La reparación de electrodomésticos

Los servicios técnicos oficiales en los periodos de garantía de los aparatos, la solicitud de presupuesto previo a los talleres autorizados y la conservación de la factura avalarán nuestros derechos, así como la validez de las reparaciones.
Por EROSKI Consumer 4 de septiembre de 2003

Es frecuente la duda en cuanto a si merece la pena o no el arreglo de un electrodoméstico averiado. El desplazamiento del técnico, el recambio de las piezas estropeadas y el coste de la mano de obra pueden suponer una cuantía considerable que no compense la reparación. Más aún si un electrodoméstico parecido e incluso de mayores prestaciones, a consecuencia del insoslayable avance tecnológico, se puede encontrar a un precio similar.

Para evitar quedarnos con la duda debemos conocer que tenemos derecho a que se nos proporcione un presupuesto en el que se detalle e precio de la reparación. Ahora bien, si con posterioridad decidimos no realizar la reparación, habremos de abonar al servicio técnico que confeccionó el presupuesto la tarifa establecida por su elaboración.

Además, hay otros consejos útiles que nos pueden facilitar la labor de reparar nuestros electrodomésticos:

.- Si el aparato se encuentra aún en período de garantía hemos de avisar al servicio oficial de asistencia técnica. Si una persona no autorizada manipula el aparato perderemos el derecho de reclamar contra la marca oficial o fabricante, aunque nos asegure que el defecto proviene de fábrica, por ello conviene ser cautos para conservar la validez de la garantía y llamar al servicio oficial.

.- Conviene solicitar siempre un presupuesto en el que se detalle el precio final de la reparación, que habrá de incluir tanto la mano de obra, como la sustitución de piezas y los gastos de desplazamiento si los hubiere, las llamadas » salidas «. Si renuncia al presupuesto y luego la factura le parece elevada, carecerá de argumentos fehacientes de reclamación.

.- Solicite un resguardo en el que se justifique la entrega del electrodoméstico. Para ello el aparato deberá estar debidamente identificado: marca, línea, serie, etc.

.- Una vez realizado el arreglo debemos retirar el aparato con cierta diligencia. Hay que tener en cuenta que, al igual que ocurre con los vehículos y su estancia en garaje, nos pueden cobrar una cuantía por cada día que transcurra desde que se nos avisó de la reparación del electrodoméstico.

.- Retirado el aparato, solicite una factura detallada en la que se especifique la reparación efectuada, las horas de trabajo, el precio de la mano de obra y las piezas sustituidas.

.- Los talleres de reparación deben exponer de forma clara y visible los precios por hora de reparación, y los gastos de desplazamiento. Si la reparación es a domicilio, solicite por teléfono previamente el importe de las tarifas.

.- Cerciórese de que las piezas sustituidas son nuevas, para ello tiene derecho a que le entreguen las piezas antiguas.

.- La garantía mínima de reparación es de tres meses, y cubre también los desplazamientos y las piezas reparadas o sustituidas, por eso es fundamental que conservemos durante dicho periodo la correspondiente factura.

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