Reformar la red de agua

La renovación de la instalación exige que la nueva sea estanca y evite la acumulación de sedimentos
Por EROSKI Consumer 30 de junio de 2009

ImgImagen: David Knudsen

En el diseño de las nuevas instalaciones de agua, así como en las modificaciones y reformas de las redes existentes, hay que tener en cuenta una serie de normas que garanticen un correcto funcionamiento del sistema. En concreto, el Real Decreto 861/2003, de 4 de julio, establece que las instalaciones deben tener las siguientes características.

En primer lugar, la red interior de agua de consumo humano debe ser totalmente estanca, además de garantizar una correcta circulación del agua. Si se producen estancamientos o no hay suficientes puntos de purga para vaciar la instalación, no será posible eliminar todos los sedimentos que se acumulan y, por lo tanto, la instalación no cumplirá su misión.

Por otro lado, para asegurar una buena calidad del agua, hay que contar con sistemas de filtración y equipo de acondicionamiento en el interior de los edificios (filtros mecánicos). También se deben utilizar materiales que, en contacto con el agua, sean capaces de resistir una desinfección mediante elevadas concentraciones de cloro u otros desinfectantes.

Red de agua fría y caliente

Respecto al diseño, es imprescindible facilitar la accesibilidad a cualquier punto de la red para su inspección, limpieza, desinfección y toma de muestras. Asimismo, el sistema de tuberías debe lograr mantener la temperatura del agua en el circuito de agua fría lo más baja posible. Lo idóneo es alcanzar una temperatura inferior a 20º C, para lo cual las tuberías deben estar suficientemente alejadas de la red de agua caliente o bien aisladas térmicamente.

En cuanto al agua caliente, hay que asegurar que aquella almacenada en los acumuladores de agua caliente finales -inmediatamente anteriores al consumo- tengan una temperatura homogénea. Hay que evitar el enfriamiento de las zonas interiores, ya que se podría propiciar la formación y proliferación de flora bacteriana.

Es recomendable que el circuito de agua caliente mantenga ésta a una temperatura superior a 50º C en el punto más alejado del circuito o en la tubería de retorno al acumulador. En este sentido, la instalación debe permitir que el agua alcance una temperatura máxima de 70º C.

Válvula de retención

Por último, siempre es imprescindible contar con un sistema de válvulas de retención. Éstas evitan retornos de agua por pérdida de presión o disminución del caudal. Estas válvulas son especialmente útiles cuando se requiere evitar mezclas de agua de diferentes circuitos, calidades o usos.

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