarias. También el material de emergencia está posicionado cerca del lugar del desastre, en las bases de emergencia ya establecidas en zonas de alto riesgo o en alguna de las centrales logísticas situadas en Dubai, Panamá, Burdeos o Bruselas. Resulta vital estar activos en las 48 horas siguientes.

Si ocurriera un desastre natural en España u otra catástrofe de consecuencias graves, ¿están preparados para prestar asistencia?

Por supuesto, igual que lo han estado los compañeros de MSF Japón para responder a esta catástrofe. En caso necesario, MSF España podría movilizar a sus equipos de emergencia de inmediato.

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