Un bidón para transportar agua, una bolsa de emergencia, una cabra, un puñado de semillas, una pizarra escolar, vacunas contra la malaria… Quizá estos no sean los regalos más tradicionales, ni siquiera los más esperados por familiares y amigos, pero son los únicos capaces de hacer felices a más de una persona: quien lo regala, quien lo recibe y, lo que es mejor, quien se beneficia. Los regalos solidarios son únicos y hay para todos los gustos y bolsillos. Este reportaje recoge una amplia variedad de alternativas para que este año la carta a los Reyes sea también solidaria.
Regalos de comercio justo
Comprar con valores. Así anima Intermón Oxfam a adquirir regalos de comercio justo, ecológico y responsable en estas fechas. El catálogo de regalos de IO pretende que estos «se conviertan en oportunidades». «Con la compra de los productos de comercio justo se consigue desarrollo para las comunidades más desfavorecidas en América, Asia y África», detalla. Por su parte, el catálogo de regalos de comercio justo de Ayuda en Acción explica que en la producción de los artículos solo se utilizan materias primas naturales, mientras que sus beneficios se invierten en la mejora de la calidad de vida de las mujeres más pobres que trabajan con la organización Selyn en Sri Lanka.
Regalos ecológicos. El comercio justo implica diálogo, transparencia y respeto, pero además en la producción de los artículos se cuida el medio ambiente. Para esta Navidad, IO propone libretas elaboradas con papel de piedra, procedente de desperdicios de la industria de la construcción, botellas fabricadas con materiales reciclados y ambientadores ecológicos.
Alimentación y hogar. Café de Colombia y Nicaragua, infusiones y bebidas, chocolate, galletas, snacks, mermelada, azúcar y miel de Nicaragua, entre otros productos, conforman la oferta de Ayuda en Acción. Té biológico de China y té negro de Sri Lanka, rooibos producido en Sudáfrica, café de Uganda o turrón de chocolate de Paraguay, Bolivia y Nicaragua son algunas ideas de Intermón Oxfam. Para el hogar, bandejas, platos y ensaladera de bambú, posavasos de madera y palillos de hueso son regalos posibles con Ayuda en Acción.
Artesanía. Los detalles de artesanía de comercio justo son una de las señas de identidad de este tipo de intercambio. En Navidad, los belenes son artículos frecuentes, por lo que se puede optar por un belén afroperuano de cerámica, de la organización MINKA, de Perú. El 85% de los productores de esta entidad son mujeres, que reciben «un apoyo integral en la búsqueda de alternativas» para superar la pobreza extrema.
Bisutería. Brazaletes, collares y pulseras de India, elaborados en metal, vidrio o con piedras. Su compra beneficia a TARA, un grupo productor compuesto por un millar de familias. Cuando se puso en marcha en los años setenta, se propuso establecer «lazos con los llamados ‘intocables'», señala IO, «los más discriminados dentro del sistema de castas que establece el hinduismo». Ayuda en Acción también pone a la venta collares de cristal y madera, entre otros, pendientes, pulseras y anillos.
Complementos. Bolsas de algodón, bolsos de yute, billeteras y monederos o fulares de seda son algunos de los regalos propuestos por Ayuda en Acción, junto con broches, bufandas, gorros y guantes.
La Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ) recuerda que con cada compra no solo se han de tener en cuenta los derechos como consumidores, «sino también los de quienes elaboran los artículos, en muchos casos, personas de América Latina, África y Asia». A nuestro país llegan productos elaborados por unos 200 grupos productores de más de 40 países, precisa, por lo que Navidad es un buen momento para beneficiar a los miles de familias que están detrás de ellos y que además de conseguir ingresos logran «impactos positivos en su autoestima, reconocimiento social y participación en la toma de decisiones de su organización y su comunidad».
Más regalos para todos
Navidad es tiempo de regalos. Por ello, los artículos solidarios se diversifican. Atienden todos los gustos y edades para encontrar el adecuado para cada uno. Los beneficios por la compra de estos artículos se invierten en las actividades que la organización desempeña.
Camisetas. Son uno de los productos estrella. Hay camisetas de todas las tallas. El catálogo de Survival es una muestra, con una edición limitada de la diseñadora Savannah Miller. Las camisetas de Médicos Sin Fronteras incluyen mensajes y dibujos de su trabajo en terreno o campañas y hasta se ha diseñado un modelo premamá. Para quienes quieran ampliar las posibilidades de elección, Camiseta Solidaria reúne artículos de numerosas ONG y un amplio catálogo.
Joyería. Colgantes con forma de hoja o pendientes tuareg son propuestas de Survival. Los primeros están elaborados con auténticas hojas de arce japonés, algodón, ginkgo y lunaria, tratadas y bañadas en plata pura. Los pendientes han salido de las manos de artesanos tuareg de Níger.
Bolsas. La bolsa Somos Uno de Survival es una manera ecológica de realizar la compra, «inspirada en el mensaje del libro homenaje a los pueblos indígenas», del mismo título, ‘Somos uno’. Médicos Sin Fronteras lanza una bolsa de algodón para evitar las bolsas de plástico y contribuir, con su compra, a la mejora de las «condiciones médico-humanitarias de poblaciones afectadas por crisis que ponen en peligro su supervivencia o su salud», subraya.
