Save the Children denuncia la explotación de menores en el deporte de élite

Tres de cada diez niños sufren graves riesgos al practicar deportes de competición
Por EROSKI Consumer 10 de julio de 2008

La explotación infantil en el deporte está muy extendida. Según un informe dado a conocer ayer por Save the Children, tres de cada diez niños sufren graves riesgos al practicar deporte de alta competición. Así, el 70% de jóvenes deportistas resulta en gran parte beneficiado por dicha actividad, pero el 20% vive situaciones de riesgo y el 10% ve algunos de sus derechos violados.

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Imagen: CONSUMER EROSKI

Durante la presentación de este informe, titulado «Niños en competición», el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, consideró que la práctica deportiva en la infancia «es muy importante» tanto para el fomento de valores como para la salud, pero coincidió con la ONG en que es «razonable» que los menores de siete años no practiquen deporte de competición y hasta los 13 no realicen una práctica especializada.

El estudio refleja la realidad sobre el tráfico de niños futbolistas. Save the Children advirtió de la proliferación de academias de fútbol y agentes ilegales que han generado una nueva forma de explotación, primero en Sudamérica y, más recientemente, en África, donde sólo en Ghana existen más de 500 centros ilegales.

Cada vez son más las familias que se endeudan para mandar a sus hijos a Europa, con la esperanza de que puedan jugar en las grandes ligas

Así, cada vez son más las familias que se endeudan para mandar a sus hijos a Europa, con la esperanza de que puedan jugar en las grandes ligas. Sin embargo, la mayoría acaban en la calle, sin posibilidad de regresar a sus países. Sólo en Paris se han contabilizado 600 de estos jóvenes.

La ONG alerta también sobre deportes como la gimnasia, que puede terminar generando trastornos psíquicos y alimenticios por el esfuerzo físico y mental que requiere. «Un entrenamiento intensivo, combinado con una alimentación inadecuada, puede causar retrasos importantes en el crecimiento a una edad temprana», aseguró Pilar Goya, miembro del Patronato de Save the Children.

El informe pone como ejemplo el caso de la gimnasta María Pardo, que ganó varias medallas en los Juegos Olímpicos de Atlanta, y que acabó retirándose de la competición por el estrés al que se veía sometida.

Boxeo infantil en Tailandia

El boxeo tailandés o muay thai es el deporte por excelencia en Tailandia. Los niños comienzan a practicarlo desde muy pequeños. Save the Children señala que niños entre cinco y nueve años pasan a formar parte de este deporte a través de las mejores escuelas o gimnasios de entrenamiento para adentrarse en los combates oficiales cuando tienen sólo entre 12 y 14 años.

“Los dueños de los gimnasios de Bangkok calculan en 20.000 el número de menores que cada año ingresan en los gimnasios de boxeo repartidos por todo el país. De todos ellos, sólo uno de cada 1.000 logrará pelear alguna vez en los grandes estadios de Bangkok”, indica el informe de la ONG.

Según un estudio llevado a cabo en 2007 por el Instituto Ramjitti en Tailandia, muchos de esos menores se ven obligados a luchar para proporcionar un suplemento a los ingresos familiares y la mayoría tienen que dejar el colegio o bien no reciben una educación adecuada, fruto de las horas de entrenamiento que tienen que atender.

“Los niños reciben comida, entrenamiento y alojamiento a cambio de dejar sus carreras en manos de los dueños del gimnasio, que se llevan un 50% de las ganancias y en teoría deben ceder el resto a las familias de los púgiles. Los entrenamientos se alargan de ocho a diez horas diarias, siete días a la semana, 365 días al año”, asegura el informe.

En 1999, se aprobó una ley estableciendo la edad mínima para practicar este deporte a los 15 años, aunque los niños de menor edad podrían combatir en el caso de contar con el consentimiento de sus padres y con todo el equipamiento de protección.

El problema es que muchas familias encuentran en el boxeo la única vía para salir de la pobreza. De hecho, una victoria en la mayoría de los combates puede generar más ingresos en una hora que el salario mensual de cualquier ganadero o empleado industrial. En concreto, el salario neto de un niño boxeador ronda entre los 700 baht (14 euros) y 1.000 baht (19 euros). Con unas rentas mensuales de 1.900 baht (38 euros), la victoria del niño en el ring puede suponer la mitad de la renta familiar.

Estos pequeños se enfrentan además a graves problemas de salud. El doctor Uthen Pandee, del departamento de emergencias del Hospital Ramathibodi, afirma que algunos boxeadores menores de edad se enfrentan a parálisis importantes, mientras que otros pueden llegar a padecer en el futuro trastornos en la movilidad o pérdida de memoria.

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