El precio de la vivienda en España está sobrevalorado en torno a un 20%, según el Banco de España

Los hogares endeudados con rentas bajas y los jóvenes son los sectores más vulnerables a una subida de tipos
Por EROSKI Consumer 6 de octubre de 2004

El precio de la vivienda en España está sobrevalorado en torno a un 20% y aunque el escenario más probable de evolución futura es una progresiva desaceleración, eso no quiere decir que no existan riesgos, advirtió este martes el director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina.

«Los riesgos existen, y son mayores cuanto más se prolongue el periodo de intensas subidas», precisó, tras recordar que entre el primer trimestre de 1998 y el primero de este año, la vivienda se ha encarecido al ritmo del 15% anual, frente al aumento del 3% del conjunto de los precios de consumo, lo que da idea de la fuerte revalorización experimentada en términos reales.

Malo de Molina identificó a los hogares endeudados de menores rentas y a los más jóvenes como los sectores más vulnerables a una subida de tipos de interés, y advirtió que «si se produjese una corrección en el precio de la vivienda más brusca de lo esperable en la actualidad», acompañada de alzas de tipos de cierta magnitud y de destrucción de empleo, las decisiones de gasto de las familias podrían resentirse. Aunque calificó este riesgo de «poco probable», consideró necesario mitigarlo anticipadamente en cuanto sea posible.

El director general del Banco de España aconsejó a los poderes públicos «un marco tributario que equilibre mejor los estímulos entre propiedad y alquiler». En su opinión, las dificultades que los arrendamientos encuentran para desarrollarse en España radican más en problemas de inseguridad jurídica de los arrendadores y en el raquitismo del mercado que en la fiscalidad.

Más suelo

Malo de Molina apostó abiertamente por mejorar la regulación del mercado de la vivienda ante la relativa rigidez de la oferta de suelo urbanizable. «Éste es seguramente el ámbito en el que el margen para actuar con el fin de aumentar la flexibilidad de la oferta de vivienda es mayor y, por tanto, debe ser objetivo prioritario de toda la política de vivienda», recomendó.

Por el contrario, estimó que las entidades de crédito no van a sufrir ajustes como consecuencia de oscilaciones del precio de la vivienda, ni siquiera en el peor de los escenarios.

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