La comunidad científica contra el ‘marketing’ de la leche de fórmula

Expertos de la OMS y miembros de organizaciones académicas y no gubernamentales piden que se adopten medidas contra la comercialización abusiva de la leche artificial y la publicidad engañosa de su industria
Por María Huidobro González 27 de febrero de 2023
marketing leche de formula
Imagen: Helena Lopes
A pesar de los múltiples beneficios de la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, ni la mitad (48 %) de los bebés nacidos en todo el mundo son amamantados, según los datos más recientes de UNICEF. Las causas son diversas. Pero una está cobrando cada vez más importancia: las tácticas de comercialización de la leche de fórmula han conseguido que muchas mujeres dejen de dar el pecho a sus hijos muy pronto o que ni siquiera lo intenten. Estas mismas estrategias de marketing eran criticadas en 2022 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF, y ahora lo hace un grupo de investigadores en tres artículos publicados en la prestigiosa revista The Lancet, después de analizar 153 estudios sobre prácticas de marketing en más de 100 países durante 40 años. A continuación, resumimos sus principales conclusiones.

Los beneficios de la lactancia materna

“Los bebés hasta los tres años tienen más posibilidades de sobrevivir, crecer y desarrollar todo su potencial cuando son alimentados con leche materna”, comienza el primero de los artículos de la serie ‘Breastfeeding 2023’ en The Lancet firmado, entre otros, por Rafael Pérez-Escamilla, profesor de la Escuela de Salud Púbica de la Universidad de Yale (EE. UU.). Y recuerda que la lactancia materna es muy beneficiosa para los niños y sus madres, independientemente de su nivel económico:

  • La leche materna contribuye al desarrollo del cerebro, protege a los niños de la malnutrición, las enfermedades infecciosas y la muerte, a la vez que reduce los riesgos de obesidad y enfermedades crónicas en el futuro.
  • La lactancia materna ayuda a proteger a la madre contra las enfermedades crónicas, incluidos el cáncer de mama y de ovario, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.

Un ‘marketing’ que “explota” las preocupaciones de padres y madres

Sin embargo, a pesar de todas estas bondades, hay unos datos que a los autores de este primer artículo y los otros dos les llama la atención y no dejan de repetir: menos del 50 % de los bebés son amamantados de acuerdo a las recomendaciones de la OMS (exclusiva desde la primera hora de vida y durante seis meses, además de complementaria junto a los alimentos sólidos hasta los 2 años), mientras que la industria de la leche de fórmula ingresa al año 55.000 millones de dólares. “Más bebés y niños que nunca reciben productos de fórmula”, reconocen en el segundo artículo, y eso que son “incomparables en composición, propiedades inmunitarias y resultados de salud y desarrollo”.

Según denuncian los investigadores, algunos de ellos expertos de la OMS y miembros de organizaciones académicas y no gubernamentales, los mayores fabricantes de leche artificial se aprovechan de las emociones y dudas de los padres para manipular la información y generar ventas a costa de la salud y derechos de las familias. Esta industria “explota las preocupaciones de los padres sobre los comportamientos típicos e inestables de los bebés con declaraciones de productos y mensajes publicitarios infundados”, señalan.

Y lo hacen “malinterpretando” esos comportamientos y “violando” el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, un conjunto de normas para prevenir la comercialización inadecuada de la leche fórmula vigente desde 1981 que, por ejemplo, prohíbe entregar muestras gratuitas de este tipo de leche a las madres, los trabajadores sanitarios y los centros de salud. “Se incumple regularmente sin penalización alguna”, advierten.

De ahí que ante las “dudosas” prácticas de marketing de estas empresas, los expertos reclamen medidas drásticas, como un tratado jurídico internacional que ponga fin a la comercialización irresponsable de la leche artificial y salvaguarde la salud y el bienestar de las madres y las familias.

Las estrategias de la industria de la leche de fórmula

preparados lactancia artificial
Imagen: MART PRODUCTION

El marketing de la leche artificial “manipula y explota las emociones, las aspiraciones y la información científica con el objetivo de remodelar las normas y los valores individuales, sociales y médicos”, señalan los investigadores. Pero, ¿cómo lo hace exactamente?¿Qué estrategias de marketing “encubiertas” lleva a cabo esta industria? El segundo artículo de la serie publicada en The Lancet las aborda.

