Entrevista

Adelina García Roldán, enfermera y coordinadora española del Consejo Internacional de Consultores en Lactancia Materna

La madre produce todo el alimento que demanda su bebé
Por Maite Zudaire 20 de febrero de 2009
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Imagen: CONSUMER EROSKI

Enfermera de Atención Primaria, Adelina García fue en el tema de la lactancia discípula antes que maestra. Su propia maternidad la enfrentó a la desinformación, tabúes, prejuicios y falsas creencias que rodean al amamantamiento de un bebé. Para salvar su desconocimiento empírico en un acto de apariencia tan natural como alimentar a un hijo pidió ayuda a la Liga de la Leche, de la que hoy es monitora. El propósito de esta asociación es ayudar a que las madres conviertan lo teóricamente instintivo, dar de mamar, en un acto natural, gratificante y positivo, salvando las dificultades que entraña.

Adelina García validó su condición de profesional sanitaria y se formó como consultora del Consejo Internacional de Consultores en Lactancia Materna (International Board of Lactation Consultant Examiners, IBCLCE) con sede en Austria. Hoy hay 32 consultores certificados en España, uno de ellos varón, que han superado el examen que les acredita durante cinco años como tales. (Transcurrido este periodo, en el que se sucede la formación continua, han de revalidar su título por un periodo de tiempo igual). Los consultores se integran en la Iniciativa Hospital Amigo de los Niños, una acción lanzada por la OMS y UNICEF para animar a los hospitales, servicios de salud y, en particular, a las salas de maternidad, a adoptar las prácticas que protejan, promuevan y apoyen la lactancia materna exclusiva desde el nacimiento.

Las estadísticas señalan que más del 80% de las madres amamanta después del parto. Sin embargo, a los tres meses el porcentaje desciende y a los seis, tiempo mínimo recomendado por la OMS, no alcanza el 45%. ¿Qué sucede?

Un factor clave es la falta de información y de formación en todo lo relativo a la lactancia, no sólo a los problemas que puedan surgir y la manera de solucionarlos, también en el proceso de dar el pecho desde el mismo momento del nacimiento del bebé. Hay que aprender a hacerlo bien.

Pero, mamar y dar de mamar aparentan ser actos naturales e instintivos y, sin embargo, están llenos de dificultades.

Saber dar de mamar es también adquirir un conocimiento cultural y su transmisión social se está perdiendo. Si una mujer nunca antes ha visto dar de mamar al natural no tiene por qué saber hacerlo bien. Si a esto añades que no se le enseña o se le enseña mal, logrará dar de mamar con mayor o menor éxito, pero a la primera dificultad carecerá de recursos para superarla. Además, también hay que guiar al bebé en el aprendizaje, facilitarle el proceso y atender a su manera de ser y de actuar.

¿Todas las mujeres pueden dar de mamar?

El porcentaje de quienes no pueden hacerlo es muy bajo. Sucede con un síndrome de Sheehan (el infarto de la glándula pituitaria secundario de una hemorragia posparto), un hipotiroidismo sin diagnosticar o cuadros de deficiencia genética. La mayoría son aptas, el problema no reside en dificultades físicas.

¿Por qué se hace necesario entonces promocionar la lactancia materna, si es público y notorio que es más sana y más barata?

“Dar de mamar es fácil pero hay que aprender y hacerlo desde la libertad”

Muchas mujeres se sienten obligadas a amamantar sin estar seguras de que quieren hacerlo. Pueden estar convencidas de que es lo que “deben hacer” y cumplen con esa obligación desde el miedo y el recelo, lo que dispara las posibilidades de que la lactancia no sea satisfactoria y se abandone prematuramente.

¿Cómo se logra una lactancia satisfactoria?

