Hoteles, categorías y calidad

Aunque cada comunidad autónoma legisla en su territorio la ordenación del turismo, las normas y características de los establecimientos hoteleros suelen ser bastante similares
Por Rocío Gutiérrez 6 de junio de 2007
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Imagen: Ami Shah

Elegir correctamente un hotel condicionará en buena medida la marcha de las vacaciones o de una estancia por motivos de trabajo. Además de la calidad, factores como la atención amable, la limpieza del establecimiento o el entorno en el que se encuentre influirán considerablemente en el nivel de satisfacción de los usuarios. Clientes que, en numerosas ocasiones, se guían por el número de estrellas que tiene el establecimiento, aunque no siempre se conozca con exactitud qué requisitos han de cumplir los distintos tipos de alojamiento.

Indudablemente, un hotel de cinco estrellas constituye un alojamiento de excelente calidad. Salvo ofertas, sus tarifas suelen ser más elevadas que las de los hospedajes de categorías inferiores. Pero no todos los bolsillos pueden permitirse pagar habitaciones de un coste tan elevado por noche. Además, antes de escoger conviene tener en cuenta las necesidades que se derivan de cada desplazamiento y conocer que en España los establecimientos hoteleros se clasifican en diferentes modalidades:

  • Hoteles: Su categoría puede ser de cinco, cuatro, tres, dos o una estrellas. Facilitan alojamiento con o sin servicios complementarios.
  • Pensiones: De menor calidad y precio que los hoteles. Pueden tener tres, dos o una estrellas.
  • Apartahoteles: Su estructura e instalaciones permiten la conservación, elaboración y consumo de alimentos.
  • Moteles: Se encuentran en las proximidades de carreteras y áreas de servicio. En este caso las estancias suelen ser de escasa duración.

Características de los hoteles según su clasificación

Atendiendo al número de estrellas, los hoteles que consiguen reunir cinco han de estar construidos com materiales de primera calidad y deben gozar de condiciones y equipamientos de lujo y confort reseñables. Los de cuatro estrellas también disponen de instalaciones de primera calidad. Además, es obligatoria en estos establecimientos la existencia de cajas fuertes a disposición de los clientes. A medida que se va reduciendo el número de estrellas, disminuye también el nivel de calidad y lujo hasta llegar a los hoteles de una estrella, que dispondrán de las condiciones indispensables de comodidad.

Normativas comunes y específicas por comunidades

Cada comunidad autónoma legisla en su territorio la ordenación del turismo. No obstante, aunque algunos aspectos pueden variar de unas regiones a otras, las normas y características de los establecimientos hoteleros suelen ser bastante similares. Así, los hoteles en general deben estar dotados en todas las comunidades de infraestructuras que garanticen las condiciones necesarias de seguridad y calidad. Además, según señalan desde AEDAVE, Asociación de Empresarios de Agencias de Viajes Españolas, «el servicio de los pisos deberá cuidar que las habitaciones estén perfectamente dispuestas y limpias en el momento de ser habitadas por los clientes».

Respecto a la prestación del servicio de comedor, éste tendrá lugar dentro del horario señalado por la dirección del establecimiento que comprenderá un período mínimo de dos horas y media para cada una de las comidas principales. Además, si el recinto oferta un servicio de lavandería y planchado, «deberá tener la ropa preparada y devuelta a sus clientes en el período de cuarenta y ocho horas, salvo que se haya concertado el servicio urgente», remarca AEDAVE.

Por otro lado el establecimiento deberá contar con un botiquín de primeros auxilios, así como los servicios de asistencia médica y practicante, facilitados por cuenta de los clientes. Por último se establece como obligación la atención a los clientes con la máxima amabilidad y cortesía además de una correcta presentación a los clientes.

Con la entrada en vigor de la Ley Antitabaco los hoteles podrán reservar hasta un 30% de las habitaciones para los fumadores. Pero en el resto del establecimiento no se podrá fumar.

Por otro lado, conviene reseñar algunos aspectos que varían dependiendo de las normas reguladas en cada comunidad. Así por ejemplo, en el caso de Asturias, no se exige que exista climatización en hoteles de cuatro estrellas. Canarias por otro lado, establece en su regulación una superficie para las habitaciones más amplia que en el resto comunidades.

‘Q’ de calidad

Con la finalidad de promover sistemas de calidad en el sector turístico y apoyar en esta labor a las administraciones central y autonómica surge en el 2000 el ICTE, Instituto para la Calidad Turística Española. Así, esta entidad, independiente, privada y sin ánimo de lucro, otorga a los establecimientos hoteleros, la Marca Q, o ‘Calidad Turística Española’. Un distintivo que aporta prestigio, distinción, fiabilidad y rigor a los establecimientos turísticos certificados.

De este modo, los establecimientos que se adhieren a la ‘Q, de calidad Turística’, según informa el propio ICTE, se someten a formación sobre la norma pública a la que se sujeta esta marca. Así, “el establecimiento se somete a una evaluación de sus características iniciales y a planes de mejora”, señalan desde el Instituto para la Calidad Turística. Una vez realizada, pasará un auditoría y si los resultados son positivos obtendrá la ‘Q’ de calidad.

Además de la calidad, factores como la atención amable, la limpieza del establecimiento o el entorno en el que se encuentre influirán en el nivel de satisfacción de los usuarios. A efectos prácticos para los clientes de los establecimientos hoteleros, la ‘Q’ de calidad supone que, por ejemplo, en establecimientos de cinco estrellas, las sábanas se cambien todos los días, y los productos de higiene personal sean ocho: champú, gel, gorro de ducha, peine, cremas, etc.

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