«Quien busca, encuentra», dice el refrán. Pero buscar no sólo es revolver en los cajones y en las esquinas al azar, sino que requiere su método. Lo que es verdad en el mundo físico lo es también en el digital, por lo que nunca está de menos conocer unos cuantos trucos para buscar mejor y más metódicamente en Internet.
Una paradoja observada por Jared M Spool, de la firma User Interface Research, es que «cuántas más veces busca un usuario, menos probable es que encuentre lo que busca». En las pruebas de usabilidad que Spool ha efectuado para corroborar su teoría, ha empleado los buscadores internos de las más variadas páginas web, donde no es infrecuente que las búsquedas devuelvan mensajes del tipo «no existen los resultados para su búsqueda». Según la experiencia de Spool, es normal encontrarse un mensaje así en el 22% de las ocasiones en que se busca algo por primera vez. Sin embargo, este registro negativo se duplica hasta el 44% de las veces si el usuario intenta buscar una segunda vez.
En las búsquedas externas a las páginas web, es decir en Internet, pasa normalmente al revés: no es que no aparezcan resultados, sino que aparecen muchos resultados que no son relevantes. Por esta razón la optimización de las funciones irá orientada sobre todo a refinar los resultados obtenidos. Algunos consejos que se exponen en este artículo son específicos de un navegador o motor de búsqueda en concreto, pero la mayor parte son aplicables a cualquier buscador. Como pauta estándar y mientras no se especifique de otro modo, los consejos expuestos se centran en el uso de Google por ser el buscador más popular.
- Seleccionar mejor los términos de búsqueda. Esto, que parece tan trivial, es la clave de una buena búsqueda. Por ejemplo, la palabra «adult» se usa en inglés como eufemismo de la pornografía. Para muchos tipos de búsquedas se puede eliminar una palabra que dé lugar a confusión pero ¿qué hacer cuando la palabra en cuestión es el nombre propio de lo que buscamos? Buscar sobre el grupo musical «adult» puede resultar poco menos que imposible.
Sin embargo, en cuanto sepamos algo de ellos, como puede ser el estilo de su música o su ciudad de origen, podemos usar esa información para asegurarnos de que todas las páginas que nos aparezcan referirán al grupo musical y no a pornografía. Por ejemplo, «adult tecno detroit» y «adult techno band» nos generan muchos resultados sobre este grupo; la primera búsqueda en español y la segunda en inglés.
- Buscar frases completas. En la mayor parte de los buscadores, si uno introduce una lista de palabras, encontrará páginas que contengan esas palabras en cualquier orden. Si uno introduce una frase entre comillas, el buscador devolverá páginas que contengan esa frase exacta. Esto puede ser muy útil: por ejemplo, si uno busca introduciendo simplemente las palabras «ser estar o parecer» sin poner las comillas, sólo algunos de los resultados de la busqueda versarán sobre la gramática de los verbos copulativos. Es sencillo comprobar el resultado de usar comillas buscando «ser estar o parecer»: todas las páginas encontradas versan sobre gramática.
- Utilizar la búsqueda avanzada. Las características avanzadas de los buscadores permiten restringir el campo de búsqueda a un idioma determinado, un dominio en particular o incluso a un sitio web en concreto. No hay que asustarse por la palabra «avanzada»; en realidad es una búsqueda más potente pero no más difícil que la que consiste sólo en poner palabras y apretar un botón. Habrá que contestar más preguntas, como la fecha de actualización de la página web en cuestión o el dominio en el que queremos buscar, pero de eso se trata. Como decía un conocido anuncio de neumáticos: «La potencia sin control no sirve para nada».
Las búsquedas avanzadas también permiten restringir palabras. Por ejemplo, es posible buscar páginas que contengan la palabra «Lutero» pero no la palabra «King», con lo que encontraremos al teólogo del siglo XVI y no al Premio Nobel de la Paz del siglo XX.
- Usar los directorios. Casi todos los buscadores tienen también directorios. Yahoo! fue el primero, pero Google también posee uno basado en el Open Directory Project. Si quiere aprender sobre «el protocolo» buscando en Google, el internauta puede encontrarse con muchos tipos de páginas web: desde las que le ofrecen la información que desea hasta las que versan sobre el Protocolo de Kyoto, pasando por todo tipo de protocolos informáticos. Ninguna es útil a priori por la dificultad que supone discriminar entre miles de páginas. Sin embargo, una búsqueda en el directorio permite llegar hasta World > Español > Sociedad > Relaciones > Etiqueta, donde se hallan muchos resultados filtrados a mano y circunscritos al campo deseado.
- Usar buscadores específicos. Hay buscadores especializados en ciertos temas que pueden ayudar a encontrar lo que se desea mejor y más rápidamente que un buscador genérico. IMDB es una gran base de datos de películas; una de las mejores formas de encontrar información sobre música es All Music Guide y la primera parada para todo internauta que sólo necesite conocer un dato debería ser la Wikipedia. Los dos primeros ejemplos son webs en inglés, pero los nombres de los actores y los títulos de los Cds no cambian con el idioma. Wikipedia está disponible en casi todos los idiomas del mundo y la versión española es cada vez es mejor.
- Aprovechar las facilidades del navegador. Hoy en día casi todos los navegadores integran buscadores en su barra de herramientas. El que mejor implementa esta función hasta la fecha es Firefox. No sólo tiene una barra de búsqueda que habilita al usuario para indagar en Google directamente, sino que también permite cargar otros buscadores como Yahoo!. Incluso se puede subir a la barra el Diccionario de la Real Academia, Internet Movie Database y más de 300 buscadores de todo el mundo.
Internet Explorer también tiene la posibilidad de añadirle una barra de búsqueda. Las más populares son la barra de Google y la barra de Yahoo!.