Entrevista

Juan José Picazo, catedrático de Microbiología de la Facultad de Medicina, de la Universidad Complutense de Madrid

La mortalidad por gripe estacional afecta más a quienes no se vacunan
Por Clara Bassi 15 de noviembre de 2011
Img picazo
Imagen: CONSUMER EROSKI

El 80% de las personas que fallecieron a consecuencia de la gripe en la temporada 2010-2011 no se habían vacunado y menos del 30% de los médicos y del 20% de las enfermeras se inmunizan cada año contra esta enfermedad. Son datos aportados por Juan José Picazo, jefe de Microbiología Clínica del Hospital Clínico San Carlos y catedrático de Microbiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, quien los presentó en el XVII Congreso Nacional de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), celebrado en Granada. El impacto en 2009 de la vacuna de la gripe A sobre los hábitos de vacunación de los españoles es claro, debido a que la tasa de mortalidad por gripe A fue menor de la esperada en un principio. Sin embargo, Picazo aconseja tomarse este resultado “como una buena noticia” y recuerda que la eficacia de la inmunización es mayor cuantas más personas se vacunen.

¿El virus de la gripe A se mantiene?

Sí. La gripe A es un concepto amplio porque engloba la gripe A aviar, provocada por el virus H5N1, y la posterior detección de una nueva cepa del virus H1N1 aviar. La gripe aviar, causada por el virus H5N1, provocaba una alta tasa de fallecimiento, un 30%, sobre todo en zonas de Asia y Vietnam, por lo que se desató el pánico en la población.

Entre las víctimas mortales había personas jóvenes que no tenían ninguna enfermedad previa.

“La eficacia de la inmunización es mayor cuantas más personas se vacunen”

Y también niños y personas que no tenían ningún antecedente de enfermedad crónica. Por este motivo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió alertar a todo el mundo. Después, el virus H5N1 quedó circunscrito a una región y se detectó el H1N1, que era un virus combinado y sobre el cual teníamos una experiencia más o menos conocida. El sistema inmune de la población tenía más o menos defensas contra él y, a pesar de ser un virus combinado, la tasa de mortalidad bajó: fue algo superior a la provocada por la gripe estacional, pero no tuvo una tasa del 30% ni mucho menos. A la población en general, parece que esto le molestó. Se generó una desconfianza y se pensó en un engaño por parte de la OMS. Pero conviene recordar que la cepa de gripe A de la que partíamos causaba una tasa de mortalidad del 30%. Esa es la cifra de la que se partía.

Pero la población se sintió estafada.

Así es, porque la mortalidad por la gripe A, en vez de ser del 30%, fue inferior. Pero no hay que olvidar que esta es una buena noticia.

¿A cuánto ascendió la tasa de mortalidad por gripe A?

Las cifras varían según los países. En España, con una atención sanitaria excelente, la tasa de mortalidad por esta infección fue algo superior a la causada, de forma habitual, por la gripe en forma estacional. Los fallecimientos se registraron sobre todo en hospitales, entre gente joven y niños ingresados en unidades de cuidados intensivos (UCI). En otros países como Argentina y Australia, las UCIs se quedaron sin apenas material para esta enfermedad. Pero insisto en que la tasa de mortalidad por el virus de la gripe A fue muy inferior a la que esperábamos por el H5N1 y superior a la de la gripe estacional. Esto supuso un desengaño muy peligroso en la población.

¿Por qué peligroso?

“La tasa de mortalidad por el virus de la gripe A fue muy inferior a la que esperábamos por el H5N1, aunque superior a la de la gripe estacional”

Según reportan los datos del año pasado, en 2010, a pesar de que el programa fue relativamente bien, el nivel de vacunación disminuyó respecto al de otros años. A mi juicio, se debe resaltar más que el número de profesionales sanitarios que se adhirieron a la profilaxis de la gripe estacional fue bajo. Los sanitarios piensan que la gripe no es grave y que están defendidos, pero pueden transmitirla a personas más vulnerables y, a través de ellas, a sus familias. Debemos insistir en vacunarse frente a la infección por un virus que cambia y que causa una elevada morbilidad y mortalidad.

Es decir, “en casa del herrero, cuchillo de palo”.

El problema es que no todas las personas vulnerables frente a ella se pueden defender de la infección. La eficacia de la vacuna frente a la gripe causada por un virus que cambia y que sufre alteraciones también varía. Esto explica que el 70% de la población esté protegida por completo, mientras que otro 30% estaría parcialmente protegida. Pero aún así, si se enferma de gripe, el proceso es más ligero.

