La construcción masiva en el litoral destruye cada día una superficie de costa equivalente a ocho campos de fútbol

Greenpeace advierte de que el litoral español continúa en alerta roja por la construcción de tres millones más de viviendas
Por EROSKI Consumer 19 de julio de 2010

El urbanismo salvaje, la construcción de infraestructuras y la contaminación han destruido en las últimas dos décadas en la costa española la superficie equivalente a ocho campos de fútbol al día, según denuncia Greenpeace en la décima edición de su informe «Destrucción a toda costa». El documento analiza y recopila los datos sobre la situación del litoral español de la última década y propone una hoja de ruta para «proteger» las zonas que aún quedan en buen estado.

Además, la organización ecologista advierte de que el litoral español continúa en alerta roja por la construcción de tres millones más de viviendas que se proyectaron en 2007 y que están pendientes de la remisión de la crisis. Greenpeace aseguró que la prórroga aprobada por el Ejecutivo central, en el marco de las medidas anticrisis, que permite retrasar la construcción en suelos urbanizables hasta 2013, y el hecho de que España «sea el país del mundo donde más dinero público se ha destinado a sostener el sector inmobiliario, no auguran un buen futuro para la poca costa que queda virgen».

El informe de la ONG recoge que el 44% de la población española vive en los municipios costeros, que apenas representan el 7% del territorio. El director de la organización, Juan López de Uralde, especificó que en algunas comunidades autónomas «más del 75% de los terrenos colindantes al mar son urbanos o urbanizables» y precisó que casi el 25% del litoral es costa artificial.

Entre los años 1990 y 2000 la población española aumentó un 5%, mientras que la urbanización lo hacía un 25,4%. Según Greenpeace, este «fenómeno imparable» se ha extendido en la última década hacia los últimos rincones bien conservados del litoral: la Región de Murcia, Almería, Huelva, Rías Baixas o la costa cantábrica.

Entre los años 1990 y 2000 la población española aumentó un 5%, mientras que la urbanización lo hacía un 25,4%

En 2005 ya estaba urbanizado el 34% del primer kilómetro del litoral mediterráneo. Tan sólo un año después, en 2006, se duplicó el número de viviendas previstas en la costa: 1.479.000 nuevas casas. En 2008 España necesitaba algo más de 300.000 viviendas anuales, pero entre 2003 y 2007 se construyó el triple, tanto en la costa como en el interior. En 2007, «el año del apogeo de la burbuja inmobiliaria», la organización ecologista denunciaba que los ayuntamientos del litoral proyectaban la construcción de cerca de tres millones de nuevas viviendas.

Infraestructuras y contaminación

Respecto a la construcción de infraestructuras, en 2003 se llevaba a cabo una veintena de ampliaciones de puertos del Estado y en ese mismo año las inversiones aumentaron un 505% desde 1996. La ONG asegura que existen numerosos ejemplos de puertos, como los de Granadilla (Tenerife) o el exterior de A Coruña, «que a pesar de carecer de viabilidad técnica, ambiental y económica se han proyectado gracias a los fondos de subvención europeos y a los grandes negocios especulativos diseñados por las autoridades portuarias».

Por otra parte, el crecimiento urbanístico mal planificado «ha tenido también su efecto en la contaminación de las aguas». La última década «ha estado marcada por las denuncias y sanciones de la Unión Europea por el incumplimiento sistemático de la legislación comunitaria en materia de vertidos, depuración y calidad de las aguas». En 2003, España fue condenada por el Tribunal Europeo por incumplir las normas de calidad de aguas de baño y este año se enfrenta a la sanción ante el mismo tribunal por desoír la normativa de depuración de aguas.

Para hacer frente a la progresiva degradación del litoral, Greenpeace propone una «hoja de ruta». «Establecer reservas litorales y marinas, proteger lo que queda sin destruir, reforzar la Red Natura y aplicar de manera efectiva la Ley de Costas», son algunas de las principales demandas, señaló López de Uralde.

Greenpeace reclama fortalecer los planes contra los vertidos y la contaminación del mar

El director de Greenpeace también reclamó fortalecer los planes contra los vertidos y la contaminación del mar, así como una moratoria en el funcionamiento de los pozos petrolíferos. De igual manera son necesarios cambios legales que eviten que los municipios se financien a base de ladrillo.

Por su parte, la responsable de la campaña de Costas de Greenpeace, Pilar Marcos, alertó de que la degradación del litoral ha ido paralela a «una pérdida del turismo». «Ha crecido exponencialmente la construcción de hoteles y puertos», pero el turismo ha ido a la baja.

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