Renfe se ha sumado a las aerolíneas y ha lanzado el billete electrónico con el objetivo de mejorar la calidad de su servicio y al mismo tiempo lograr reducir costes. Los usuarios de la compañía ferroviaria pueden desde ahora imprimir en sus casas u oficinas un billete electrónico que servirá para, sin más trámites, embarcar en los trenes de larga y media distancia (AVE y Grandes Líneas, salvo los «trenhoteles» internacionales). Como paso previo, y solamente en la primera ocasión, será necesario que quienes quieran usar el nuevo servicio acudan a una taquilla tradicional para que la compañía les ofrezca una clave personal y valide su tarjeta de crédito.
Aunque por el momento los billetes que se emitan a través de este sistema no tendrán ningún descuento, Renfe no descarta lanzar alguna promoción en el futuro. «La ventaja que obtiene el usuario, por ahora, es la comodidad de tener el tique donde se quiera», explicó la empresa.
La firma no quiso desvelar el ahorro que supondrá la gradual reducción del sistema tradicional, pero adelantó que, en breve, se replanteará su política comercial. En la actualidad abona a las agencias de viajes una comisión del 8,5% del precio del billete. Esta cuota podría verse reducida -lo que ya ha ocurrido en el sector aéreo- en función de la marcha del «cibertique».
La anulación del billete no tendrá gastos adicionales si no se ha llegado a imprimir. Otra de las novedades es la utilización de mensajes cortos de texto a través del móvil. Quienes hayan comprado sus billetes en Internet y así lo deseen, podrán recibir en su teléfono un mensaje con el localizador y los detalles del tique.