Las estrategias presentan estos productos como la solución para las madres con leche insuficiente y a sus preocupaciones respecto a ciertos comportamientos infantiles, que en realidad son muy comunes y parte del desarrollo normal de los niños. Y lo hacen con poca o ninguna evidencia de apoyo. Varios ejemplos que vieron en etiquetas y anuncios de las leches de fórmula son los siguientes:

  • Destacan que estos productos pueden aliviar la irritabilidad, los cólicos o el llanto de los niños en solo 24 horas. Para ello, utilizan con frecuencia las palabras “suave”, “sensible”, “calmar” o “comodidad” con el objetivo de apelar a valores emocionales y vender tranquilidad a los padres. Incluso afirman que tienen aditivos que proporcionan ese alivio, pero sin estar respaldadas por sus correspondientes ensayos.
  • Asocian el llanto infantil con la alergia a la leche de vaca para vender sus formulaciones especiales.
  • Afirman que la leche de fórmula mejora el sueño para que los bebés duerman por la noche más tiempo.
  • Sugieren que los preparados para lactantes les hace más inteligentes. “Usan términos como ‘cerebro’, ‘neuro’ o ‘coeficiente intelectual’ en letras grandes con imágenes de desarrollo precoz (bebés con gafas o sosteniendo un lápiz), pero los estudios no muestran ningún beneficio de estos productos”, aseguran en el artículo.
  • En los envases, otros elementos refuerzan esa imagen positiva y tranquilizadora: el minucioso listado de ingredientes, los colores (el oro), el tipo de letra…
  • Las estrategias de precios sacan rendimiento del “sentimiento de culpa de las madres que no amamantan” (y que no les importa pagar más), a la vez que emplean vales, descuentos, productos gratis… que se dan en los mismos centros de salud.
  • La publicidad sugiere que estos productos están respaldados médicamente y científicamente probados.

El marketing también presenta los preparados para lactantes como una opción de estilo de vida equivalentes a la leche materna y un reemplazo científicamente respaldado para todo el proceso de lactancia. ¿Cómo? Los investigadores comentan que reformula los mensajes de salud pública para promover aún más sus productos. Y ponen un ejemplo: aprovechan la recomendación de la OMS de alimentar exclusivamente con leche materna durante 6 meses para sugerir que después de este tiempo la lactancia artificial es necesaria, en lugar de seguir amamantando con alimentos complementarios, porque la leche materna sola es supuestamente insuficiente.

Cuando las madres tienen el apoyo suficiente, entonces esas preocupaciones se pueden resolver sin acudir a la leche de fórmula”, señalan los autores, quienes proponen que la investigación científica y las normas para estos productos sean reguladas con el mismo rigor que los productos farmacéuticos.

En el estudio también se hace referencia al uso de la tecnología digital (big data, inteligencia artificial…) para que el marketing de las leches artificiales sea mucho más potente, pues permite una segmentación en tiempo real. Unirse a un club de madres o de bebés en una red social, contar con aplicaciones en el móvil de embarazo o crianza, seguir a una determinada influencer… hace que los padres y las madres recientes sean más vulnerables ante ciertos mensajes. De ahí que los autores vean urgente la cooperación nacional e internacional con regulaciones que protejan a los consumidores en este sentido.

La lactancia materna, responsabilidad de todos

leche materna
Imagen: Tamilles Esposito

Los investigadores no se olvidan de otra de las patas de este problema y dedican un tercer artículo a ver sus razones sociales, políticas y económicas y plantear recomendaciones. Y es que tienen claro que la lactancia materna no es responsabilidad exclusiva de las mujeres, sino que requiere de un enfoque colectivo de la sociedad que incluye la implicación de gobiernos y políticas económicas y sanitarias.

Así, por un lado, sostienen que la lactancia materna “se ve socavada por políticas y sistemas económicos que ignoran el valor del trabajo de cuidados que realizan las mujeres, incluida la lactancia, y por la insuficiencia de las inversiones en la protección de los derechos de maternidad”. Por eso, hacen un llamamiento a los gobiernos para que proporcionen todos los recursos necesarios para la protección integral de los derechos de maternidad y para que adopten y hagan cumplir la legislación que prohíbe la discriminación contra las mujeres durante la maternidad.

Entre otras cosas, reclaman la implantación de un permiso de maternidad más remunerado de al menos seis meses, como también pide la OMS. Aunque en España se limita a 16 semanas, en el mundo hay 500 millones de mujeres que no tienen ninguna protección de maternidad. Y eso que los estudios indican, como recuerdan los investigadores, que las madres con al menos tres meses de baja (pagada o no) son un 50 % más proclives a continuar con la lactancia cuando regresan al trabajo en comparación con las madres que tienen que retornar antes a sus tareas profesionales.

Además, reconocen que varios factores estructurales contribuyen a que en los sistemas de atención de la salud no se promocione, proteja y apoye de manera adecuada la lactancia materna. Entre ellos destacan la insuficiente financiación pública de los servicios de apoyo a la maternidad y la lactancia materna o la normalización de la influencia empresarial y los conflictos de intereses en los sistemas de salud. Abordar estas deficiencias estructurales y los conflictos de intereses comerciales, además de aumentar la financiación pública y corregir el desajuste entre los intereses privados y públicos son las recomendaciones que hacen los expertos en el último artículo.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube