El ordenador de 100 dólares se presentó mundialmente en Valencia

Este portátil busca educar y acercar la tecnología a los niños de los países en desarrollo
Por EROSKI Consumer 25 de enero de 2007

El encuentro «Ideas para el futuro, Ahora», que se celebra estos días en la Universidad Politécnica de Valencia, fue el marco elegido para la presentación mundial del ordenador de 100 dólares, cuya finalidad es educar y acercar la tecnología a los niños de los países menos avanzados.

Tras diversos prototipos y maquetas, ayer se pudo ver en primicia -en vivo y vía Internet- un modelo funcional de este ordenador, que se presentará oficialmente mañana en Davos (Suiza). Michail Bletsas, uno de sus padres, recordó la situación de desventaja tecnológica en la que se encuentran los niños de los países en desarrollo y, en este sentido, destacó la iniciativa que está llevando a cabo la ONG «Un portátil para cada niño». «El ordenador de los 100 dólares intenta que no haya una frontera de desarrollo en el mundo y que todos los niños del planeta tengan las mismas oportunidades», explicó Bletsas, que apostó por «integrar los ordenadores en todas las actividades diarias de los niños, incluso fuera de la escuela».

La producción de estos dispositivos se iniciará en julio y, en 2008, ya se empezarán a vender a los gobiernos de los países en desarrollo para que los distribuyan entre los pequeños. De momento se van a fabricar cerca de diez millones de unidades para entregar a Brasil, Argentina, Libia, Ruanda, Nigeria y Tailandia.

Adaptado al entorno

El portátil está concebido teniendo en cuenta «el entorno real donde viven los niños de los países en vías de desarrollo, donde no hay electricidad, se carece de conexión a Internet y no tienen recursos económicos», dijo Bletsas.

Al objeto de paliar el problema de la energía en estos lugares se ha desarrollado un mecanismo para que el portátil se recargue mediante la acción humana. Se trata de un sistema similar al de los motores que se arrancan estirando una cuerda, lo que permite almacenar energía para su funcionamiento.

Pese a su reducido coste, tiene todas las características de un ordenador convencional: USB, disco duro y conexión inalámbrica Wi-Fi, que permitirá navegar por Internet en los países que la infraestructura lo permita.

Un elemento fundamental para la reducción de costes ha sido la pantalla. Bletsas indicó que se ha creado una pantalla que cuesta una tercera parte menos que las convencionales y que se ha dado un enfoque «no comercial» al producto para reducir «un 15% más el precio final». Sin embargo, dejó entrever que podría crearse una versión comercial que ayudaría a subvencionar el proyecto.

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