Archive.org, la historia viva de Internet

Esta iniciativa guarda la mayor parte de los sitios web de Internet y alberga obras culturales de dominio público o con licencias abiertas
Por Benyi Arregocés Carrere 2 de agosto de 2007

Archive.org es el sitio ideal para realizar investigaciones históricas sobre Internet. Este proyecto filantrópico, que se dedica desde 1996 a recoger sistemáticamente copias de los sitios web de todo el mundo, permite estudiar su evolución y curiosear sobre cómo eran hace 11 años, si es que existían, cuando comenzaba la popularización internacional de la Red. Al mismo tiempo, Archive.org se caracteriza por albergar música, películas, libros y programas que han pasado al dominio público, porque ya ha transcurrido el periodo de vigencia de los derechos tras la muerte del autor, o que tienen una licencia flexible que permite su distribución sin ánimo de lucro, como es el caso de las Creative Commons.

En la actualidad disponen de 85.000 millones de páginas web, lo que constituye todo un indicador de la magnitud de su trabajo

La arqueología y la antropología, cuando trata de investigar sobre el pasado, se nutren de los restos que se encuentran para extraer conclusiones de los modos de vida, de las características de la sociedad y de los objetos que utilizaban.

Sin embargo, ¿cómo se estudiará nuestra civilización dentro de miles de años, si se caracteriza por ser una sociedad en red, con abundante información digital y donde las nuevas tecnologías intermedian en muchos aspectos de la vida, tanto personal como profesional?

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Archive.orges una organización sin ánimo de lucro fundada en 1996 por Brewster Kahle que se dedica a recopilar todos los sitios web a los que se puede acceder, en una tarea colosal que documenta en vivo la historia de la Red.

Como si de un buscador se tratara, día tras día sus robots rastrean la Web y almacenan los contenidos de los sitios. Se trata de una labor ingente, realizada en colaboración con la compañía Alexa, empresa fundada por el propio Kahle, que además requiere de una gran capacidad de almacenamiento. Por ejemplo, en la actualidad disponen de 85.000 millones de páginas web, lo que constituye todo un indicador de la magnitud de su trabajo.

La máquina del tiempo

Los usuarios pueden consultar las páginas almacenadas en Archive.org a través de un buscador que han denominado WayBack Machine. De esta manera, es posible ver cómo era el portal Yahoo! En 1996, o cómo era el aspecto de la empresa que revolucionó el panorama musical en 1999 con su programa de P2P, Napster; o cómo han ido cambiando los logotipos de las páginas preferidas de cada lector en el transcurso de los años.

Cuando el usuario introduzca una dirección, le saldrá una tabla con los años y las fechas en que se tomaron copias de la web y el usuario podrá navegar por el sitio tal y como lo hubiera hecho en aquel entonces.

Archive.org graba todas las páginas y sus correspondientes enlaces, para mantener la experiencia de navegación del usuario

Esto se puede realizar porque Archive.org graba todas las páginas y sus correspondientes enlaces, para mantener la experiencia de navegación del usuario. Cuando al lado de una fecha, aparezca un asterisco, querrá decir que ha habido cambios sustanciales en la página.

Además de una velocidad de navegación más lenta que la habitual, la única diferencia aparente respecto a la navegación por los sitios actuales, radica en que la dirección web no es la del sitio original, sino que pertenece a Archive, pero esto también permite que las páginas antiguas se puedan citar y enlazar, sin temor a que nadie las borre.

Biblioteca de contenidos de dominio público

Además de guardar los sitios web, Archive.org realiza otra importante labor de difusión cultural. Esta organización alberga en sus servidores miles de archivos (programas, películas, libros, música) que han pasado al dominio público, es decir, que pertenecen a la sociedad y se pueden usar, distribuir y comunicar públicamente de forma gratuita.

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Normalmente, los derechos de autor de las obras tienen un periodo de vigencia de entre 50 y 100 años tras la muerte del autor, según el país, durante los cuales cualquier persona o empresa que quiera usar esas obras debe retribuir al propietario de los derechos de autor que, ineludiblemente, suele ser una industria cultural.

A pesar del fuerte lobby de las industrias culturales para alargar por ley este periodo lo máximo posible, en un intento de optimizar al máximo sus ingresos, cada vez más contenidos pasan a formar parte del dominio público y más gente se puede beneficiar de su uso.

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Por otra parte, movimientos como Creative Commons, que ofrece licencias que permiten al autor prefijar más usos que las tradicionales (por ejemplo, permitir la distribución gratuita en caso de que no haya fin comercial), ayudan a incrementar los fondos con obras contemporáneas.

De esta manera, Archive.org realiza una labor de difusión esencial, porque distribuye obras de valor cultural, que no suponen ningún aliciente para la industria, que las deja de lado en busca de otras inversiones más rentables.

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