El Autobús Europeo de la Discapacidad, un proyecto puesto en marcha por la Comisión Europea con motivo del Año Europeo de la Discapacidad, terminó ayer en Badajoz su andadura por territorio español. Desde el 28 de febrero este autobús ha recorrido 4.000 kilómetros, ha pasado por 15 ciudades españolas y lo han visitado unas 150.000 personas, que han conocido de cerca la vida cotidiana de los 38 millones de europeos con alguna minusvalía Ahora, continuará con su labor de sensibilización por Portugal.
Los más pequeños han sido los principales protagonistas de las actividades de sensibilización propuestas por el autobús, afirma Laura Abajo, responsable de esta experiencia en su paso por España. «Con los talleres de simulación, los niños y jóvenes han podido saber lo difícil que es la vida de los tres millones y medio de españoles que sufren alguna discapacidad», asegura Abajo. La mejor manera de experimentar lo que sienten los discapacitados es que los participantes simulen que son personas con una discapacidad física sentados en una silla de ruedas o con una venda sobre los ojos, señala la responsable española de esta iniciativa. De esta forma, añade, mucha gente ha podido conocer lo que significa una barrera arquitectónica, lo que supone el rechazo social y han aprendido algo del lenguaje «braille» o la lengua de signos.
Según Laura Abajo, lo más sorprendente ha sido ver cómo algunas personas sanas no conseguían subir una rampa en silla de ruedas o cómo los minusválidos presentes ayudaban a los participantes de los simulacros a desenvolverse.
El Autobús Europeo de la Discapacidad comenzó su recorrido por la Unión Europea (UE) el pasado mes de enero en Grecia, país que preside la UE en el comienzo de este año; continuó por Austria, España y ahora se dirige a tierras lusas.