Personalmente trato de transmitir a la madre que la lactancia es la mejor alimentación que puede dar al bebé y que será muy gratificante para ella misma. La ciencia, la OMS y la gran mayoría de profesionales sanitarios que nos movemos en este mundo sabemos que es así. Pero esta información y formación no sirven de nada si luego no recibe el apoyo para llevarla adelante. Este apoyo comienza desde el momento del parto, procurando que sea lo más natural posible y permita el contacto entre la madre y el bebé desde los primeros segundos. Muy pocas mujeres que han logrado una lactancia satisfactoria reniegan de ella.

¿Cuáles son las principales dificultades que hay que superar para lograrla?

Dar de mamar es fácil pero hay que aprender y hacerlo desde la libertad. Es una decisión de la mujer y en ella reside el poder como capacidad y como voluntad de hacerlo. Conviene contemplar la lactancia como un periodo que implica una serie de cambios, responsabilidades y satisfacciones. Si te venden que vas a emprender una lucha atroz en la que te llevas por delante tu relación con el mundo, difícilmente se verá lo positivo de estar seis meses alimentando a tu hijo exclusivamente con tu cuerpo. Hay que integrar la maternidad, la lactancia y el cuidado de los hijos en la realidad, sin prejuicios. Dar de mamar es moderno. La mujer que da de mamar no es antigua. Es una mujer formada e informada, que vive una etapa distinta en la vida productiva de nuestra sociedad pero, desde luego, plena e importante.

En ocasiones no es cuestión de voluntad. No se produce leche necesaria, o la sintonía entre madre e hijo no se logra, o los problemas son difíciles de superar.

“La cantidad de leche se adapta a la demanda del bebé, lo que dificulta que el niño pase hambre cuando se le da de mamar”

Es necesario erradicar mitos, y empecemos por el primero: los bebés no sólo comen y duermen. Los bebés interactúan con su madre y necesitan su contacto. El pecho no es solamente una fuente de alimento, es un vínculo con el útero. El bebé necesita el calor, el olor, el movimiento, el corazón de la madre, de manera que pedirá el pecho para comer pero también para otras necesidades importantes. Así que si llora no siempre es porque tiene hambre, y si se calma dándole el pecho no es siempre porque necesita comer. A partir de ahí, aprendamos a dar de mamar.

¿Cómo?

Sabiendo que la cantidad de leche se adapta a la demanda del bebé, así que será muy difícil que el niño pase hambre cuando se le está dando de mamar. Incluso las mamas funcionan de una manera autónoma. Si el bebé tiene preferencia por alguna ésta producirá más leche. Nunca hay que introducir el pezón en la boca del bebé, él lo busca y se coloca como mejor succiona. Él parará cuando se quede satisfecho. Eructará y volverá a la otra. Si no quiere más y la madre tiene dolor, para descargarse puede echar mano de un sacaleches, pero cuidado con esta práctica, en los momentos de crisis puede ser una trampa.

¿Cuáles son esos momentos?

En torno a las tres o cuatro semanas y a los tres meses el bebé hace un estirón y comienza a demandar más leche. Si antes hacía siete tomas ahora reclama nueve. En cuestión de pocos días volverá a reducir el número de tomas porque éstas serán más sustanciosas. Evitemos mientras suplementar la toma con leche artificial. No cometamos el error. Es cierto que un día el bebé quiere más y no tienes más, lo que te puede llevar a suplementar la diferencia de manera artificial. Pero es una trampa ya que no permites que sea el pecho quien trabaje para cumplir con la diferencia, de manera que primero serán 30 centilitros los que sean artificiales pero luego tendrán que ser más, pues no se habrá demandado a la mama más leche. Si le dejas tiempo, la madre produce todo el alimento que demanda su bebé.

¿El sacaleches ofrece alguna pista de la cantidad de leche que se tiene?

Ni el mejor sacaleches utilizado en las mejores condiciones logra obtener la cantidad de leche que es capaz de succionar un bebé, por eso es importante no relacionar las cantidades.

¿Existen diferentes categorías de leche materna?

