Nuevos avances tecnológicos permiten a personas invidentes o con minusvalías motoras usar las nuevas tecnologías

Uno de ellos son los sintetizadores de voz, que "cantan" los textos que aparecen en la pantalla del ordenador
Por EROSKI Consumer 23 de octubre de 2003

Actualmente son muchas las personas que se ven incapaces de enviar un mensaje a través del móvil o navegar por Internet porque son invidentes o padecen alguna minusvalía motora. Por fortuna, cada vez son más las empresas que, en estrecha colaboración con organismos institucionales, tratan de aliviar esta situación.

El problema que ocasiona una capacidad visual disminuida se hace especialmente patente en la industria informática, donde el usuario ha necesitado tradicionalmente de la vista para manejar el ordenador.

Los primeros avances en aplicación de tecnologías para superar esta barrera son recientes y datan de la década de los ochenta. Se trataba de dispositivos de entrada de datos y recepción auditiva muy rudimentarios. La adaptación de los ordenadores para discapacitados no se abordó seriamente hasta 1995, año en que se comercializó la versión 95 de «Windows».

Era la primera vez que un sistema operativo incluía un conjunto de herramientas para adaptar el entorno gráfico a una visión reducida. Curiosamente, supuso no pocos problemas para el colectivo de ciegos, al incorporar un entorno gráfico en el que las líneas de texto de MS-DOS eran sustituidas por ventanas, menús desplegables y elementos que se movían por la pantalla. Los casos de ceguera leve pueden, hasta cierto punto, apoyarse en sistemas de ampliación de caracteres implementadas en el propio código de las últimas versiones de «Windows».

Sintetizadores de voz

El mayor problema lo suscita, según los expertos, la discapacidad visual aguda. En estos casos, la tecnología actual se vale de varios recursos. Uno de los más extendidos es el que emplea sintetizadores de voz para «cantar» los textos que aparecen en pantalla. Estos sintetizadores han conseguido en algunos casos hacerse portátiles.

Los sintetizadores de texto tienen un complemento natural en los dispositivos braille. Hoy existen teclados con retículas de este alfabeto, creado en el siglo XIX, que permiten a las personas invidentes leer y escribir textos e incluso llevarlos al papel en impresoras especialmente adaptadas.

El capítulo de informática para invidentes se cierra con aplicaciones destinadas a interpretar el código HTML de las páginas web y traducirlo mediante un sintetizador, y las aplicaciones de reconocimiento de caracteres que permiten «leer» páginas de documento escrito y llevarlas al ordenador, donde se traducen.

En cuanto a los libros electrónicos, a diferencia del alfabeto braille, que ocupa mucho más espacio físico en la página que el normal, eliminan el problema de espacio, sumando además la ventaja de ser compatibles con las aplicaciones para invidentes comentadas.

Implantes biónicos

El segundo gran grupo de beneficiados por las nuevas tecnologías lo componen las personas con discapacidades motoras. Los sistemas operativos más recientes incluyen algunas mejoras que permiten realizar determinadas funciones sin tener que pulsar varias teclas a la vez o mediante dispositivos especiales de entrada de datos en casos de inmovilización extrema. En cualquier caso, se trata de equipos muy caros y que deben ser diseñados a la medida de cada sujeto.

Lo último en nuevas tecnologías aplicadas a problemas motrices son los implantes biónicos, como el realizado el pasado mes de septiembre a Jesse Sullivan en Estados Unidos. Este hombre se sometió a una operación en la que se le implantó un brazo mecánico conectado a las terminales nerviosas del hombro y cuyos movimientos podía controlar mediante ondas cerebrales, como si fuera un apéndice normal.

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