
Milhistorias es una empresa pionera, innovadora y única en la Comunidad de Madrid. Promovida por RAIS Fundación, compagina la producción y venta de productos agrícolas ecológicos, a través de la explotación de una huerta. Su principal peculiaridad reside en la plantilla: el 80% lo constituyen personas en situación de exclusión. El objetivo es que todas ellas accedan al mercado de trabajo normalizado tras un periodo máximo de tres años. Para ello, reciben formación, adquieren habilidades sociales y laborales y, una vez concluido este periodo, se alcanzan acuerdos con empresas para que les contraten o les ofrezcan la posibilidad de realizar prácticas.
“Las empresas de inserción son un instrumento para luchar contra la pobreza y la exclusión social”
Las empresas de inserción son iniciativas que combinan la lógica empresarial con metodologías de inserción laboral en la misma compañía. Nacen como un instrumento para luchar contra la pobreza y la exclusión social y, según la ley que las regula, deben procurar a los trabajadores un acompañamiento que garantice la recuperación de las habilidades sociales y laborales básicas en un plazo máximo de tres años. Este acompañamiento ha de permitir el acceso al mercado de trabajo ordinario o normalizado.
La misión de Milhistorias es favorecer el acceso a un contrato a personas en situación de exclusión social, como las personas sin hogar.
Cuando firman un contrato de inserción en la empresa tienen la oportunidad de recuperar sus habilidades sociales y laborales para acceder al mercado de trabajo normalizado. En la actualidad, el 80% de la plantilla de Milhistorias está constituido por personas en situación de exclusión, un porcentaje superior a la media del sector y al establecido por la ley, que contempla un 50%.
“Nuestro objetivo es que todas las personas finalicen su proceso de inserción social y laboral logrando su acceso al mercado de trabajo ordinario”
Nuestro objetivo es que todas las personas finalicen su proceso de inserción social y laboral logrando su acceso al mercado de trabajo ordinario. Pero esto, sobre todo en los últimos años, se ha convertido en una misión muy difícil por la realidad del mercado laboral. No hemos logrado la estabilidad en el empleo ordinario de todas estas personas, aunque han accedido a contratos temporales y mantienen su situación “normalizada” en cuanto a tratamientos específicos, relación con la familia o conocimiento de los procesos de búsqueda activa de empleo, es decir, continúan activos en su proceso de integración.
Potenciamos la formación de los trabajadores para mejorar su grado de cualificación, apuramos los periodos máximos de contratación, establecidos en tres años para las empresas de inserción, y llegamos a acuerdos con compañías para la realización de prácticas una vez finalizado el contrato en la empresa de inserción.
Las personas con contrato de inserción se forman en dos aspectos: gestión de pedidos y atención al cliente -atención telefónica, recepción de correos electrónicos y registro de pedidos- y elaboración de pedidos y distribución -preparan las entregas y realizan las tareas de transporte-. El hecho de que el servicio de transporte esté internalizado ha permitido crear un puesto de trabajo más.
“Con los apoyos necesarios, las personas en situación de exclusión severa logran salir de su situación e integrarse de nuevo en la sociedad”
El proceso de acompañamiento social que se realiza individualmente es clave en el éxito. El mercado de trabajo actual excluye a determinadas personas que, sin una oportunidad de empleo protegido, no logran normalizar su situación, en cuanto a disponer de autonomía, obtener ingresos, recuperar hábitos de relación en el trabajo, gestionar bien sus ingresos y recuperar un lugar digno de alojamiento. En definitiva, formar parte de la ciudadanía. No es un proceso fácil ni ágil, pero con los apoyos necesarios, las personas en situación de exclusión severa logran salir de su situación e integrarse de nuevo en la sociedad.
Sí, pero este es incluso anterior al contrato de trabajo. Previamente, se tratan aspectos que son claves tanto para el acceso como para el mantenimiento del empleo. RAIS Fundación atiende las necesidades básicas y ofrece acceso al programa de alojamiento, apoyo a tratamientos específicos relacionados con consumos y, como una de las últimas fases de la intervención, un programa de empleo. Esto puede suponer meses o años de trabajo, según la situación de exclusión de las personas.

Milhistorias apuesta por el consumo responsable. No solo es una empresa preocupada por las personas, sino por el entorno. Promueve la venta de productos ecológicos de temporada y certificados, que se producen en una huerta al cuidado de las personas contratadas. Además, para facilitar su distribución, dispone de puntos de recogida de pedidos en colaboración con comercios de barrio, “lo que permite optimizar el transporte y promover el comercio de proximidad”, señala Laura Pérez.
Los clientes son, sobre todo, particulares, pero también trabajan con empresas colaboradoras, que contactan para adquirir los productos cuando quieren realizar regalos de empresa o de Navidad, organizar mercadillos de productos de temporada o promocionar grupos de consumo entre los empleados, que adquieren los productos con descuento.
Junto con lo anterior, Laura Pérez recuerda que, pese a ser un proyecto social, la empresa ofrece un servicio de calidad y competitivo, “ya que si no sería imposible ser una iniciativa viable y sostenible”. Por ello anima a colaborar en esta iniciativa y recuerda: “Llevamos los pedidos a cualquier lugar de la península”.