Mudanza con un perro anciano, tres claves para hacerlo bien

A menudo, el perro mayor sufre ansiedad ante una mudanza de la familia y es crucial mantener la rutina y rodearle de sus objetos favoritos
Por Eva San Martín 16 de junio de 2012
Img perro maleta
Imagen: molajen

Los perros ancianos se adaptan peor a los cambios. Esto explica que, si realizar una mudanza puede ser un motivo de estrés para la familia, resultará más difícil para un animal mayor. No obstante, tres claves pueden ayudar a que cambiarse de casa sea menos traumático para el can: preparar al perro anciano para la mudanza, asegurarse de que está cómodo el día del viaje y habilitarle un lugar caliente y cómodo en el nuevo hogar.

Una mudanza puede resultar angustiosa para todos los miembros de la familia implicados en el cambio de casa. También para el perro y, de forma muy especial, si el animal es ya un can anciano. Tres claves pueden ayudar a que el cambio de hogar sea lo menos angustioso posible para el animal.

Clave primera: preparar al perro anciano para la mudanza

El perro es un animal de costumbres y, téngalo por seguro, conoce las rutinas de la casa y de los miembros de la familia con detalle. Los movimientos de maletas, las idas y venidas con cajas de cartón que ocupan toda la casa y los desplazamientos de muebles, libros y otros enseres personales no pasa desapercibido para el perro anciano. Esto explica que pueda sentirse intranquilo, incluso antes de haber comenzado la mudanza.

Los perros ancianos se adaptan peor a los cambios y una mudanza puede resultar difícil para ellos

Hay que prestar atención al sentimiento de seguridad del perro anciano. Esta es una de las cautelas que conviene tomar en el cambio de casa. Se debe acondicionar una habitación segura y tranquila para el perro senior, lo más alejada posible del trasiego de objetos y cajas. No olvide que el perro necesitará contar con agua fresca y comida en esa estancia provisional.

Algunos mimos especiales también pueden ayudar al animal a olvidarse (al menos en parte) del trasiego que originan las mudanzas. Su cojín preferido y los juguetes favoritos han de acompañar al perro durante esos días en su habitación. Respete su rutina y horarios de comidas. No descuide las atenciones, las caricias y sus paseos diarios y juegos para evitar que el perro se sienta olvidado o despistado entre tanto movimiento.

Clave segunda: asegurarse de que el perro está cómodo el día del viaje

Durante el traslado, deben seguir junto al perro los mismos objetos favoritos que ha tenido en su habitación durante la preparación de la mudanza, así como los mimos, caricias y palabras amables.

Recuerde que el can debe viajar en un transportín adecuado, que vele por su seguridad, pero también por su bienestar durante el desplazamiento. El cajón debería ser, por regla general, tan amplio como para permitir al perro ponerse de pie y estirar las piernas durante el trayecto. Utilice unas mantas para mejorar la comodidad durante el tiempo que dure el viaje.

Clave tercera: habilitarle un lugar caliente y cómodo en el nuevo hogar

Un perro anciano que acaba de llegar a una casa nueva puede manifestar su desconcierto con algunos comportamientos poco frecuentes en él hasta el momento. No es extraño que un can senior padezca el síndrome de ansiedad tras el traslado o que aumente sus ladridos. Los destrozos en el mobiliario o defecar en el interior de la casa son otros síntomas posibles en el animal de avanzada edad tras la mudanza.

El animal mayor detecta rápido los cambios de rutina y puede sentirse intranquilo incluso antes de haber comenzado el traslado

Habilitar un lugar caliente y cómodo, con su cama habitual, es un modo de tranquilizar al perro anciano. El uso de sus antiguos recipientes de comida y de bebida, así como verse rodeado de sus juguetes, puede ser una parte fundamental del proceso de adaptación del perro anciano a su nuevo hogar.

Pero ante todo, el animal necesita al dueño: no descuide los mimos hacia su amigo y recupere lo antes posible su rutina de comidas, juegos y paseos.

Cuándo se hace mayor un perro

Conviene tener en cuenta que el envejecimiento de un perro no ocurre a una edad concreta en todos los canes. Mientras que un perro de raza pequeña, de hasta diez kilos, puede convertirse en un can senior a los doce años de edad, las mascotas de mayor tamaño envejecen antes. No es extraño, por el contrario, que los canes de razas gigantes, que pueden superar los 45 kilos de peso, entren en la tercera edad cuando cumplen ocho años.

Consejos
  • Acondicione una habitación segura y tranquila para su perro senior durante la preparación de la mudanza, lo más alejada posible del trasiego de objetos y cajas.

  • Algunos mimos extra también pueden ayudar al animal anciano a olvidarse, al menos en parte, del jaleo habitual en las mudanzas.

  • Su cojín y juguetes favoritos deben acompañar al perro anciano durante estos días en su habitación.

  • Respete su rutina y horarios de comidas.

  • No descuide las atenciones, las caricias ni sus paseos diarios y juegos: hay que evitar que el perro anciano se sienta olvidado o despistado entre tanto movimiento.

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