Orange ha iniciado una agresiva campaña comercial para intentar retener a los clientes de telefonía móvil de Euskaltel, dentro del litigio que ambas compañías mantienen sobre el control de casi medio millón de usuarios. La filial de France Télécom, propietaria de la antigua Amena, comenzó a enviar ayer un mensaje a los celulares de la operadora vasca en los que ofrece a sus titulares un equipo nuevo y gratuito, además de un descuento del 50% en sus facturas durante el resto de su vida.
Para tener acceso a esta propuesta, Orange proporciona un teléfono de contacto, en el que una empleada repite la oferta sin aportar nuevos datos y señala a los interesados en ella que la empresa se pondrá en contacto con cada cliente a partir de mañana. Un portavoz de la firma ha confirmado el lanzamiento de esta campaña.
EKA-OCUV denuncia la no intervención de la CMT y le exige que arbitre en el conflicto «con la máxima urgencia»
Euskaltel decidió en septiembre romper el acuerdo que mantenía con Amena -ahora Orange-, del que era un comercializador en el País Vasco, para convertirse en operador virtual de telefonía móvil de la mano de Vodafone. Desde ese mismo momento, las dos compañías se adjudicaron la titularidad de los clientes. La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) ha abierto un expediente sobre el contencioso, pero todavía no ha adoptado ninguna decisión.
El principal inconveniente al que se enfrenta Orange es que no dispone de algunos datos claves para la facturación, como el DNI -el CIF, en el caso de las empresas- y las cuentas bancarias de domiciliación de recibos. Esa información está en poder de Euskaltel, que es quien ha realizado los cobros hasta ahora. La operadora vasca se ha negado a entregarlos a la filial de France Télécom con el argumento de que se lo impide la Ley de Protección de Datos. Así, la oferta de entrega de un nuevo terminal gratuito puede perseguir un contacto personal con cada cliente para recabar sus datos bancarios.
Portavoces de Euskaltel indicaron que la ofensiva comercial de Orange puede ser discriminatoria si sólo se produce en el País Vasco y no se extiende al conjunto de clientes de esa empresa, y «puede ser ilegal si se demuestra que se están ofreciendo tarifas por debajo de los costes reales».
Malestar entre los clientes
Mientras el grupo que preside José Antonio Ardanza confía en una rápida intervención de la CMT para detener esta guerra y aclarar a quién corresponden los casi 500.000 clientes en juego, la Organización de Consumidores y Usuarios vasca EKA-OCUV ha declarado a CONSUMER EROSKI que ha detectado un «malestar general» entre los clientes ante una situación que la propia organización califica de «intolerable».
EKA-OCUV ha mostrado su «indignación» en un comunicado en el que manifiesta que los clientes no son «monedas de cambio», reitera que no se les está guardando «el debido respeto ni se les informa de la situación real en la que se encuentran», e insiste en que las empresas «primero deben de arreglar su situación y que una vez solventada tendrán que informar a sus clientes de una forma sencilla, clara y veraz».
EKA-OCUV denuncia la no intervención de la CMT y le exige que arbitre en el conflicto «con la máxima urgencia». Por último, asegura que «los clientes de Euskaltel pertenecen a la compañía ya que así figura en los contratos».