Intercambio de vacaciones

Supone un gran ahorro económico al no tener que desembolsar el importe del alojamiento durante ese periodo
Por EROSKI Consumer 30 de septiembre de 2005

Si está cansado de su segunda residencia, de ir de vacaciones siempre al mismo sitio, si le gustaría conocer mundo sin dejar de sentirse como en casa, tal vez el intercambio de vacaciones sea una solución. Porque existe la posibilidad de intercambiar su apartamento por otro alojamiento durante una temporada.

Es posible ir de vacaciones pagando sólo el transporte gracias a la existencia de varias agencias con amplias bases de datos y páginas web dedicadas a rentabilizar al máximo las propiedades en lugares de descanso. En algunas de ellas hay que pagar una pequeña cuota por inscribirse, anunciarse o por recibir la información.

Mediante el sistema del intercambio el propietario puede suprimir los gastos de hotel o alquiler y escoger alojarse en un establecimiento turístico urbano, una casa rural, de playa o montaña. Puede viajar a cualquier destino, ya que es fácil encontrar ofertas tanto nacionales como internacionales, con variedad de acomodos y duraciones.

El concepto de intercambio se ha extendido a caravanas, veleros, roulottes, incluso bungalows en campings. También puede ser que en el intercambio se brinde la posibilidad de disponer de un vehículo, bicicletas, barcas, etc.

Como propietario puede ofertar su propiedad en intercambio. El acceso a las ofertas es libre, pero es aconsejable buscar la garantía de contactar directamente con el dueño del alojamiento de destino o su representante a través de la correspondencia o de llamadas telefónicas.

Aquellas personas que intercambien vacaciones únicamente han de tener en cuenta que se impone en todo momento como condición realizar una utilización responsable y un uso lícito de los servicios que se ofrecen. El resto de los pormenores y acuerdos se establecen entre ambas partes.

Pese a que son muchas las buenas experiencias que cuentan los «cambistas», es lógico tener dudas sobre esta original fórmula de vacaciones. Los intercambios se basan sobre todo en la confianza y el respeto mutuo, hay que pensar que mientras nosotros estamos en su casa ellos están en la nuestra.

No obstante, conviene tomar algunas precauciones, planificar el intercambio con tiempo, resolver todas las dudas antes de tomar la decisión e incluso notificar a los seguros del hogar y de los vehículos el cambio de manos que sufrirán durante ese tiempo.

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