Relación entre hábitos alimenticios y enfermedades periodontales

La alimentación influye en el empeoramiento o la curación de las enfermedades de las encías, ya que aumenta o reduce la inflamación
Por Maite Zudaire 27 de octubre de 2011
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Imagen: Paul Downey

Las enfermedades periodontales son un importante problema de salud pública. Afectan a las encías y, entre ellas, destacan la gingivitis o la periodontitis, también conocida como piorrea. Según la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), un tercio de la población de 35 a 44 años las sufre, un riesgo que se incrementa con la edad, hasta el punto de que dos de cada tres personas entre 65 y 74 años están afectadas. Su prevención es sencilla y tiene como prioridad la consecución de buenos hábitos de higiene bucal. No obstante, puesto que las enfermedades periodontales tienen como base una reacción inflamatoria provocada por bacterias que destruyen las estructuras que rodean y mantienen el diente, el tipo de alimentación que siga la persona afectada influye en el empeoramiento de los síntomas o en su mejoría y curación.

Los ácidos grasos saturados provocan inflamación y, por tanto, su efecto es negativo en caso de periodontitis o gingivitis, justo el efecto contrario al que causan los ácidos grasos poliinsaturados de la serie omega 3, reconocidos por su capacidad antiinflamatoria. Un aporte seguro de fibra, antioxidantes y ciertas vitaminas (D, C) se revelan protectoras de estas enfermedades de las encías, que pueden provocar la pérdida de los dientes y están relacionadas con un riesgo cardiovascular mayor o con la descompensación de la diabetes.

Menos grasa saturada, menos inflamación de las encías

La grasa saturada provoca una respuesta inflamatoria en la encía, una de las causas de la enfermedad periodontal

La inflamación se reconoce como un factor causal de la enfermedad periodontal, como puede ser la gingivitis o la periodontitis. Diversos ensayos clínicos coinciden en señalar que un alto consumo de ácidos grasos saturados se asocia a un mayor número de eventos de enfermedad periodontal, en tanto que provocan una respuesta inflamatoria. Los expertos sugieren una asociación de este tipo de grasa en la progresión de la enfermedad periodontal, independiente al resto de características de la dieta. No en vano, se ha comprobado una relación estrecha entre las personas que sufren tienen gingivitis y, al mismo tiempo, sufren artritis, ambas con la inflamación como factor común.

En caso de padecer este trastorno, el primer paso consiste en hacer un diario dietético y apuntar todos los alimentos que se comen cada día durante varias semanas, con el fin de identificar los alimentos ricos en grasa saturada. Los siguientes consejos resultan de utilidad para reducir la grasa saturada de la dieta:

  • Repasar los productos que componen desayunos, almuerzos y meriendas. Es cuestión de prescindir de mantequillas, bollería y repostería industrial (si se elabora con aceites de coco y palma, ricos en grasa saturada), quesos, fiambres y embutidos, foie gras y patés y natas, entre otros.
  • Eliminar la grasa visible de carnes y aves antes de cocinar.
  • Escoger carnes magras: pollo y pavo sin piel, conejo sin grasa visible, filete de ternera, solomillo de ternera.
  • Incluir más pescado que carne y dar mayor presencia en la dieta al pescado azul.
  • Desgrasar los caldos de ave, carne y huesos en frío.
  • Si se toman lácteos, optar por la leche desnatada y los derivados poco grasos (yogur desnatado, queso fresco) o alternar el consumo con bebidas vegetales (avena, arroz, soja).
  • Eliminar de la dieta los productos elaborados con grasas vegetales de coco y de palma, presentes en repostería industrial o snacks por su riqueza en grasa saturada.

Dieta rica en omega 3, prevención y cura efectiva

Un mayor consumo de pescados azules, ricos en omega 3, es efectivo y seguro para la prevención y tratamiento de la periodontitis

La mayoría de los programas dirigidos a prevenir, tratar y manejar las enfermedades periodontales se centran en controlar la infección bacteriana causante y la respuesta inflamatoria. Los ácidos grasos poliinsaturados (PUFAs), en particular los de la serie omega 3 (DHA y EPA), tienen propiedades antiinflamatorias. Por esta razón, un mayor consumo de alimentos ricos en omega 3 o la ingesta de complementos específicos resulta una fórmula efectiva, segura y poco costosa en la prevención y tratamiento de la periodontitis.

El cuidado de la dieta se suma a la limpieza mecánica y, según el caso, a la aplicación de antibióticos locales como terapia conjunta de la periodontitis. La ingesta de complementos como el aceite de borraja y el de prímula (ambos ricos en ácido gamma-linolénico -GLA-, de carácter antiinflamatorio) puede ayudar a mejorar el perfil dietético de ácidos grasos a favor de los poliinsaturados con carácter antiinflamatorio. No obstante, el tratamiento con estos complementos debe tener la supervisión de un profesional sanitario que ajustará la dosis a cada individuo, dado que los efectos no son los mismos en todas las personas y pueden interaccionar con determinados medicamentos.

Por ello, el tratamiento más seguro y eficaz comienza por aumentar en la dieta la presencia de pescado azul, al resultar la mejor fuente alimentaria de omega 3 antiinflamatorios (DHA y EPA). Las anchoas o boquerones, las sardinas y otros pescados azules (verdel, palometa, chicharro o jurel, atún o bonito, salmón) estarán presentes en los menús, al menos, tres o cuatro veces por semana.

Además, si se tiene en cuenta la evidencia médica del beneficio de los omega 3 en el tratamiento de otras enfermedades inflamatorias crónicas (artritis reumatoide, enfermedades cardiovasculares, eczema, entre otros), el consumo de estos alimentos tendrá el beneficio adicional en la prevención y tratamiento de estas patologías.

Deliciosas recetas de pescados azules: no hay excusa

Sardinas a la santanderina, al grill con pimientos verdes, en escabeche al horno, en albóndigas o a la plancha. Anchoas rebozadas, gratinadas, rellenas, en tortilla. Chicharro o verdel asado con patatas y shitake, en terrina con verduras, en hamburguesa, al romero o en escabeche de estragón. Salmón en papillote con verduras o con gambas, al limón con salsa de yogur o mezclado con pasta.

LA DIETA, CLAVE EN LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO

En el Séptimo Taller Europeo sobre Periodoncia que tuvo lugar en La Granja (Segovia, España), la última y reciente reunión del Grupo Europeo de Investigación sobre Periodoncia (ERGOPerio), se llegó a la conclusión de que la dieta tiene una asociación directa tanto en la prevención y tratamiento como en el desarrollo de la periodontitis. Según el panel de expertos, los estudios demuestran una relación inversa entre el consumo de fibra, vitamina D, vitamina C, magnesio, antioxidantes y ácidos grasos poliinsaturados y la prevalencia de periodontitis.

Ante esta evidencia, los expertos recomiendan la reducción o eliminación de ciertos alimentos y el aumento de otros por su eficacia en la prevención y tratamiento de las enfermedades periodontales. Al consejo principal y más conocido de reducir los azúcares refinados a favor de la salud bucal, se suma el de aumentar la ingesta de frutas, verduras y bayas, pescados azules y aceites de pescado.

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