Cómo valoran los bienes los seguros de hogar

Las aseguradoras hacen una estimación aproximada de 600 euros por metro cuadrado para el continente. Respecto al mobiliario y los objetos de valor, no es conveniente tasar su valor de venta como segunda mano.
Por EROSKI Consumer 3 de marzo de 2004

Para el continente los seguros hacen una estimación aproximada de 600 euros por metro cuadrado. Así, una vivienda de 120 metros cuadrados se asegura en 72.000 euros (unos 12 millones de pesetas). Si el edificio es de construcción de lujo o de tipo chalet, la valoración puede subir a 900 ó 1.000 euros. En garajes y trasteros se toma como referencia la mitad del precio aplicado para cada metro cuadrado de vivienda.

Respecto al contenido, es decir, el mobiliario y los objetos de valor, es importante apuntar que no consiste en tasar su valor de venta de segunda mano. En caso de siniestro, la aseguradora restituirá los dañados por otros nuevos de similares características. Por tanto, se trata de estimar este coste. Lo mejor es consultar un comercio especializado o los folletos publicitarios que llegan al buzón y sumar cuánto costaría a día de hoy amueblar la casa entera con muebles, ajuar y electrodomésticos similares a los actuales. Ese es el importe asegurado que debe constar en el contrato.

Para las joyas y objetos de valor, si ninguna de las piezas supera por sí sola los 1.202,2 euros, se puede hacer una tasación conjunta y asegurar en esta cantidad en las partidas de «Joyas fuera de caja de caudales» o «Joyas en caja de caudales». Los objetos de valor tienen una partida aparte.

En cuanto a la responsabilidad civil las aseguradoras estiman una cifra de 150.000 euros (25 millones de pesetas). Esto cubre los daños involuntarios a personas y bienes. Lo habitual es cubrir los daños a paredes y muebles del vecino por rotura de cañerías. Pero también cubre destrozos y daños personales a terceros en casos como, por ejemplo, una explosión o la rotura de una ventana que dañe a un viandante. En caso de heridas graves, secuelas o muerte, los procesos judiciales y la indemnización pueden arruinar cualquier economía familiar modesta, por lo que es muy importante tener bien asegurada esta responsabilidad civil.

Con estas coberturas queda asegurado el riesgo básico de un cliente medio. No obstante, las compañías ofrecen productos más completos en el que el cliente puede añadir prestaciones. Son la extensión de garantías, roturas, daños estéticos, asistencia en el hogar y defensa jurídica.

Algunas compañías incluyen en la póliza algunas de estas coberturas por norma y sin consultar al cliente. Por tanto, antes de firmar el contrato, conviene leerlo atentamente, comprobar los riesgos que se han incluido y preguntar cualquier duda al agente de seguros que nos atiende. En todo caso, se puede pedir presupuesto de seguro en varias compañías, comparar y optar por la mejor relación calidad precio.

La importancia de realizar una correcta valoración de la vivienda asegurada ajustará la prima que pagamos al riesgo real. En caso contrario, se crea una situación de sobreseguro o infraseguro, perjudicial en ambos casos para el cliente.

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