Agua en España, seis cuestiones que no sabías

Los consumidores deberían conocer las peculiaridades del agua en nuestro país para utilizarla de forma sostenible
Por Alex Fernández Muerza 13 de enero de 2014
Img grifo
Imagen: lenifuzhead

El consumo de agua en España tiene unas peculiaridades que deberían conocerse, para hacer de este bien escaso un uso más racional y sostenible, y que este artículo resume en seis: la tarifa no cubre los costes del servicio; el precio es diferente entre provincias; la huella hídrica española está entre las más altas del mundo; la agricultura supone la actividad que más consume y derrocha agua; el agua embotellada no es mejor que la del grifo; y nuestro país figura como líder mundial en presas y desaladoras.

1. La tarifa del agua no cubre los costes

Por poco más de un euro y medio, un consumidor en España tiene en su casa mil litros de agua potable. Por el precio de una caña de cerveza puede ducharse a diario durante tres semanas, o darse siete baños, o poner 50 veces el lavavajillas, o 20 veces la lavadora o lavar el coche hasta 10 veces. Así lo señala un reciente estudio de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) y la Asociación Española de Empresas Gestoras de los Servicios de Agua a Poblaciones (AGA), con datos de 2012.

Por poco más de un euro y medio, un consumidor en España tiene en su casa mil litros de agua potable
En valores absolutos, cada hogar desembolsa al año apenas 220 euros por los servicios de agua, frente a los, por ejemplo, 840 euros de teléfono. Según los responsables del estudio, las tarifas que pagan los usuarios en España «no cubren los costes de los servicios de agua, lo que impide las necesarias inversiones en el patrimonio hídrico y de servicios hidráulicos y acuáticos».

2. Precio del agua doméstica, diferente entre provincias

El precio medio en España del agua para uso doméstico es de 1,59 euros por metro cúbico (euros/m3), según el estudio de AEAS-AGA. No obstante, hay importantes diferencias entre provincias, que obedecen a diversos factores de disponibilidad, calidad, proximidad de los recursos hídricos, procesos, técnicas y costes necesarios para la potabilización y depuración del agua, o la incorporación de los diferentes cánones autonómicos.

Murcia es la provincia con el precio del agua más cara de España (2,31), seguida de Barcelona (2,24), Alicante (1,94) o Ceuta (1,93). Las provincias que pagan menos por el agua son Palencia (0,72), Guadalajara (0,79), Melilla (0,8) o Ávila (0,83). En contraste, las ciudades europeas pagan unos precios «considerablemente más altos» por el agua urbana. Así, mientras en Bilbao se paga 1,22 euros/m3, en Glasgow asciende a los 5,28 euros/m3, en La Haya a 4,69 euros/m3 o en Berlín a los 4,63 euros/m3.

3. Huella hídrica, de las más altas del mundo

España es uno de los países con mayor huella hídrica del mundo (adelantado solo por Níger, Bolivia, Estados Unidos y Portugal): 2.461 m3 de agua al año por persona, según un estudio publicado en 2012 en la revista científica ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS) y citado en el blog Ecolab. Ideado en 2002 por Arjen Hoekstra, experto del Instituto UNESCO-IHE, y Pham Q. Hung, físico de la Universidad de Virginia, el concepto de huella hídrica, de agua, o huella hidrológica, es similar al más conocido de la huella ecológica, solo que mide el volumen de agua utilizada directa e indirectamente para la elaboración de productos y servicios consumidos por los habitantes de un país o territorio.

No obstante, el consumo de agua doméstica por habitante en España ha descendido en los últimos años. Según los datos del estudio AEAS-AGA, mientras en 2002 el consumo de agua por persona y día en España era de 150 litros, en 2012 era de 122 litros. La mayor concienciación y la eficiencia en la prestación de los servicios se encuentran entre las principales explicaciones, según los responsables del estudio.

4. Agricultura, la actividad que más consume y derrocha agua

El uso eficiente del agua en la agricultura es una de las grandes asignaturas pendientes en España. «De los llamados países del primer mundo, es posiblemente uno de los que peor ha gestionado sus recursos hídricos», sostiene la organización conservacionista WWF. Según esta ONG, «el regadío consume el 80% del agua en España, muchas veces practicado solo para cobrar más subvenciones y a costa de producir excedentes».

La Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) señala que en España se riegan 3,7 millones de hectáreas, un 18% de la superficie cultivada. Se utilizan «23.000 hm3/año, un 77% del total de los usos consuntivos del agua, generando una presión excesiva sobre los recursos hídricos, siendo responsables de que muchas masas de agua no puedan alcanzar las obligaciones de la Directiva Marco de Agua». Aunque los expertos de la FNCA reconocen que en la última década se han modernizado un tercio de los regadíos para ahorrar agua, destacan las dudas sobre la eficiencia de estas políticas, puesto que en muchas zonas han aumentado las superficies dedicadas al regadío.

5. El agua embotellada no es mejor que la del grifo

Por los 122 litros de agua consumidos en España por habitante y día se pagan unos 20 céntimos, menos de lo que cuesta un litro de agua embotellada, cuyo impacto ambiental se puede evitar. José Luis González Vallve, director general de AGA, recuerda que «en las clasificaciones europeas, los Servicios del Agua Urbanos de España están en los primeros lugares de los ranking de calidad, precio, regularidad en el suministro, etcétera». Como subraya José Manuel Murillo, ingeniero de minas del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), «España es un país en el que, salvo algún caso esporádico y excepcional, no hay que temer por la calidad del agua para abastecimiento urbano. Otra cosa es que el agua pueda gustar más o menos».

6. España, líder mundial en presas y desaladoras

España es el país con más embalses del mundo por habitante, como destaca WWF. En cifras absolutas posee unas 1.300 presas, solo por detrás de China, EE.UU., Japón e India. Asimismo, España tiene en marcha el programa de desalación de agua marina por ósmosis inversa más importante del mundo. Gracias a las desaladoras se ha logrado garantizar el abastecimiento urbano incluso en las zonas más expuestas a la sequía, como recuerda Jorge Olcina, climatólogo de la Universidad de Alicante.

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