Productos de belleza. Un total de siete productos de cosmética elaborados con aceite de rosa mosqueta. Es la recomendación de Intermón Oxfam para las mujeres, por ser productos adecuados para eliminar manchas de la piel, cicatrices y estrías. Todos los productos carecen de perfumes artificiales, derivados del petróleo, conservantes sintéticos y, en general, sustancias de síntesis química, detalla IO.
Juegos para los pequeños
Implicar a los niños en el deseo de un mundo justo siempre es positivo. La carta a Papá Noel y a los Reyes Magos puede contener una petición muy especial: un ecojuego de los propuestos por Intermón Oxfam o un dominó de papel reciclado, una muñeca étnica o una ecolinterna. Los ecojuegos «invitan a experimentar con la energía solar y a conseguir generar pilas a base de productos naturales», explica IO.
En cuanto al dominó, está elaborado con papel reciclado y sus fichas son especiales, ya que detallan a los pequeños en qué se basa el comercio justo. Está pensado para niños de 4 a 10 años, a quienes explica, a través de un total de 50 fichas, los principios del comercio justo, quiénes son los productores, qué es el consumo responsable y los productos de alimentación y artesanales que se pueden adquirir.
UNICEF ha diseñado un divertido juego de parejas que requiere la memoria de toda la familia, una decena de puzzles para que los niños conozcan la importancia de la nutrición, un minibalón de fútbol, suaves peluches o tarjetas de aprendizaje lavables. El material escolar es una útil alternativa compuesta por cuadernos de notas, marcadores o lápices de colores.
Postales clásicas en papel y on line
Las postales son un clásico en Navidad. Se envían para felicitar las fiestas y se aprovechan para adornar la oficina, la casa o el tradicional abeto.
Las tarjetas de Navidad de Survival permiten elegir entre una selección de postales con fotografías del canadiense Joey L., imágenes de baloks en Siberia, de la aurora boreal, renos en Siberia y tarjetas del ilustrador de cuentos infantiles Quentin Blake, embajador de Survival. La compra de postales de Farmamundi permite recaudar fondos para los proyectos que desarrolla en el Sur «en materia de salud y acceso a medicamentos esenciales», señala. También Cesal pone a la venta tarjetas de Navidad cuyos beneficios se destinan a los proyectos de cooperación internacional e inmigración que lleva a cabo.
Para quienes prefieran las nuevas tecnologías, las postales digitales son un gran recurso. ACNUR propone en su catálogo ideas para las empresas, que pueden personalizar las postales con el logotipo de la compañía. Los beneficios apoyan acciones de la Agencia de la ONU para los Refugiados y se convierten en tiendas de campaña impermeables para familias de cinco personas, bolsas unifamiliares de emergencia y bidones para transportar y almacenar agua potable.
AIPC Pandora también cuenta con tarjetas solidarias para apoyar a la comunidad albina refugiada en Kigoma. La población albina de Tanzania es perseguida debido a falsas creencias, las mismas que llevan a acabar con su vida. La tarjeta solidaria permite donar la cantidad que se decida para la construcción de un pozo de agua potable y un programa de atención sanitaria a los niños o bien para lograr la alfabetización básica de las mujeres y apoyarlas en la gestión de proyectos económico-productivos.
Además de los anteriores, los regalos pueden ser también simbólicos. Esto supone que, en lugar de entregar algo material a la persona, se le da una postal o nota donde se explica que el importe de su regalo se destina a un fin solidario.
World Vision ayuda a cambiar la vida de niños en Ghana con las donaciones que se realizan a través de los regalos solidarios. Así ha podido adquirir 30 cabras y 100 mosquiteras, para mejorar la calidad de vida de los pequeños gracias a la leche y a la cría de los animales, además de reducir la tasa de mortalidad infantil debido a una menor incidencia de la malaria.
Los regalos solidarios mejoran las condiciones de vida de miles de personas en el mundo al destinar su importe a suministros esenciales
Intermón Oxfam tiene en marcha desde hace algunos años “Algo más que un regalo“. Esta iniciativa permite adquirir hasta 28 artículos “relacionados con elementos de la vida diaria de los países del Sur, cuyo precio corresponde al valor real de estos objetos en los países de referencia”. IO recuerda que esta propuesta “beneficia a dos personas al mismo tiempo”, ya que no solo sorprende a quien se regala, sino que ayuda a las personas más necesitadas. Los ingresos obtenidos por estas ventas se destinan a los fondos generales de la organización para financiar sus proyectos en todo el mundo.
Con la misma filosofía, el Regalo Azul de UNICEF provee de suministros a las personas que más lo necesitan. Quien hace el regalo abona una cantidad -en ocasiones mínima, ya que hay regalos desde poco más de seis euros– y, a cambio, experimenta una gran satisfacción al contribuir a mejorar la salud, el acceso a la educación y las condiciones de vida en general de miles de niños en todo el mundo.