La música constituye uno de los contenidos más buscados Internet, tanto para conseguir las canciones preferidas como para encontrar información acerca de los más diversos artistas y grupos. Una de las últimas tendencias consiste en sitios web que forman comunidades de oyentes melómanos, que se convierten en los protagonistas al radiar por medio de streaming sus canciones preferidas y compartir sus gustos musicales con pequeños nichos de audiencia (sus contactos), como si se tratara de una radio muy especializada.
Listas de reproducción
Estos sitios facilitan todas las tareas gracias a la realización de listas de reproducción, que organizan el orden en que sonarán los temas
Sitios web como Musicmakesfriends.com,Mercorao antes WebJay (comprado por Yahoo! en enero de 2006 y cerrado desde el pasado 30 de junio), ofrecen a los usuarios de Internet la posibilidad de convertirse en pinchadiscos aficionados y seleccionar las canciones que sonarán en su propia emisora, que radia a través del propio sitio en cuestión.
Con los toques propios de lo que se ha denominado Web 2.0, se trata de una manera de compartir gustos musicales y de expresarse mediante la selección de los temas preferidos, y una buena forma de adquirir cultura musical, si se escuchan las recomendaciones y las canciones seleccionadas por otros usuarios.
Gracias a la extensión de la banda ancha, es posible escuchar música en streaming con calidad de CD (128 Kbps en formato MP3), y además se ha avanzado mucho en la integración de diferentes aplicaciones en los propios sitios web, de forma que los usuarios puedan interactuar con ellas.
Así, estos sitios facilitan todas las tareas gracias a la realización de listas de reproducción, que organizan el orden en que sonarán los temas, y a reproductores multimedia con tecnología Flash, muy sencillos de utilizar, lo que provoca que el usuario tenga rápidamente su selección musical radiándose para todo el planeta desde los servidores de estas empresas.
Este tipo de sitios se centran en el gusto personal de cada pinchadiscos, que con su criterio trata de convencer a otros aficionados
A diferencia de las radios inteligentes, como Pandora o Last.fm, que afinan la selección musical mediante el análisis de gustos similares con el objetivo de contentar a cada melómano, este tipo de clubes de oyentes se centran en el gusto personal de cada pinchadiscos, que con su criterio trata de convencer a otros aficionados. Realmente, consiste en trasladar el espíritu del disc jockey a los sitios web y en permitir que cada usuario se sienta como uno de estos nuevos iconos de la música popular contemporánea, que seleccionan las canciones que luego se ponen de moda.
Comunidades de melómanos
La música es uno de los contenidos más demandados en la Red, pero también uno de los que más conflictos legales provoca
El objetivo de estos sitios web consiste en crear una comunidad fuerte alrededor del proyecto y que los propios usuarios generen los contenidos, tal y como hacen YouTube, Flickr, Del.icio.us y otros. Pero, en este caso, con la música. Este contenido es uno de lo más demandados en la Red, pero también uno de los que más conflictos provoca por el tema de los derechos de autor y por las pérdidas en ventas que, según acusa la industria, causa el intercambio.
La industria discográfica ha intentado torpedear el intercambio de canciones entre particulares en aquellos países en los que la legislación presentaba resquicios que permitían acusar a los usuarios de infringir los derechos de autor, a pesar de la evidente falta de ánimo de lucro de las personas que comparten a través del P2P.
El precedente de Rhapsody
Estos clubes de disc jockeys se encuadran dentro de las iniciativas que tratan de adaptar el negocio musical al nuevo entorno de Internet y las nuevas tecnologías, de una manera similar, en parte, a alternativas como Rhapsody, de Real Networks. Este sitio fue pionero en proponer una tarifa plana de alquiler de la música mediante la cual se escuchan las canciones también en streaming pero, a diferencia de los clubes, la música ya se encuentra cargada en los servidores y no es el usuario quien la sube.
Sin embargo, en estas comunidades de melómanos son los propios usuarios los que tienen que subir su música, de forma que evitan el problema de que una determinada canción no se encuentre en el catálogo de un comercio web.
En estas comunidades de melómanos son los propios usuarios los que tienen que subir su música
Por otro lado, los usuarios pueden elegir entre disfrutar de la música de manera privada, pero con la ventaja de convertirla en ubicua (en casa, en el trabajo, de vacaciones, etc.), o compartirla con el resto de la comunidad, con lo cual pueden beneficiarse de los efectos de la Red y conocer a personas con gustos similares, que quizás puedan orientarles a descubrir artistas similares que desconocían.
Todos los componentes de estos sitios se dirigen hacia la creación de comunidades por gustos musicales. Así, se puede agregar amigos, mandar mensajes privados entre los usuarios, puntuar las radios de los demás usuarios, etc. Por otra parte, se trata de una plataforma que permite investigar sobre nuevos ritmos y estilos musicales y aprender de ellos gracias a entusiastas de dichos ritmos.
