Según los datos del Barómetro de Consumo 2003 de Fundación Grupo Eroski, realizado a partir de 5.000 encuestas, la vivienda es el único producto o servicio en el que los consumidores no dan el aprobado a la compensación que les produce el dinero gastado en su compra. El grado de compensación del gasto en este sector sólo llega a los 4,8 puntos, lo cual contradice la tendencia general registrada en los otros productos o servicios, ya que la sensación de compensación del gasto ha mejorado levemente en los tres últimos años. Así, el Barómetro de 2001 establecía el grado de compensación en 5,66 puntos, frente a los 5,78 puntos de este año. En 2002, este grado era de 5,65 puntos.
El máximo grado de compensación que siente el consumidor español en relación con el dinero que paga por productos y servicios, corresponde a los servicios médicos, con 6,3 puntos. A continuación se sitúan el sector de alimentos y bebidas (6), ropa y calzado, productos del hogar (menaje, etc.), ocio y cultura, y hostelería, todos ellos con 5,9 puntos.
Atendiendo a la evolución en estos tres años, se aprecia que mejora perceptiblemente la sensación de compensación del gasto en alimentos y bebidas (de 5,7 a 6 puntos), servicios médicos (de 6 a 6,3) y empeora en vivienda (de 5 a 4,8). La mayoría mejoran moderadamente, si bien transporte, comunicaciones y cultura apenas cambian.
Por sexos, los hombres encuestados manifiestan una mayor compensación del gasto que las mujeres (5,83 puntos los varones por 5,74 las féminas), mientras que los jóvenes (5,93) son los que se sienten más satisfechos al respecto, y los mayores (5,66 puntos), los que menos.
En cuanto al estatus social, las clases menos acomodadas perciben una menor sensación de compensación que las demás (5,88 las de alto-medio alto, frente al 5,68 de las de medio bajo-bajo).
Por zonas geográficas, Andalucía destaca como la de mayor sensación de compensación por el dinero gastado (5,92 puntos), y Canarias y Barcelona, como las de menor, con 5,63 y 5,58 puntos, respectivamente.
Finalmente, el Barómetro de Consumo 2003 constata que los consumidores que residen en las ciudades que son capital de provincia se muestran más compensados que el resto por el dinero que pagan por productos y servicios.
