Claves para emprender el Camino de Santiago con seguridad

Preparase físicamente antes de iniciar la ruta, viajar con la ropa indispensable y cuidar la alimentación son las claves para disfrutar y llegar al destino con buena salud
Por Rubén García 25 de julio de 2008

Img caminoLa leyenda reza que un campo de estrellas, «campus stellae» en latín, marcó a un pastor el lugar en el que se hallaba enterrado el apóstol Santiago. Desde entonces, y han pasado doce siglos, centenares de miles de peregrinos han acudido a la ciudad homónima. Lejos de remitir, la afluencia de caminantes, ciclistas o caballistas, que de todo hay, sigue creciendo. 115.000 recibieron la Compostela, la certificación de la Archidiócesis de Santiago que acredita que se ha realizado el peregrinaje, en 2007. El Camino Francés, que se inicia desde Saint Jean Pied de Port o Roncesvalles, es el más transitado y cubre una distancia cercana a los 800 kilómetros. No es la única opción. El fervor jacobeo ha generado a lo largo de la Historia distintas rutas que aún perviven: el Camino Aragonés, el Camino del Norte, el Camino Primitivo, la Vía de la Plata, el Camino Sanabrés y el Camino Portugués. El trayecto de todas ellas no es tan suave y fácil como el de un paseo dominical, ni tan duro y arriesgado como un raid de aventura por el desierto. A continuación se detallan las grandes claves para poder llegar en las mejores condiciones al Pórtico de la Gloria.

1. La peregrinación ¿Adecuada para todos los públicos?

Es apta para casi todos los públicos. Puede realizarlo cualquier persona que, o bien practique deportes aeróbicos con regularidad, o bien se prepare físicamente con antelación. Debido al esfuerzo continuado que supone recorrer etapas de entre 20 y 30 kilómetros día tras día, no está aconsejado para niños, mujeres embarazadas y personas que sufran algún tipo de problema respiratorio o coronario. Las personas mayores de 65 años deben realizar una prueba de esfuerzo antes de iniciar la aventura.

2. Estado físico: ¿Cómo prepararse para afrontar la ruta?

  • La preparación debe comenzar dos meses antes a partir de la ficha fijada para emprender el Camino.
  • Es recomendable practicar senderismo al menos una vez a la semana, alternando rutas de entre 15 y 20 kilómetros, para adquirir un buen tono físico, además de caminar o practicar footing un par de días entre semana.
  • En estas salidas es indispensable utilizar las mismas botas o zapatillas de trekking que se vayan a utilizar durante la peregrinación y una mochila para habituarse a caminar con peso.

3. La mochila: tamaño y capacidad

La mochila es, junto a las botas, uno de los elementos más importantes del equipo del peregrino:

El Camino de Santiago es un fenómeno religioso, cultural y deportivo que, sólo el año pasado, fue recorrido por más de 114.000 personas de 122 países distintos

  • Su capacidad debe oscilar entre los 40 y 50 litros. No conviene utilizar una de mayor volumen porque, por un lado, su peso es mayor y, por otro, se puede caer en la tentación de llenarla de objetos innecesarios. Una persona de 70 kilos deberá cargar una mochila de 7 kilos. Todo el peso que supere esta cifra pasará factura en forma de rozaduras y dolores musculares.
  • Sus costuras deben ser fuertes, las hombreras acolchadas, disponer de bolsillos laterales y un sistema en la espaldera que permita su regulación según la altura de cada usuario. Además, debe incluir una funda impermeable que permita cubrirla en días de lluvia.

4. Viajar con lo indispensable

Además de la sudadera, camiseta, pantalones de trekking, la muda, los calcetines y las botas que llevemos puestos, hay que cargar:

  • Un saco de dormir ligero de 700 u 800 gramos
  • Una cantimplora de un litro
  • Un par de mudas
  • Dos pares de calcetines transpirables de trekking
  • Un par de camisetas técnicas (nunca de algodón, ya que no transpira y no son fáciles de secar)
  • Pantalones de senderismo convertibles
  • Una sudadera y un chubasquero ligero o cortavientos
  • Una visera o un gorro que proteja el cuello
  • Una toalla
  • Chanclas para la ducha
  • Un neceser con un cepillo y pasta de dientes, una pastilla de jabón que sirva tanto para el aseo como para lavar la ropa y unas cuchillas de afeitar
  • Pequeño botiquín con aspirinas, crema solar de alta protección y tiritas, yodo y agujas esterilizadas para curar las ampollas
  • El DNI, la Tarjeta Sanitaria, una tarjeta de crédito y la credencial del peregrino
  • Incluir un rollo de papel higiénico, imperdibles, varias pinzas para la ropa y una pequeña cuerda que nos permitirán secarla en cualquier lugar.

