Danza y teatro para personas con discapacidad

Favorecen la integración social y laboral de este grupo, que reclama el reconocimiento como artistas profesionales
Por Azucena García 12 de septiembre de 2008
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Imagen: Capacitarte

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Sobre un escenario, sólo importan los artistas. Sin distinciones. Los ojos del público no han de fijarse en las características especiales de quienes tienen el valor de someterse a su juicio, sino que han de mirar más allá. El arte es lo único que importa. Cuando se tiene talento ¿por qué no mostrarlo? Con esta filosofía comenzaron a surgir hace más de una década diversas compañías de danza y teatro para personas con discapacidad. Hay modelos puristas y otros que abogan por la mezcla, lo que se denomina arte integrado (personas con y sin discapacidad), pero de lo que se trata en ambos casos es de dar naturalidad a una situación que, en principio, no debería tener nada de excepcional.

Dificultades

En 1996 se fundó en Segovia la Compañía de Teatro Paladio. Su finalidad es trabajar por la integración social y laboral de grupos desfavorecidos. Éste es su rasgo más llamativo. Paladio es una de las pocas compañías de teatro profesionales formada por personas con discapacidad física, psíquica o sensorial, pero ante todo, recuerda su directora, Marta Cantero, «formada por verdaderos artistas». Los miembros de la compañía han participado en series de televisión, anuncios publicitarios y, por supuesto, obras de teatro que han recorrido buena parte del país, además de Francia y Portugal. «En total, 12 años de montajes en los que hemos conseguido tener un nivel profesional», subraya Cantero.

Cuando se le pregunta por las posibles dificultades que encuentran los actores y actrices a la hora de interpretar su papel, la respuesta de la directora es rotunda: «Las mismas que cualquier otra persona». Aunque reconoce que hay cuestiones específicas que se deben trabajar con más paciencia, como los problemas de vocalización en personas con síndrome de Down, asegura que hay una serie de problemas básicos que también se presentan en artistas sin discapacidad, «como son los problemas de memorización, atención, trabajo en grupo, coordinación de movimientos, movilidad en escena o control de espacio escénico».

«Las barreras que impiden una verdadera comunicación personal han sido creadas por prejuicios»

Otras compañías, como El Grito, realizan obras de teatro para personas sordas y narran, en lengua de signos, tanto historias infantiles como cuentos para personas mayores. Por su parte, la Asociación Intercultural e Inclusiva para el desarrollo y fomento del Arte y la Creatividad, CapacitArte, recurre a las artes escénicas como «una justificación para proporcionar al individuo la posibilidad de comunicarse, superando las barreras que impiden una verdadera comunicación personal y que han sido creadas por tantos prejuicios», destaca su director, Víctor López.

Para ello, en CapacitArte, las clases se imparten en una sala «neutra y vacía», lo que permite realizar movimientos en el suelo sin obstáculos. Asimismo, se utilizan diferentes efectos de iluminación para distinguir los ensayos de las actuaciones y se invita a los alumnos a «despojarse de abrigos, chaquetas y aquellos objetos que puedan suponer un refugio ocasional». «La metodología del proyecto es globalizadora, activa y participativa», además de atender a la diversidad del alumnado y responder «a un carácter integrador», explica López.

Acceso al arte: un derecho

La compañía Danza Mobile, en funcionamiento desde 1995, trabaja cada día por defender el acceso al arte y a la cultura como «un derecho inalienable». Con o sin discapacidad, todas las personas han de tener la oportunidad de ser protagonistas, no sólo espectadores, «si tienen algo que decir y poseen la preparación necesaria para hacerlo». La compañía recalca que la discapacidad no impide expresarse con normalidad y con alta calidad artística, y reconoce a las artes escénicas una capacidad innata para facilitar el desarrollo integral de cualquier persona.

«El objetivo es hacer un espectáculo. No buscamos un fin terapéutico, sino artístico»

«Queremos captar a las personas con discapacidad y talento artístico para intentar desarrollarlo», explica Fernando Coronado, encargado de producción de Danza Mobile. Desde el año 2000, esta compañía participa en los circuitos profesionales normalizados de danza, «no como una compañía relacionada con la discapacidad, sino como una compañía más». Sus espectáculos cuentan con coreógrafos y bailarines profesionales, con y sin discapacidad, que consiguen una calidad artística similar a la de cualquier otra compañía. «El objetivo es hacer un espectáculo. No buscamos un fin terapéutico, sino artístico», apunta.

Por su parte, la Fundación Psico Ballet Maite León persigue el desarrollo de las posibilidades físicas y psíquicas de las personas con discapacidad, «aumentando su responsabilidad, autonomía e integración social». Su metodología emplea técnicas de danza contemporánea, teatro onomatopéyico, música, voz y maquillaje corporal para «aportar nuevas vías en el desarrollo del discapacitado, mejorar su integración social y su incorporación en el mundo laboral y artístico».

Formación

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El acceso a una academia normalizada de baile o teatro es prácticamente imposible para una persona con discapacidad. “Directamente, en la mayoría de los casos, no entran”, reconoce Fernando Coronado. Por este motivo, las propias compañías suelen impartir cursos de formación a alumnos que, posteriormente, suelen trabajar en ellas. “Ya sea por sus características especiales o porque el personal de la academia no tiene formación para trabajar con ellas, las personas con discapacidad han de recurrir a centros especializados como nosotros”, señala Coronado.

La Fundación Psico Ballet Maite León, por su parte, apuesta por una enseñanza individualizada para aquellos alumnos que requieran atención especial hasta que puedan incorporarse a un grupo. Asimismo, cada clase está compuesta por un máximo de 15 alumnos y cuenta con un profesor, un monitor y un ayudante. Se admiten alumnos “desde los primeros meses, sin límite de edad”.

“Los planes de estudio están enfocados a trabajar de una manera fácil, no prevén encontrarse con personas con problemas”

“Los planes de estudio están enfocados a trabajar de una manera fácil, no prevén encontrarse con personas con problemas”, lamenta Marta Cantero. Por ello, en Paladio Arte se atiende las circunstancias particulares de cada persona para lograr un espectáculo en el que sorprenda la función, no los actores: “Nuestro cometido a la hora de realizar un montaje es precisamente ése, queremos que la gente vea un espectáculo de teatro, no un grupo de personas discapacitadas que están encima de un escenario”.

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