Unas son más calóricas que otras, pero no hay una mejor que otra. Unas engordan más y otras menos, pero todas son el mejor alimento, el más nutritivo y el portador de propiedades inmunológicas. La leche materna se adapta al bebé hasta en su composición y a su entorno. Si la madre está afectada de un catarro, el cuerpo de la madre creará anticuerpos y la leche los portará, y el bebé se defenderá de ese entorno donde hay catarros en el aire. No es exagerado entender que en EE.UU. la leche materna está considerada casi como un medicamento. De ahí que proliferen los bancos de leche.

¿Cómo funcionan?

Básicamente se trata de instituciones donde se almacena leche materna donada para bebés abandonados, prematuros, separados de sus madres o que sus madres que no pueden amamantar. La leche que le sobra a otra madre o que dona una madre se conserva en condiciones óptimas para alimentar con ella a los bebés. En España, por el momento, hay dos bancos, uno en Madrid y otro en Baleares.

¿Qué pautas dietéticas recomienda a una mujer lactante?

Una dieta equilibrada, sin necesidad de un mayor consumo de lácteos. Sabemos que a la leche llega todo y su sabor varía según los alimentos que ingiere la madre, gracias a esto el bebé desarrolla el sentido del gusto. Observando al bebé se puede saber si algún alimento le resulta más incómodo de digerir, incluso si siente especial predilección por algún sabor.

¿Qué le ha parecido la imagen de la actriz Salma Hayek amamantando a un bebé en África?

Si se buscó potenciar la bondad de la lactancia sin duda es positivo, más aún cuando puede servir para romper la idea perversa de que la leche artificial es sinónimo de estatus social alto.

Aquel prejuicio comenzó a superarse en los años veinte en la sociedad norteamericana. ¿Estamos ahora en el buen camino?

Insisto: la mujer moderna da de mamar. Es lo más sano y lo mejor en muchos aspectos para el bebé y para la madre. Por eso muchas personas hacemos este esfuerzo para lograr que los índices de lactancia alcancen cifras óptimas.

¿Cómo se incluye al padre en la lactancia?

El papel del padre en la lactancia es fundamental. Cierto que ellos no alimentan a los hijos, pero ayudan a las madres a hacerlo, las animan, las cuidan. Es una oportunidad para unir a la pareja. El padre puede hacerse cargo de su hijo después de que éste coma: lo cambia, le da el baño, juega con él, le duerme… Y también es un apoyo para la madre en momentos de debilidad y flaqueza: tiene una perspectiva diferente que en ocasiones es muy necesaria. Le puede preparar a la madre su comida favorita. Su hijo también la degustará.

EN CONDICIONES PARTICULARES
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Imagen: CONSUMER EROSKI

Dar de mamar puede ser en circunstancias concretas un acto de mayor dificultad que en situaciones normales. Por ejemplo, amamantar a un bebé adoptado es posible. ¿Cómo? Según Adelina García, una “madre no biológica es capaz de producir leche y llevar adelante una lactancia satisfactoria” ayudada por un tratamiento hormonal. El caso de la adopción es extrapolable a aquellas mujeres que cambian de opinión a los pocos días de haber decidido no dar de mamar. Para García, “es posible reemprender el camino”. Hasta las mujeres que han sido masectomizadas de un pecho “pueden lograr que la otra mama ofrezca alimento”, o las que se han sometido a una cirugía estética, si no ha sido invasiva, “viven una lactancia plena”.

En el caso de que una mujer abandone la lactancia por estrés posparto, la posibilidad de relactarse de nuevo es factible. Incluso, asegura García, si ha habido un problema que ha obligado a separar el bebé de la madre, ésta puede “sacarse leche con un extractor hospitalario de la misma forma que si tuviera al bebé con ella”. No sólo es fundamental desde el punto de vista psicológico, sino que la madre conseguirá “darle de mamar en cuanto estén juntos”.

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