Craigslist: listas de intercambio

Con una filosofía basada en el trueque y un espíritu libertario, este sitio se impone en la Red como alternativa al capitalismo online
Por Marta Peirano 4 de enero de 2006

La ‘lista de Craig’ (Craigslist en inglés) acaba de cumplir diez años. En España esta página web es todavía desconocida, pero en Estados Unidos se ha convertido en un recurso fundamental para cientos de miles de personas que se niegan a pagar en las subastas de Ebay por su objeto deseado de segunda mano.

Qué es Craigslist

Se trata de una página gratuita de anuncios por palabras, pero no tiene publicidad, señoritas ligeras de ropa o tonos de móviles; de hecho, no tiene imágenes en absoluto.

Craigslist se ha convertido en un recurso fundamental para las personas que se niegan a pagar en las subastas online

Y, sin embargo, cientos de miles de personas se reúnen allí cada día para comprar muebles de época a precio de ‘todo a cien’, encontrar trabajos, vender su bicicleta, criticar al vecino, cortejar a su mujer, intercambiar la casa u ofrecerse como imitadores de Elvis Presley para despedidas de soltera. Craigslist es el lugar donde todo es posible y Craig Newmark, su fundador, el nuevo ídolo de los internautas de la bahía de San Francisco.

El diseño de Craiglist es de lo más sencillo y esquemático de la Red: un directorio de ocho secciones ordenadas espacialmente de modo que estén bien visibles en la pantalla. Dentro de ellas, el usuario podrá encontrar ofertas inimaginables. Por ejemplo, las secciones de alquiler a corto, medio y largo plazo son un regalo para personas nómadas e inquietas que no desean poseer demasiados objetos de forma perenne.

También la sección de vacaciones ofrece acomodación semitemporal a precios más que razonables; Craigslist puede ser muy útil para intercambiar reservas de hotel o encontrar alojamiento barato en ciudades desconocidas (el apartado ‘Sublets/temporary‘ es una verdadera ganga si la idea es pasar uno o dos meses en un lugar sin asumir responsabilidades tales como contratos o fianzas), aunque en este último caso no hay que olvidar las precauciones elementales de seguridad. Sin duda Craigslist es un recurso ideal para trotamundos y estudiantes, ya que en esta página se puede encontrar, además de casa o habitación, muebles baratos, aspiradoras gratuitas, mascotas y, si hay suerte, hasta el verdadero amor.

El diseño de Craiglist es de lo más sencillo y esquemático de la Red: un directorio de ocho secciones ordenadas espacialmente de modo que estén bien visibles en la pantalla

Finalmente, existen en Craigslist secciones dedicadas a intercambios en un plano menos material, como son las listas de contacto. En esta sección pueden encontrar compañía todas las orientaciones sexuales y para todos los propósitos: las opciones van desde ‘Estrictamente platónico‘ hasta ‘Juegas delirantes‘. En la bahía de San Francisco, un anuncio en el apartado ‘Missed Connections‘ (conexiones perdidas) cambió la vida de un oficinista de 29 años. Alguien que cogía el autobús con él cada mañana le describió en Craigslist como ‘Gourgeous Guy’ (chico guapísimo) y la ciudad entera salió en su busca. En unos días, el oficinista conoció más mujeres que en toda su vida pasada y se convirtió en el principal tema de conversación de la zona. Su historia se debate hoy entre un libro y una película.

Una ‘puntocom’ con final feliz

Craigslist empezó en 1995 como una lista de correo en la que Craig Newmark informaba a sus amigos sobre eventos interesantes en la ciudad de San Francisco. Cuando la lista de amigos creció, Newmark, entonces programador, la convirtió en una página online donde otros podrían contribuir con sus propios anuncios. La primera versión incluía un mercadillo virtual para el intercambio de objetos de segunda mano y una sección con ofertas de trabajo. Diez años y quince empleados más tarde, Craigslinst tiene una sección inmobiliaria, una lista detallada de compraventa de cosas usadas (desde muebles a coches pasando por cafeteras industriales o pieles), un boletín de adopción para animales abandonados, un foro sobre cualquier asunto imaginable y un sistema de puntuación para que sean los propios lectores los que decidan lo que es admisible y lo que no.

