Una escuela móvil recorre Guatemala y Bolivia para ofrecer educación a los niños de la calle

El objetivo es conseguir que abandonen las aceras y entren en los centros de las ONG´s
Por EROSKI Consumer 3 de marzo de 2003

Millones de niños malviven en las calles de las grandes ciudades latinoamericanas, sin recibir ningún tipo de educación y con la autoestima por los suelos. Para intentar poner fin a esta situación, la ONG Casa Alianza tienen en marcha programas de atención y rehabilitación y, desde hace dos años, cuenta con una escuela móvil, un carrito con material educativo que recorre las calles de Guatemala y Bolivia para ofrecer a los niños de la calle educación y autoestima.

Esta escuela ofrece materiales adaptados a la realidad de los chicos y chicas de la calle y es una herramienta que viene a mejorar los proyectos de las ONG´s, afirma Arnaud Raskin, creador de esta idea. Este carrito, que tiene un metro y medio de largo, es muy fácil de transportar y una vez en las plazas y las calles donde se reúnen los niños de la calle, se despliega hasta alcanzar los seis metros de largo. Viene equipado con pizarras, fotografías, juegos y títeres.

Según explica Raskin, con unas 200 láminas se trabaja la alfabetización, la estimulación básica, la educación en salud y en derechos, la prevención del sida y la terapia creativa. «El objetivo es avanzar en su rehabilitación y conseguir que poco a poco dejen las calles y entren en los centros de las ONG´s». A pesar de este esfuerzo, Raskin reconoce que el 90% de los chicos que entran en los centros, vuelven a la calle a los pocos días. «Es necesario seguir potenciando el trabajo de calle, para aumentar su autoestima y sus posibilidades de lograr el cambio», precisa.

Esta escuela móvil recibe tanto a niños que viven en la calle como a otros que, aunque por las noches duermen en casa, se pasan el día fuera. En las pizarras, estos menores aprenden a escribir y nociones básicas de matemáticas. Raskin considera fundamental la labor desempeñada con los títeres. «A través de ellos advertimos a los niños de los peligros de la droga, la soledad, el miedo, etcétera».

El gran éxito cosechado con esta iniciativa ha animado a ONG´s que trabajan en El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá y Colombia a poner en marcha el proyecto este año. En cinco años se estima que podría haber unas 50 escuelas móviles ayudando a los miles de niños latinoamericanos que pueblan las calles.

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