Musicmakesfriends.com
Musicmakesfriends.com es la alternativa europea en este segmento, con un nombre en inglés (‘la música hace amigos’) que subraya el deseo de crear comunidad. La denominación inglesa de este nuevo sitio, lanzado el pasado junio, no es casual porque presenta una vocación internacional: el sitio se encuentra, además de en español, en inglés, francés y alemán.
Con un fondo ‘ye-ye’ en los colores de la página, el usuario puede registrarse gratuitamente como miembro, para compartir su música y sus selecciones de canciones, o como artista, si desea usar el sitio como una forma de promoción de su trabajo.
Es aconsejable registrarse, porque, en caso de no hacerlo el tiempo de escucha continua de cada radio se limita a sesiones de 20 minutos
Para disfrutar del sitio web, es aconsejable registrarse, porque, en caso de no hacerlo, el tiempo de escucha continua de cada radio se limita a sesiones de 20 minutos. Una vez inscrito, el usuario puede subir todas las canciones que quiera, además de imágenes y vídeos, hasta un tope de 2 Gigabytes, siempre que cada archivo no sea superior a 500 Megabytes.
Musicmakesfriends.com permite enviar archivos en formato comprimido ZIP, que luego extraen a su formato original, lo que agiliza el proceso. Si se seleccionan archivos individuales, se pueden mandar hasta 20.
Una vez subidos, el sistema los carga en el reproductor flash y les asigna una carátula. En ese momento, aprovechan para comparar la canción con la base de datos que tienen de las discográficas y sólo recurren a las etiquetas del propio archivo si no encuentran información sobre dicha composición. Esta tarea se puede dilatar hasta las 24 horas, según avisan en el sitio, aunque en la práctica sólo tarda unos minutos.
Música en flash y a 128 kbps
El sitio entra de lleno en la tendencia de las aplicaciones web, por lo que el usuario maneja todo a través del navegador. El único requerimiento técnico consiste en que el navegador disponga del complemento de Adobe Flash Player, como mínimo en su versión 8. Por lo demás, funciona con las últimas versiones de los navegadores más populares.
La calidad de la música difundida es de 128 kilobits por segundo (kbps), que en MP3 asegura un sonido muy similar al original del CD
La calidad de la música difundida es de 128 kilobits por segundo (kbps), que en MP3 asegura un sonido aceptable, muy similar al original del CD. Por esta razón, para poder escuchar las canciones con buena calidad, es necesario una conexión que garantice ese caudal, algo que hoy en día cualquier conexión a través de ADSL o cable logra, pero no las conexiones por módem. En cuanto a los vídeos, los transmite a 320 kbps, lo que garantiza una visión correcta pero sin mucha definición.
A pesar de que técnicamente el reproductor de Musicmakesfriends.com es similar al de YouTube, y el usuario podría retroceder y avanzar en la canción según lo que ya se haya descargado, este sitio web limita dichas funciones y las restringe a sus usuarios premium, una modalidad de pago que todavía no se encuentra disponible.
Los usuarios registrados y los visitantes ocasionales se tienen que resignar a escuchar la música tal y como se descarga, como si fuera una radio de Internet tradicional, aunque con la posibilidad de pausar la reproducción y reanudarla en el mismo punto.
Mercora
Mercora se aleja de la tendencia hacia las aplicaciones web y el software social, que centralizan todo el servicio en el propio sitio web
Mercora, la versión americana de este tipo de servicios, es un sitio similar a Musicmakesfriends.com, pero funciona a través de una aplicación (Mercora IMRadio) que el usuario debe descargar e instalar en el ordenador para radiar en el sitio web las canciones.
El sistema funciona en conjunción con los servidores de streaming de Mercora, en una especie de sistema P2P en el que, a grandes rasgos, los oyentes se conectan desde el sitio web directamente con el disc jockey, en caso de que esté en línea, o con los servidores de Mercora, si se encuentra desconectado.
En este sentido, se aleja de la tendencia hacia las aplicaciones web y el software social, que centralizan todo el servicio en el propio sitio web, y se queda en un punto intermedio respecto a sistemas más antiguos, como el de Shoutcast, que sólo utilizan la página web como punto de encuentro.
Transmite la música mediante un formato de compresión libre, Ogg Vorbis, en lugar de en el popular MP3
Shoutcast es un sistema que emplea programas de reproducción multimedia como Winamp o iTunes para que los usuarios monten su emisora, que también se escucha en una aplicación externa.
Otra de las diferencias de Mercora respecto a Musicmakesfriends.com y otros sistemas del estilo consiste en que transmite la música mediante un formato de compresión libre, Ogg Vorbis, (con una tasa de compresión de hasta 96 kbps) en lugar de en el popular MP3.