Entrevista

Igor Aguirre. Director de comunicación y marketing de Anesvad

Enviamos a la policía 3.500 denuncias para que se investiguen
Por Miren Rodríguez 17 de enero de 2007
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Ante los 600.000 nuevos casos de lepra y úlcera de buruli en el mundo, Igor Aguirre (Bilbao, 1973), director de comunicación y marketing de Anesvad desde apenas unos meses, se propone combatir estas enfermedades mediante la prevención, evitando futuras discapacidades y amputaciones. “Todo el mundo tiene derecho a ser atendido, a la salud”, asegura mientras denuncia la situación de desamparo que en esta materia padecen miles de personas en los países en desarrollo. Por otro lado, Aguirre es el principal promotor de otra de las tareas que desde el año 2000 caracteriza a esta organización: combatir la pornografía infantil. Para ello, la ONG ha creado una web específica donde se pueden dejar las url de las páginas con este tipo de pornografía y ellos se responsabilizan de que la policía tenga un conocimiento de ellas. “Estamos recibiendo alrededor de 7.000 direcciones anuales, aunque muchas de ellas no contienen pornografía infantil, de manera que estamos enviando a la policía un 50% de esas 7.000 denuncias”, asegura.

Acaba de estrenar su asiento como director de uno de los departamentos más importantes, el de comunicación, ¿cuál es su trayectoria profesional?

Soy periodista y durante unos años estuve trabajando en varios diarios hasta que en 1998 entré en Anesvad en el departamento de comunicación, elaborando actividades, talleres, conferencias y recibiendo a los distintos medios de comunicación. Después, en el año 2000 nació la posibilidad de crear un área de Internet y ahí es donde entro como responsable. Un gran reto porque nuestra intención era trabajar desde un principio muy fuerte a través de la red no sólo en el ámbito de sensibilización y educación para el desarrollo sino desde el punto de vista de captación.

Precisamente, Anesvad se ha caracterizado en los últimos años por su labor en la red para combatir la pornografía infantil creando una web ‘trampa’ para ello. ¿Cómo funciona?

Empezamos a trabajar con el tema de la pornografía infantil en el año 2000 como consecuencia de que año tras año la entrada de las nuevas tecnologías estaba permitiendo a su vez que la pornografía infantil se extendiera rápidamente a través de este medio. Por eso hemos realizado varias campañas de pornografía infantil para denunciar esta situación, hacer consciente a la sociedad de cuál es la problemática con la que nos encontramos y también para conocer un poco la forma de pensar de los consumidores y poder trabajar contra esta práctica penada por la ley. Una de las principales carencias que nos hemos encontrado en este tiempo es que la gente estaba muy dispuesta a denunciar pornografía infantil pero era un poco reacea a acudir a la policía. Ante esta situación lo que hicimos fue abrir un sistema a través del cual la gente que encuentre pornografía infantil no tiene más que copiar la url, entrar en www.anesvad.org y en el caso de que quiera hacer algún tipo de observación sobre cómo encontrar esa página tiene un campo que puede rellenar, pero es totalmente voluntario. Queremos que la denuncia sea totalmente anónima para que nadie se eche para atrás.

Queremos que la denuncia sea totalmente anónima para que nadie se eche para atrás
Por lo tanto, el procedimiento es el siguiente: nos llegan todas esas denuncias que pueden tener pornografía infantil y a partir de ese momento comprobamos las que efectivamente tienen ese material y las enviamos a la policía para que haga sus propias investigaciones.

¿Cuántas denuncias ha recibido Anesvad hasta ahora?

Estamos recibiendo alrededor de 7.000 direcciones anuales, aunque muchas de ellas no contienen pornografía infantil, de manera que estamos enviando a la policía un 50% de esas 7.000 denuncias.

En España sólo es delito la posesión, distribución y creación de ese material y la ley fija la frontera en los 18 años, ¿están de acuerdo con esta normativa?

Estamos de acuerdo en que se están produciendo avances. Cuando nosotros empezamos a trabajar lo único que era considerado delito era la creación o producción de este delito material y la distribución del mismo con fines comerciales. Hoy en día ya es considerado delito todo tipo de distribución y también la posesión.

Hoy en día ya es considerado delito todo tipo de distribución y también la posesión
No obstante, hay una serie de cosas que la ley no considera delito y nosotros sí, como el acceso a la pornografía infantil, es decir si una persona está navegando en la red y se encuentra pornografía infantil, navega en todas esas páginas pero sin bajarse ningún tipo de material no es considerado por la ley pornografía infantil. También creemos que tiene que ser considerado como delito la apología; hay muchas páginas en las cuales se incita a consumir ese tipo de productos, aunque al final no esté enlazado a ninguna. Es lo que sucede con la pornografía de adultos, en cuyas páginas puede poner ‘la pornografía infantil está penada’, pero aparecen adultos disfrazados de menores. Eso se debería castigar porque se considera apología al tratar de incitar a consumir pornografía infantil. Por lo tanto, creemos por un lado que la ley debería ser más dura con ellos y perseguirse este tipo de cosas, aunque, por otro, reconocemos el esfuerzo que se está haciendo en este campo. Nosotros seguiremos trabajando para hacerle frente.

