Los inmigrantes latinoamericanos que viven en España enviaron el año pasado a sus países de origen 3.730 millones de euros. En lo que va de 2007, ya son 1.249 millones de euros, casi un 40% más que hace un año. Gracias a este dinero sobreviven en ese continente ocho millones de personas.
Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cada inmigrante latinoamericano envía unos 3.000 euros al año a su país de origen, es decir, el 15% de los ingresos que obtiene en España. La transacción media por trabajador es de 270 euros, y la repiten unas diez veces por ejercicio. El problema es que cada operación les cuesta una media de cuatro euros (en torno al 2% de la cantidad remitida), suma que varía en función de que acudan a una compañía especializada en remesas o a una entidad financiera común.
Dos de cada tres inmigrantes utilizan empresas de transferencia de dinero para hacer sus remesas. Pero una cuarta parte recurre a un banco o a una caja de ahorros. Dos tercios de ellos envían entre 100 y 300 euros por remesa. Más de la mitad (54%) paga entre uno y cinco euros por cada envío. Alrededor del 10% no paga nada porque son clientes de bancos o cajas.
Cabe recordar que desde mediados de febrero, las casas de cambio y las remesadoras tienen que identificar a los clientes que les solicitan operaciones de cambio de moneda extranjera o servicios de envío de dinero, medida que han aprovechado muchas de ellas para encarecer sus tarifas. Además, deben guardar copia de esos documentos de identificación y obtener información adicional de la actividad de la que proceden los fondos cuando un usuario les plantee remesas o cambio por un importe superior a 3.000 euros en el plazo de un trimestre. Todo ello tiene como objetivo evitar el blanqueo de capitales.
Casi dos millones de inmigrantes
La última actualización del censo revela que en España trabajan 1.820.000 inmigrantes latinoamericanos -el triple que hace cinco años-, que representan el 5% de la población adulta del país y el 7% de la fuerza laboral. En su mayoría (60%) proceden de la zona andina -Ecuador (414.000), Colombia (136.000) y Perú (126.000)-, y son quienes llegan de regiones más pobres los que en mayor número mandan dinero, aunque en menores cantidades.
Su integración real en la economía española se produce pasados tres años, cuando sus ingresos superan los 10.000 euros anuales (lo que ocurre en el 71% de los casos), tienen una cuenta bancaria (87%) y cotizan a la Seguridad Social (86%). Los ingresos totales que perciben estos inmigrantes en nuestro país superan los 30.000 millones de euros, de los cuales el 90% lo gastan en las zonas donde viven.
Las autonomías más pobladas son también las que cuentan con más trabajadores extranjeros, de manera que Madrid lidera el envío de remesas, con 1.074 millones de euros anuales, seguida de Cataluña, con 673 millones; Comunidad Valenciana, con 408 millones, y Andalucía, con 315 millones.
Hasta los 5.000 millones
Si se mantienen las tendencias económicas y demográficas de estos últimos años, para 2010 las remesas de España a América Latina podrían rondar los 5.000 millones de euros anuales, según sostiene Donald F. Terry, gerente del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del BID.
Nuestro país es actualmente la segunda fuente de remesas para Latinoamérica después de Estados Unidos. «España ha adoptado muchas de las mejores prácticas a nivel mundial para la integración de los inmigrantes en la actividad económica del país receptor. Además, las relaciones entre las instituciones financieras de América Latina y España incrementan el impacto de desarrollo de las remesas enviadas a los países de origen», afirma Terry.
Por su parte, Sergio Bendixen, presidente de Bendixen y Asociados, la empresa que dirigió el sondeo, señala que estos datos ponen de manifiesto que los inmigrantes latinoamericanos en España «sienten una gran responsabilidad por el bienestar de sus familias y contribuyen económicamente en lo máximo posible».
