Embarazo y seguro privado, seis claves para escogerlo

Antes de elegir una póliza que cubra el embarazo y el parto, es necesario saber que hay que contratarla antes de quedarse en estado
Por Marta Vázquez-Reina 23 de enero de 2013
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Imagen: Bas Silderhuis

Uno de cada cuatro nacimientos en España es asistido por un seguro privado. Antes de contratar una póliza que cubra el embarazo y el parto, hay que estudiar la amplia oferta de prestaciones que ofrecen las compañías. Este artículo explica seis claves para escoger el seguro durante la gestación y el parto, entre ellas, cuándo hacerlo, los precios y qué servicios cubren.

Cerca de 10,5 millones de personas poseen un seguro de salud privado en España, según datos de ICEA (Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones). Y entre las prestaciones médicas más atendidas por las aseguradoras destacan el embarazo y el parto.

Uno de cada cuatro nacimientos en España es asistido bajo un seguro privado

El 26% de los niños españoles nacen bajo el paraguas de los seguros privados, según la memoria anual de la Asociación Empresarial del Seguro UNESPA. Ello implica que estas compañías atienden unos 130.000 nacimientos de bebés cada año.

La rapidez en la atención, poder realizar las pruebas diagnósticas durante el embarazo sin listas de espera, así como disfrutar de habitación y baño individuales durante el parto, son razones que explican estas cifras.

A continuación se ofrecen seis claves que se deben tener en cuenta a la hora de elegir un seguro privado que cubra el embarazo, el parto y los primeros días de vida del bebé.

1. Cuándo contratar el seguro para el parto

Si se tiene pensado contratar un seguro de salud durante el embarazo y el parto, es aconsejable ser previsor, ya que hay contratarlo antes de quedarse embarazada.

Para que el seguro sea válido durante el parto, hay que contratarlo ocho o diez meses antes

La mayoría de las compañías establecen un tiempo mínimo desde que se contrata la póliza hasta la prestación durante el parto de entre entre ocho y diez meses. Es lo que llaman periodo de carencia. Esto quiere decir que si la mujer tiene previsto dar a luz antes de que transcurra ese plazo, la aseguradora no se hace cargo de los gastos ocasionados por este servicio.

Algunas compañías dan la opción de pagar una cantidad (entre 2.000 y 3.000 euros) para cubrir el parto. Y no exigen el periodo de carencia en el caso de bebés prematuros.

2. Precio de los seguros para el embarazo

El coste de un seguro para el embarazo oscila entre 53 y los 76 euros mensuales, en función de las coberturas que ofrezca. Esto es válido para una mujer de unos 35 años y embarazada de cuatro semanas, según la reciente investigación de EROSKI CONSUMER, que analiza diez compañías.

Los principales factores que determinan el precio son la edad de la mujer y la ciudad de residencia. La diferencia puede alcanzar el 30% del importe.

3. Tipo de seguro para la embarazada

El seguro más común (87,5% de las pólizas) es el denominado de cuadro médico. Esta modalidad implica la asistencia médica en los centros médicos concertados. No implica gastos adicionales.

La otra opción es el seguro de reembolso de gastos, que además del cuadro médico, permite acudir al especialista o centro de su elección. En este caso, la compañía reembolsa parte de la factura o su totalidad, según cada caso.

4. Coberturas de las pólizas en el parto

Para tener una cobertura completa durante el embarazo y el parto, el seguro debería contar, al menos, con las siguientes coberturas:

  • Consultas con el especialista para el seguimiento de la gestación.
  • Pruebas diagnósticas: ecografías, triple cribado, analíticas y la prueba del azúcar.
  • Asistencia al parto en un centro u hospital concertado.
  • Anestesia durante el parto.
  • Amniocentesis y otras pruebas de diagnóstico invasiva. En algunos casos tienen un coste adicional.
  • Habitación y baño individual con cama para el acompañante durante el tiempo de hospitalización después del alumbramiento.
  • Atención del recién nacido desde el nacimiento y durante la permanencia en el hospital.

5. Especialistas y hospitales en el seguro

Antes de elegir la compañía, es interesante consultar los médicos con los que cuenta para la especialidad de obstetricia y ginecología. Si se tiene ya un médico de confianza, puede ser conveniente optar por la aseguradora en la que preste sus servicios.

Asimismo, es importante verificar que la compañía posea centros médicos y hospitales de confianza para la mujer en su ciudad. Hay que revisar las instalaciones y servicios.

Todos estos datos pueden consultarse en los sitios web de las aseguradoras.

6. Prestaciones especiales

Algunas compañías ofrecen a las embarazadas prestaciones adicionales, gratuitas o por un coste especial. Estas son algunas de las más destacadas:

  • Clases prenatales. Aunque es una prestación que incluyen la mayoría de las aseguradoras, no está de más comprobarlo. En general consiste en un programa de preparación al parto en grupo, con clases de gimnasia prenatal.

  • Cuidados tras el parto. Hay compañías que ofrecen atención durante los días posteriores al nacimiento del bebé.
  • Programa de salud materno infantil. Hay aseguradoras que incluyen escuelas de padres durante el primer año de vida del niño.
  • Atención al recién nacido. Algunas compañías incorporan la atención al bebé después de su salida del hospital sin coste adicional, durante unos 15 o 30 días.
  • Conservación de células madres. Cada vez más aseguradoras brindan la posibilidad de conservar las células madre del cordón umbilical del bebé. Para ello, hay que abonar una cantidad.
    ¿Qué cubre la póliza si ya se está embarazada?

    Aunque el seguro se contrate tarde y la mujer no cumpla los requisitos para ser atendida en el parto, sí tiene derecho a la mayoría de las pruebas de seguimiento de la gestación, entre ellas, las consultas, ecografías y analíticas. Aunque conviene confirmar que existe este derecho.

    Hay que tener en cuenta, además, que en ocasiones se establece también un periodo de carencia para otras prestaciones, como la amniocentesis, la preparación al parto y algunas pruebas diagnósticas como el triple screening (el test combinado que se realiza en el primer trimestre para detectar anomalías).

    Para no llevarse sorpresas, es aconsejable consultar todos estos detalles antes de contratar la póliza.

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