Botellas de agua mineral: 6 cosas de su reciclaje que te sorprenderán

Reciclar una botella de agua mineral tiene más beneficios ambientales y económicos de los que se piensa
Por Alex Fernández Muerza 11 de julio de 2017
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Imagen: somchaij

Un gesto tan sencillo como depositar las botellas de agua mineral de plástico en el contenedor amarillo genera una gran cantidad de beneficios para el medio ambiente y la economía: disminución de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) implicadas en el cambio climático, reducción de energía y de explotación de materias primas, fabricación de nuevos envases u otros productos como forros polares o vaqueros… Los consumidores son cada vez más conscientes de ello -el año pasado se recicló el 70% de los envases de plástico PET (polietileno tereftalato)-, pero todavía se puede hacer más y evitar que acaben contaminando espacios naturales como mares y playas. Para concienciar sobre la importancia de reciclar los envases plásticos de agua sean muy conocidas.

1. El PET es el material estrella de las botellas de agua

El PET es el material más utilizado para fabricar botellas de agua mineral: en 2016 se empleó en 4.200 millones de envases, el 86% del total del mercado de agua envasada en España, según datos de la Asociación Nacional del Envase de PET (ANEP-PET).

El polietileno tereftalato, nombre completo de este material plástico, se patentó en 1941 y en 1976 comenzó a usarse para envases. Su ligereza, transparencia, resistencia, total reciclabilidad y que es apto para productos alimentarios explican que se haya convertido en el material estrella.

Por ejemplo, las botellas actuales de agua de litro y medio pesan solo unos 34 gramos, de manera que son capaces de envasar más de 44 veces su propio peso. «Esta reducción de peso significa menos residuos, energía, recursos, costes de transporte y almacenaje y emisiones de gases de efecto invernadero durante todo su ciclo de vida», señala Beatriz Meunier, directora de comunicación de PlasticsEurope en España, la asociación paneuropea de fabricantes de materias primas plásticas.

2. Las botellas de PET son el plástico que más se recicla

El reciclaje de seis botellas de PET contrarresta la contaminación de 10 minutos de CO2 del tubo de escape de un coche
En 2016 se reciclaron 207.851 toneladas de plástico PET, según cifras de Ecoembes, la sociedad que gestiona el reciclaje de los residuos del contenedor amarillo y azul. Uno de sus especialistas en innovación, Álvaro Molina, apunta que la tasa de reciclado de envases de plástico en general en España es del 66,5% y, dentro de ellos, los de PET consiguen algo más del 70%, de manera que es el plástico que más se recicla.

3. Con una botella de agua puede hacerse un forro polar o un vaquero

Una botella de agua que se recicla puede convertirse en otros productos, como flejes de embalajes, piezas inyectadas para ingeniería, láminas para bandejas o para fibras textiles con las que puede confeccionarse ropa técnica como forros polares o mochilas. Incluso marcas como G-Star o Levis fabrican pantalones vaqueros a partir de PET reciclado.

Asimismo, embotelladoras de agua mineral como Font Vella, Lanjarón, Nestlé, Grupo Pascual o Auara utilizan ese plástico reciclado, conocido como «R-PET», para hacer nuevas botellas. Según Antonio Balairón, director general de ANEP-PET, «podemos encontrar botellas fabricadas al 100% con PET reciclado, hasta las que contienen el 50% o el 25%, como se puede leer en sus etiquetas».

Para ello, las botellas recogidas en el contenedor amarillo se transportan a las 95 plantas de selección que hay en España, donde las clasifican en una fracción de PET en concreto. Después, las empresas recicladoras compran ese material embalado, lo limpian y trituran. De ahí sale una especie de escamas que sirve de material para los productos antes citados. Molina explica que en función de la calidad con la que llega el material se puede destinar a uno u otro producto. Según este experto de Ecoembes, «los envases que se reciclan mejor son los transparentes, lo que no significa que los demás no se puedan reciclar, solo que cuesta más y se usan para otras aplicaciones».

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Imagen: gingerpig2000

4. Algunas botellas son bio, pero esto no significa lo que muchos creen

Las etiquetas de algunas botellas aluden al término «bio» en su composición, lo que puede generar cierta confusión. Meunier explica que se puede producir un plástico «tradicional», es decir, a partir de petróleo y que sea «biodegradable», para que se descomponga mucho antes que el convencional. Por otro lado, se pueden hacer «bio-plásticos» a partir de recursos vegetales, como la caña de azúcar, pero no por ello son biodegradables, si bien también puede haberlos.

Balairón añade que hay plásticos biodegradables compostables, que se degradan por microorganismos en condiciones similares a hojas, papel o madera, no dejan fragmentos en el residuo durante 12 semanas y su residuo permite el crecimiento de vida vegetal. Según este experto, un empleo conocido es para bolsas de supermercado «y, aunque en algún caso se han utilizado plásticos biodegradables como el PE (polietileno) o el PLA (ácido poliláctico) para envases de agua, no se ha extendido su uso».

5. El reciclaje de las botellas combate el cambio climático

Cada vez que se recicla una botella de agua se evita llenar los vertederos y extraer nuevas materias primas. Además, se reduce el consumo de energía y la emisión de dióxido de carbono (CO2), uno de los principales gases causantes del cambio climático. Según Molina, «desde que Ecoembes comenzó su actividad, en 1998, se ha evitado la emisión de 18 millones de toneladas de CO2 gracias al reciclaje de envases, el equivalente a las emisiones de la ciudad de Sevilla durante ocho años. El reciclaje de seis botellas de PET contrarresta la contaminación de 10 minutos de CO2 del tubo de escape de un coche».

6. Las botellas abandonadas también se reciclan

Varias iniciativas en todo el mundo reciclan botellas de PET abandonadas en playas y océanos para reducir su alto impacto ambiental. Estos proyectos recuperan residuos de basuras marinas para fabricar prendas de vestir, calzado, mochilas, bolsos y accesorios, como la española Ecoalf.

No obstante, todos los consumidores deberíamos reciclar. «Las botellas tiradas en nuestras ciudades, campos o playas son un total despropósito ambiental. Los plásticos son demasiado valiosos para abandonarlos de forma irresponsable», sentencia la portavoz de PlasticsEurope en España.

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