La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha acelerado sus operaciones de provisión de refugio de emergencia para asistir a miles de familias desplazadas por las inundaciones que han asolado la zona meridional de Filipinas como consecuencia de la tormenta tropical «Washi». El pasado 17 de diciembre, a su paso por la región norte de la isla de Mindanao y las isla Visayas, afectó a unas 720.000 personas, de las cuales cerca de 54.000 permanecen en centros de acogidas tras la pérdida de sus hogares.
Según el Departamento de Bienestar Social y Desarrollo (DSWD) de Filipinas, Cagayan de Oro e Iligan, dos de las ciudades más afectadas luchan para ofrecer refugio a más de 10.000 familias en 42 centros de evacuación. «Ahora mismo nos centramos en las tres prioridades principales que hemos identificado con el DSWD y otros organismos miembros del grupo de coordinación y gestión de campamentos y refugios de emergencia», explicó el jefe del programa de emergencia de la OIM, Dave Bercasio.
Para la OIM, lo primero es identificar y facilitar un lugar alternativo a los desplazados que se encuentran refugiados en escuelas, para que así las clases puedan retomarse ya. Después, repartir materiales para el refugio de emergencia entre las familias que desean y pueden retornar a sus hogares. Por último, habría que mejorar o reparar los centros de evacuación que no están equipados para alojar a los desplazados en condiciones de seguridad.
La organización ha comenzado ya el reparto de sets para el refugio de emergencia y de artículos de socorro no alimentario, compuestos, entre otros, de láminas plásticas, colchonetas, bidones y otros artículos básicos destinados a las familias que desean y pueden abandonar los centros de evacuación para retornar a sus hogares. La OIM ha recibido un millón de dólares del Fondo central para la acción en casos de emergencia de las Naciones Unidas (CERF) y 700.000 euros de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO), fondos que se destinarán a los materiales para el refugio de emergencia y la gestión y coordinación de campamentos.
Por su parte, el Banco Mundial (BM) ha concedido 500 millones de dólares ha Filipinas para la rehabilitación y mejora de las áreas afectadas por las inundaciones. La directora para Filipinas del Banco Mundial, Chiyo Anda, señaló que con el dinero de este crédito blando se financiarán proyectos que contribuirán a aminorar el impacto de los desastres naturales.