¿Tiene algún otro inconveniente?

Hay que ponérsela todos los años y esto es una lata. No es lo mismo que hacerlo una vez en la vida. Es así por la propia peculiaridad del virus, pero el hecho de que sea anual hace que la población se canse, aunque debemos insistir en ello.

¿Por la proporción de personas que enferman por esta causa?

“La única forma de resguardar a las personas más vulnerables es crear un anillo de protección de personas vacunadas, para evitar la infección y su contagio”

Sí, por la morbilidad. No hay que olvidar que afecta a muchas personas, que causa un gran malestar general y dolor de cabeza, pero que se puede evitar con un solo pinchazo. Aunque una parte importante de la población no muere por la gripe, hay personas inmunocompetentes (en quienes todas sus funciones de defensa están en cantidad y calidad normal y suficiente) que sí fallecen por su culpa. Muchas de ellas, si se vacunaran, podrían evitar padecerla y transmitírsela a otras. Hay que recordar que la eficacia de la inmunización depende del número de personas que se inmunicen. Debemos tener en cuenta que su eficacia disminuye con la edad, porque merma la capacidad de la respuesta inmune y frente a la infección. La única forma de resguardarlas es crear un anillo de protección de personas vacunadas, para evitar padecer la infección y su contagio.

¿A qué personas afecta más la mortalidad por gripe estacional?

La mortalidad por gripe estacional afecta más a las personas que no se vacunan. Depende de la edad o de la situación del afectado, como sufrir una enfermedad cardiaca o diabetes. A personas de edad elevada se les recomienda de manera encarecida la profilaxis, así como a las de su entorno.

Siempre se habla de la vulnerabilidad de las personas mayores frente a la gripe, ¿qué sucede con los bebés?

El bebé, por su corta edad, no puede vacunarse y necesita que su familia o la persona que le cuide se vacunen. Necesita un anillo de protección.

En 2010 se incluyó el virus de la gripe A en la vacuna de la gripe común o estacional, ¿este año también se incluirá?

“La vacuna está contraindicada en menores de seis meses, alérgicos al huevo o a esta preparación, y quienes atraviesan un proceso febril”

También. La vacuna de la gripe siempre se ha elaborado a partir de tres virus: dos cepas del virus de la Influenza A y dos del virus de la Influenza B. Además, la población tiene una impresión errónea de esta preparación: ni siquiera contiene los virus muertos, sino un trozo de su capa externa, una especie de gabardina del virus, denominada hemaglutinina. Es imposible que la hemaglutinina cause la infección y, si alguien lo demostrara alguna vez ¡merecería el premio Nobel!

¿Quiere lanzar algún mensaje final?

Debemos reforzar el valor de la vacunación como una acción que constituye un avance extraordinario en la salud de la población y que los españoles tenemos el privilegio de tener estos fármacos gratuitos, mientras los ciudadanos de otros países en vías de desarrollo no disponen de programas de profilaxis. Todos, los facultativos, los enfermeros y los medios de comunicación, debemos procurar que la población se dé cuenta y la perciba como algo beneficioso.

GRUPOS DE RIESGO FRENTE A LA GRIPE

Los grupos de riesgo que se deben vacunar frente a la gripe estacional o común son, en síntesis, las personas con alguna enfermedad crónica (cardiaca, pulmonar u otras como la diabetes), quienes tienen más de 65 años y las personas sanas que pueden transmitir la infección, como el personal sanitario y los profesionales de servicios esenciales para la comunidad (cargos públicos, policía, bomberos, militares o cuidadores de bebés y ancianos), recuerda Juan José Picazo.

En los últimos años, las administraciones públicas sanitarias, como el Servicio Madrileño de Salud, han hecho un esfuerzo por difundir cuáles son los grupos de riesgo que precisan la vacuna antigripal, así como sus contraindicaciones, informa Picazo. Estos grupos son: las embarazadas, las personas que trabajan en instituciones cerradas, los trabajadores de asistencia domiciliaria que conviven con personas de alto riesgo y las propias personas de alto riesgo que viajen al trópico en cualquier época del año o al hemisferio sur de abril a septiembre. Está contraindicada en los menores de seis meses, personas alérgicas al huevo o que hayan tenido una reacción a esta preparación anteriormente y quienes atraviesan un proceso febril, si bien una vez pasado este, pueden ponérsela.

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