¿Los bebés recién nacidos pueden tomar agua?

Los expertos recomiendan no ofrecer agua a los niños hasta los seis meses de edad, mientras ingieran la suficiente leche materna o se hidraten con leches de fórmula
Por Cristian Vázquez 16 de julio de 2014
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Imagen: hugabub

¿Los recién nacidos pueden tomar agua? Entre las dudas fundamentales que surgen en madres y padres, sobre todo cuando hace mucho calor, está la de si hay que ofrecer agua a los bebés. Los expertos recomiendan que no, al menos hasta los seis meses, siempre que los niños se hidraten con la lactancia materna o la leche de fórmula apropiada. Como se recuerda a continuación, la leche materna dada a demanda satisface las necesidades de hidratación de los pequeños, mientras que las de fórmula hacen lo propio cuando el bebé no puede ser amamantado, explican los especialistas.

La leche materna hidrata a los bebés recién nacidos

La leche materna ofrece la cantidad de agua que los bebés recién nacidos necesitan

Una de las dudas más frecuentes que surgen en las madres y padres primerizos, sobre todo en épocas de altas temperaturas, es la siguiente: ¿pueden tomar agua los bebés recién nacidos? La respuesta es no, explican los expertos, en el caso de los niños que toman el pecho. ¿Por qué? La leche materna cubre todas sus necesidades de hidratación.

El menor de seis meses que es amamantado a demanda «no necesita ningún otro líquido, ni agua, ni infusiones», afirma el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (AEPED). Y para no dejar lugar a dudas, enfatiza: «Ni siquiera en los meses de mucho calor, ni siquiera si le llevan de vacaciones a India en agosto».

¿Pueden los bebés recién nacidos tomar agua?

El agua de grifo para preparar los biberones de la leche de fórmula de los bebés se debe hervir durante un minuto

La lactancia materna debe ser, siempre que sea posible, la forma de alimentación exclusiva durante el primer semestre de vida del bebé. Así lo recomiendan la Organización Mundial de la Salud, la AEPED y demás organismos especializados. La indicación sugiere también hacerlo a demanda, es decir, cada vez que el niño lo solicita. Y esto lo puede expresar de muchas maneras: buscar el pecho, llevarse la mano a la boca, hacer ruiditos, bostezar y, por supuesto, aceptar el pecho cuando se le ofrece.

Además, los especialistas recomiendan en un documento titulado ‘Cuidados generales del recién nacido‘ que la lactancia materna comience con sus primeras tomas, «tan pronto como sea posible» y «que se eviten los suplementos (agua, sueros orales o fórmulas lácteas) que no sean necesarios».

¿Pueden tomar agua los bebés con biberón?

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Imagen: kris krüg

¿Qué pasa con los bebés que, por algún motivo, no pueden ser amamantados? En estos casos, se debe recurrir a las leches de fórmula de inicio. Es de esta manera como el niño se hidrata.

Para su preparación, se debe emplear agua libre de gérmenes y pobre en minerales, en principio aguas envasadas o aguas potables del grifo, «si la composición lo permite por niveles de sales y de nitritos», explican los expertos. En este último caso (el de agua de grifo), los padres deben llevarla a ebullición durante un minuto.

Las leches de fórmula se deben suministrar con biberones, cada tres horas, entre seis y ocho tomas diarias. Los recién nacidos necesitan comenzar con unos 50 mililitros diarios por cada kilogramo de peso del bebé y luego ir aumentando entre 10 y 20 mililitros hasta alcanzar, hacia el día ocho o diez, los 150 o 170 ml/kg/día. Esta es la cantidad que se debe mantener durante el primer semestre, salvo indicación del médico.

¿Cuánta agua necesitan los bebés?

El agua corporal representa entre el 60% y el 80% del peso de un bebé, bastante más que para un adulto (menos del 50%). Eso explica las elevadas necesidades de hidratación en los niños. De hecho, si un adulto de 70 kilos de peso debiera mantener la tasa de 150 ml/kg/día, estaría obligado a ingerir unos 10 litros diarios de agua.

Después de los seis meses de vida, si el bebé ya come otros alimentos, «de vez en cuando se le puede ofrecer agua», informa el Comité de Lactancia Materna de la AEPED. Recomienda hacerlo siempre en vasos o tacitas, y no directamente de botellas, aunque sean pequeñas, ya que esto propicia infecciones. También es importante que el transporte sea siempre en envases bien cerrados y frescos, y tirar el agua que sobre del vaso.

A medida que crece, el niño beberá el agua que se le ofrezca. Se debe evitar añadir azúcar al agua y también sustituir esta por zumos u otras bebidas.

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