Craigslist no cobra nada por los anuncios. Newmark considera la lista un servicio a la comunidad, por ese motivo la mantiene limpia de anuncios comerciales y utiliza software libre exclusivamente. Los únicos que pagan por el servicio son las empresas. La sección de ofertas de trabajo mantiene a la plantilla de quince empleados que trabajan a tiempo completo limpiando la lista de spam (correo basura) y solucionando cualquier problema informático. El resto de los siete millones de dólares que Craigslist gana al año es donado a la caridad. Tal como suena.

Empezó en 1995 como una lista de correo en la se informaba sobre eventos interesantes en la ciudad de San Francisco

Además, con esta filosofía (opuesta la de Ebay, que también procede de la bahía de San Francisco y que es la mayor casa de subastas virtuales de la Red), la ‘lista de Craig’ fue uno de los pocos proyectos que sobrevivió a la crisis de las ‘puntocom’ de finales de los noventa. Ya lo dice su responsable: «La clave del éxito no es la ambición, sino la generosidad».

Una lista para cada ciudad

Aunque el diseño matriz de la página es el mismo para todo el mundo, Craigslist tiene en cuenta las peculiaridades de cada ciudad. En la bahía de San Francisco la sección estrella es la de ‘Contactos’, que floreció rápidamente gracias a la comunidad gay. En Boston, la segunda ciudad a la que llegó Craigslist, la sensación es el intercambio de entradas, nada extraño siendo la ciudad del equipo de béisbol de los Red Socks. En Amsterdam priman las bicicletas y en Bangkok las fiestas.

En Nueva York la compraventa de muebles tiene mucha tirada, pero la sección que reina es la del alquiler de apartamentos. De hecho, en la Gran Manzana la sección inmobiliaria de Craigslist ha conseguido influir en el mercado. «Mucha gente nos ha dicho», comentaba recientemente Craig Newmark al Wall Street Journal, «que han encontrado piso sin tener que pagar comisión gracias a nuestra lista y que esto está estabilizando los precios un poco». En una ciudad donde se paga cuatro mil euros al mes por un piso con una habitación, ahorrarse la cuota mensual para pagar el 15% anual que exige un agente inmobiliario es sin duda un alivio considerable.

Aunque el diseño matriz de la página es el mismo para todo el mundo, Craigslist tiene en cuenta las peculiaridades de cada ciudad

En las versiones de Craigslist de Barcelona y Madrid también prima la sección inmobiliaria, aunque hay más demanda que oferta. Se sabe que los estudiantes extranjeros que vienen a España utilizan de forma intensiva la lista en busca de intercambios, alojamiento fugaz y amigos. Si el usuario aprende a navegar por Craigslist y necesita un dinero extra, le basta con tener una habitación libre en su casa para tener inquilinos realquilados la mayor parte del año.

Mi ‘Madrid de los Austrias’ por tu ‘Manhattan’

La sección de intercambios temporales de casas resulta de lo más estimulante, sobre todo cuando la permuta se produce entre dos ciudades tan diferentes como Nueva York y Madrid. Es difícil imaginar el motivo por el que alguien quisiera cambiar un bonito apartamento en la zona más cara de Manhattan por un estudio en la Gran Via durante la noche de fin de año, pero eso es exactamente lo que ha pasado en Craigslist hace apenas una semana.

Si bien los intercambios no tienen garantía de éxito, siempre hay una serie de filtros de sentido común que se pueden aplicar a la hora de ceder el apartamento a alguien que se ha conocido por Internet. Se recomienda hablar por teléfono, y así tener una referencia directa, con el contacto del intercambio antes de cerrar ningún trato. Sin embargo, la buena noticia es que casi todos los que lo han probado repiten. Por algo será.

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