Además de éste, ¿qué objetivos y retos se plantea en la dirección de una organización como ésta caracterizada porque desde sus creación, en 1968, ha desarrollado cientos de proyectos en los países más pobres?

El objetivo principal es trasmitir a la sociedad el trabajo que hacemos en el campo de la lepra y la úlcera de buruli y a partir de ahora vamos a trabajar de una forma más fuerte atendiendo a todas las cuestiones relacionadas con el sida. Hay que tener en cuenta que nosotros somos una ONG principalmente sanitaria y nuestra labor es recordar y concienciar a la sociedad española en el derecho a la salud que tenemos todas las personas a poder tener una atención básica para que al final podamos evitar muchas de las enfermedades que nosotros hoy no padecemos, pero que en los países pobres causan millones de muertes. Nos parece fundamental recordar a la gente que todo el mundo tiene un derecho a la salud y que nosotros somos unos privilegiados porque lo tenemos, aunque millones de personas de Asia, América y Latina África no gozan de él.

A una semana de que se celebre el Día Mundial contra la Lepra, ¿cuándo podrán dar la noticia de que por fin esta enfermedad se ha erradicado también en los países en desarrollo, junto con la úlcera de buruli?

A corto plazo y medio plazo es imposible hablar de ello. Pero estamos viendo que se están dando muchos avances. En el caso de la lepra, por ejemplo, hay que hacer mucha incidencia en la prevención. Éste es un camino importantísimo porque detectar a tiempo estas enfermedades en las primeras fases supone acabar con la enfermedad y con ese rechazo social que sufre un enfermo de lepra cuando el mal se extiende. Es fundamental que los enfermos no desarrollen la enfermedad, así se conseguirá evitar la aparición de ese rechazo. Muchas veces al enfermo no se le considera ni persona.

En este sentido, se acaba de aprobar el Plan Anual de Cooperación Internacional 2007, con el fin de favorecer el incremento de la ayuda para las intervenciones dirigidas a luchar contra el hambre, la educación básica, la salud básica, sexual y reproductiva, etc. ¿Cuál es su valoración?

Desde nuestra posición sí estamos de acuerdo con el Plan, de hecho lo estamos apoyando y creemos que se debe seguir por esta línea. No obstante, matizamos la idea de que desde el punto de vista presupuestario cuanto más se pueda dar, mejor, más dinero podrán destinar las ONG a los países de menor desarrollo, y creemos que por ahí debe ir la presión de las ONG. También tenemos que trabajar en que nuestra labor se vea desde las instituciones como un trabajo de cooperación y se olviden los intereses comerciales y económicos que puedan tener los gobiernos.

Un año menos para llegar a la fecha tope del cumplimiento de los Objetivos del Milenio, ¿desde su punto de vista España está haciendo todo lo posible para su cumplimiento?

Creo que hay buenas intenciones pero que no se hace todo lo que se debería.

Creo que hay buenas intenciones pero que en nuestro país no se hace todo lo que se debería para contribuir la cumplimiento de los Objetivos del Milenio
Nuestro país se comprometió a trabajar para lograr este fin, pero está siendo muy complicado su cumplimiento a pesar de la presión social que se está haciendo. En el tema de la salud, por ejemplo, como en tantos otros, se debe seguir trabajando mucho porque, como decía antes, ese derecho no está llegando a todos.

De los 23 millones de euros con los que cuenta su proyecto, el 94% lo obtienen gracias a ingresos de instituciones privadas, lo que les proporciona mucha independencia. ¿Cuáles son las ventajas de esta situación tan deseada por otras ONG?

La principal ventaja es que nos permite trabajar en lo que realmente creemos. Cuando dependes mayoritariamente del dinero público los gobiernos te pueden llevar a un camino más condicionado e interesado.

Anesvad se ha caracterizado en los últimos años por la dureza de sus campañas en televisión, ¿usted va a continuar con esta política de comunicación?

Bueno, es algo de lo que se nos ha acusado siempre. Pero nosotros queremos hacer un giro en la comunicación que vamos a realizar. Queremos conseguir que la gente se dé cuenta de lo que hay detrás y de lo que pretendíamos con esos anuncios: mostrar la realidad de que hay muchas personas que no tienen muchos de los derechos que se consideran básicos. Al final hay que tener en cuenta que lo único que mostrábamos es la realidad que están viviendo estos países en desarrollo. Ahora vamos a tratar de dar una imagen más positiva de las enfermedades: si bien es cierto que los enfermos tienen muchas discapacidades, también lo es que pueden ser independientes desde una perspectiva económica y social.

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