5. Alimentación

Una buena forma física y la iniciativa propia para recorrerlo, claves del éxito

  • El desayuno debe ser completo, a base de cereales, lácteos, zumo y fruta.
  • Durante la ejecución de la etapa es necesario tomar agua o bebidas energéticas cada hora y no esperar a tener sed.
  • No hay nada mejor que los frutos secos, las barritas de cereales y el chocolate para reponer el gasto calórico.
  • Caminar con el estómago lleno no es saludable. Por eso la comida fuerte del día hay que hacerla al final de la etapa. Si la jornada se alarga y es necesario comer durante la marcha, conviene optar por un bocadillo o un plato ligero a base de pasta o verdura.

6. ¿Lanzarse a la aventura o planificar las etapas?

Es preferible la segunda opción. Hay que documentarse sobre la ruta que se va a realizar e informarse sobre todo lo relacionado con la historia, las etapas y los albergues disponibles durante la peregrinación. Conviene establecer un calendario previo atendiendo a los días disponibles y al número de etapas que se pretenden hacer.

7. Asociación de Amigos del Camino de Santiago

Se trata de sociedades formadas por y para los peregrinos. En España hay cerca de 40 repartidas por casi todas las provincias. Los miembros de estas sociedades se encargan de revitalizar y señalizar el Camino de Santiago a su paso por la región y, además, se ofrecen voluntariamente como hospitaleros en la red pública de albergues de peregrinos. Es recomendable acudir a la Asociación de Amigos más cercana al domicilio en persona para recibir consejos muy útiles y adquirir la credencial.

Antes de partir conviene leer toda la información relativa a la ruta y dejarse aconsejar por una Asociación de Amigos del Camino de Santiago

La credencial del peregrino

Es un pequeño documento que sirve de salvoconducto y que, además de reflejar los datos del peregrino y la fecha y lugar donde ha comenzado la peregrinación, incluye unas casillas que se deben sellar en los albergues al menos una vez al día. Su presentación es indispensable para pernoctar en los albergues de peregrinos y para, una vez en Santiago, probar que se ha realizado la peregrinación y obtener la afamada Compostela.

8. Los albergues no son hoteles

En todas las etapas de las rutas más importantes hay, al menos, un albergue. Son alojamientos exclusivos para los peregrinos que porten la credencial, pero no son hoteles y en ellos no se puede reservar plaza por respeto a los demás peregrinos, así que se ocupan por orden de llegada. Es habitual descansar en saco de dormir sobre una litera. Los hay más o menos sofisticados, pero la mayoría dispone de los servicios básicos, como duchas y agua caliente.

9. ¿Cómo se desarrolla una etapa?

Cada persona debe cargar su mochila con el equivalente al 10% de su peso corporal

Es conveniente levantarse antes del amanecer para comenzar a caminar con las primeras luces del día, no sin antes realizar una tabla de estiramientos. Una vez en marcha, cada persona tiene su ritmo y no hay que caer en el error de andar más deprisa para seguir a otros peregrinos. Por fortuna, el Camino de Santiago no es sólo un sendero y muchas localidades por las que atraviesa ofrecen un extraordinario legado artístico e histórico que merece la pena visitar y conocer.

10. ¿Qué hacer al llegar a Santiago?

Tras 800 kilómetros, la llegada a la Plaza del Obradoiro y la visión de la catedral de Santiago de Compostela suponen para el peregrino un torrente de emociones retenidas difíciles de describir. Los caminantes, tras la visita a la catedral y el abrazo a Santiago, se dirigen a la Oficina del Peregrino para sellar por última vez la credencial y obtener la Compostela, un certificado que demuestra que se ha realizado el Camino por motivos religiosos.

11. El presupuesto, alrededor de 1.000 euros.

El esfuerzo económico, además del físico, es otro elemento a tener en cuenta. El gasto medio por albergue es de seis euros. A ello hay que sumar los gastos de comida, cena, bebida, lavado y secado de ropa y algún imprevisto que puede originarse por la visita a algún monumento. En total, el coste medio es de 24 euros al día.

El presupuesto de la peregrinación ronda los 1.000 euros

El cálculo aproximado que debe prever el caminante a Santiago es de 30 euros cada jornada incluyendo alojamiento y manutención. Por lo tanto, si se realiza el Camino Francés, que consta de 29 etapas, dos más si se continúa hasta Finisterre, el desembolso rondará los 1.000 euros.

Más información en www.caminodesantiago.consumer.es/

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