Desastres naturales en Europa

España es uno de los países europeos con mayor número de muertos provocados por estos sucesos catastróficos
Por Alex Fernández Muerza 17 de febrero de 2011
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Imagen: Zsolt Dreher

El número de desastres naturales en Europa y su impacto han aumentado en los últimos años, según un informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA). Entre 1998 y 2009 causaron cerca de 100.000 muertes, afectaron a más de once millones de personas y supusieron unas pérdidas económicas de unos 150.000 millones de euros. Las olas de calor, las inundaciones y los terremotos fueron las catástrofes naturales que más fallecidos y daños materiales causaron. España es uno de los principales países dañados, con más de 15.000 fallecidos y algunos de los peores desastres ecológicos de Europa.

Aumentan los desastres y los daños

El informe de la AEMA «Mapa de los impactos provocados por desastres naturales y accidentes tecnológicos en Europa» hace un repaso detallado del periodo 1998-2009 y aporta una gran cantidad de datos, gráficas y mapas, como estos dos referidos a las víctimas mortales. En este último caso, se puede apreciar el desigual impacto por países: la peor parte se la lleva el sur y este de Europa.

Los desastres naturales causaron en España más de 15.000 fallecidos
En España no se han registrado muchos eventos catastróficos (entre 21 y 30, frente a los más de 50 de países como Francia o Turquía). A pesar de ello, es uno de los países europeos que más muertos ha sufrido: más de 15.000 víctimas, solo superadas por Francia e Italia (más de 20.000 víctimas cada uno) y Turquía (unas 18.000 víctimas). El informe recuerda que España protagonizó algunos de los mayores desastres ecológicos de Europa (la marea negra del Prestige y el vertido tóxico de la mina de Aznalcóllar).

Los responsables del estudio señalan que el aumento de las pérdidas se puede explicar en gran medida por el incremento de la actividad humana y la acumulación de bienes económicos en áreas de riesgo. No obstante, la mejora en la recogida de datos también ha tenido que ver, aunque en menor medida. En cuanto a las pérdidas atribuibles al cambio climático, la AEMA reconoce que en la actualidad es imposible determinarlo con precisión. Ahora bien, señala que es probable que su impacto aumente en el futuro, ya que los modelos climáticos del IPCC prevén el incremento de la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos.

Img mapabajaseuImagen: AEMA

Los peores desastres, uno a uno

Los responsables del informe ofrecen un detallado repaso a diversos tipos de desastres:

Temperaturas extremas: es el evento natural que más muertos causó. La ola de calor que afectó al sur del continente en verano de 2003 fue el peor desastre natural, con más de 70.000 muertos. Las 101 olas de calor provocaron un total de 77.551 fallecidos y unas pérdidas de 9.962 millones de euros. Su frecuencia e intensidad han aumentado en la última década y se estima que el cambio climático agravará estas cifras.

La ola de calor de 2003 fue el peor desastre natural, con más de 70.000 muertos
Inundaciones y tormentas: encabezan la clasificación de las mayores pérdidas económicas. Entre 1998 y 2009 se registraron 213 inundaciones, que provocaron 1.126 muertos y unas pérdidas de 52.172 millones de euros. Por su parte, las 155 tormentas contabilizadas causaron 729 muertos y 44.338 millones de euros de pérdidas materiales. El desastre natural que más pérdidas causó en Europa fueron las inundaciones en la zona central en 2002, unos 20.000 millones de euros. El estudio recuerda las inundaciones en áreas de montaña, como las de 1996 en el camping de Biescas (Huesca), donde murieron 87 personas.

Terremotos y volcanes: los terremotos (46 en el periodo citado) fueron los segundos desastres naturales con más víctimas mortales (18.864). El sismo de Izmit (Turquía) en 1999, con 17.000 fallecidos y unos 11.000 millones de euros de pérdidas, fue el más violento. Por su parte, el informe recuerda la erupción del volcán islandés Eyjafjallajökull en 2010, que no causó muertos pero sí problemas en el tráfico aéreo y en la calidad del aire.

ImgMareas negras: durante el periodo estudiado se contabilizaron nueve derrames de petróleo de más de 700 toneladas de crudo en alta mar. Los dos mayores se encuentran entre las peores catástrofes ecológicas ocurridas en Europa en esas fechas. Por un lado, el petrolero Prestige vertió en 2002 frente a la costa gallega unas 63.000 toneladas de crudo. Por otro lado, el Erika derramó en 1999 frente a la costa atlántica francesa unas 20.000 toneladas de crudo. Los responsables del estudio señalan que es muy difícil estimar los costes económicos de las mareas negras, con rangos por tonelada derramada que pueden oscilar de 500 a 500.000 millones de euros. Recuerdan que este tipo de accidentes ha descendido en los últimos años. La aplicación de una normativa más exigente, como la prohibición de los buques monocasco, habría contribuido a ello.

Incendios forestales: 191 personas fallecieron como consecuencia de los 35 grandes incendios registrados, que se tradujeron en 6.916 mil millones de euros de pérdidas. La mayor parte de ellos sucedieron en la Región Mediterránea. España fue uno de los países europeos más afectados, con 50 muertos y algunos de los mayores incendios, como los de 2006 y 2007, que provocaron la quema de miles de hectáreas de bosques.

Derrames tóxicos por actividades mineras: se registraron cuatro, dos de ellos con efectos muy graves para el medio ambiente. Es el caso de Baia Mare, en Rumanía, en el año 2000, y de Aznalcollar, en 1998, en el río Guadiamar, cercano al Espacio Natural de Doñana. En este último caso se derramaron cinco millones de metros cúbicos de líquido tóxico, que afectó a 3.600 hectáreas de cultivos, y se recogieron 12 toneladas de peces muertos. Los costes de los trabajos de recuperación ascendieron a unos 377 millones de euros.

Escasez de agua y sequías: las presiones sobre los recursos hídricos en Europa han aumentado. España es uno de los países de Europa más afectados por este problema, en especial, la parte sur. Durante estos años se han registrado importantes sequías en Europa, como la de 2003, que afectó a una amplia zona comprendida entre Portugal y Bulgaria.

Corrimientos de tierra: este desastre natural provocó 212 fallecidos, un problema agravado por la urbanización insostenible. En España, se estima que causó unas pérdidas de unos 170 millones de euros anuales.

Medidas para combatir los desastres naturales en Europa

Los responsables del estudio afirman que aunque se han adoptado diversas leyes y políticas europeas para hacer frente a estos desastres, hace falta un mayor esfuerzo, así como la armonización de las distintas iniciativas puestas en marcha por cada país. Señalan la necesidad de implementar el denominado Sistema Integrado de Gestión de Riesgos (IRM), que incluye la prevención, preparación, respuesta y recuperación frente a los riesgos naturales en toda Europa.

Indican que algunas de las medidas más efectivas se pueden tomar a escala local y municipal, como la mejora de drenaje natural y unos adecuados planes de urbanismo para evitar inundaciones, o una atención adecuada para amortiguar los efectos de las olas de calor. Otra de las medidas necesarias pasa por una mayor inversión en estudios y sistemas de alerta y respuesta temprana, que ayuden a prevenir y reducir los desastres y evaluar su impacto.

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