Enseñar los Objetivos de Desarrollo del Milenio a los niños

Una nueva guía para los progenitores les ayuda a sensibilizar a sus hijos sobre el contenido de los ODM y aplicarlos a la vida diaria
Por Azucena García 4 de mayo de 2011
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Imagen: Scott Ableman

Son tan necesarios, que se intenta que todas las personas, de cualquier edad, los conozcan y defiendan. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio, con sus correspondientes metas, pretenden llegar a todos los ciudadanos y, ante la cercanía de la fecha límite para alcanzarlos (2015), ahora les toca el turno a los padres. La ONG Educación sin Fronteras ha elaborado una guía didáctica dirigida a ellos, con propuestas para fomentar nuevas actitudes en el hogar y compartir en familia el deseo de un mundo más justo.

Los ODM se analizan en grandes cumbres internacionales, pero también es posible propiciar el cambio desde el hogar. Gracias a una nueva «Guía Didáctica sobre los Objetivos del Milenio» -editada en castellano, catalán y euskera-, los padres tienen la oportunidad de transmitir a sus hijos los principios que encierran y su interés por ellos. Se anima a organizar concursos durante la cena, charlas con los abuelos o ahorrar energía en familia.

La guía la ha lanzado la ONG Educación sin Fronteras y se compone de recursos pedagógicos «que invitan a reflexionar sobre temas como la salud, el género, la educación y la sostenibilidad medioambiental a través de situaciones familiares y cotidianas». La entidad asegura que es un modo de mostrar su compomiso con los Objetivos y la sensibilización de la sociedad acerca de la trascendencia de los mismos. «Hemos comprobado la escasa difusión de los ODM entre la ciudadanía en general y es permanente la demanda que recibimos de los centros escolares, que solicitan materiales y formación acerca de la problemática de los países del sur», añade.

Se han fijado en los padres por ser los responsables del bienestar y la calidad de vida de sus hijos, «son actores de gran importancia para crear conciencia y avanzar en el logro de estos Objetivos», precisa la organización. Ellos informan acerca de los ODM, ayudan a reflexionar sobre estos y a poner en práctica actitudes que llevan a la consecución de un mundo considerado mejor. Se ha contado con las reflexiones de las asociaciones de padres y madres de alumnos, AMPAS, y se han editado materiales adaptados a sus necesidades, para trabajar la educación para el desarrollo en el ámbito familiar y en el entorno educativo. En los centros, los profesores pueden aprovechar el material para fomentar valores y actitudes que favorezcan «una sociedad más dispuesta a la implicación en los problemas sociales, a las relaciones interculturales, al respeto y a la tolerancia».

Propuestas para padres

La guía consta de una introducción, diversos puntos sobre las propuestas de acción y un resumen de cada ODM, junto con ideas para que los padres pongan en práctica con los hijos. «No se trata de imponer una forma de pensar, sino de promover que los niños y las niñas reflexionen sobre estos temas en familia», recoge la publicación. El contacto con la guía supone una oportunidad de actuar con respeto y responsabilidad en el cuidado de la vida y de la tierra.

Se propone trabajar los Objetivos del Milenio a partir de propuestas lúdicas y con niños entre 8 y 12 años

Se propone siempre que las actividades se inicien a partir de propuestas lúdicas y que se trabaje con niños entre 8 y 12 años, «aunque en muchos casos se pueden hacer adaptaciones para niños más pequeños o más mayores». Además, se recomienda seguir tres reglas simples: no hacer algo que los niños o los padres no quieran hacer, ser conscientes de que no hay respuestas correctas y recordar que «cualquier cosa que se haga, por pequeña que sea, es más que si no se hubiera hecho nada». Se sigue una metodología muy cercana al día a día, «a vivencias de cada uno».

En cuanto a las propuestas en sí, se destacan varias para cada Objetivo, tras una explicación previa de las metas para 2015. De este modo, para el Objetivo 1, Reducir la pobreza, se propone hacer una lista de objetos que hay en casa y que se utilizan poco o nada, para luego reflexionar sobre el consumismo y las necesidades básicas, diseñar un plan de ahorro energético doméstico, pesar en una balanza la comida que se tira durante una semana o, incluso, analizar la necesidad o posible despilfarro que suponen los regalos de cumpleaños que se hacen.

El Objetivo 2, Lograr la enseñanza universal, anima a investigar si todos los familiares fueron de niños a la escuela, analizar una cultura y su forma de aprender o imaginar el futuro laboral o social de los niños. Con el Objetivo 3, Promover la igualdad de sexos y la autonomía de la mujer, se plantea fijarse en el actual reparto de tareas domésticas, analizar los personajes femeninos de las series de dibujos animados o durante un paseo «imponerse la regla de hablar en femenino en lugar de masculino para los genéricos».

Los Objetivos 4, 5 y 6 -Reducir la mortalidad infantil y materna, combatir el VIH/SIDA, paludismo, malaria y otras enfermedades– son óptimos para anotar en un papel las tareas preventivas de una buena salud que se realizan en el hogar, revisar el botiquín de casa y organizar un concurso de actitudes y acciones saludables. El Objetivo 7, Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, da la oportunidad de elaborar una lista con todo lo que el planeta aporta para vivir (materiales, energía, alimentos, etc.), acumular durante una semana en una caja grande materiales de desecho que se puedan reutilizar o apuntar los desplazamientos en kilómetros que se hacen en el coche.

Por último, el Objetivo 8, Una asociación mundial de carácter comercial, plantea compartir con los hijos el funcionamiento económico del hogar, investigar el monto nacional de la deuda de un país empobrecido, comprar en una tienda de comercio justo o este tipo de artículos para conocer su funcionamiento y profundizar en cómo eran las transacciones comerciales antes de que se empleara el dinero. «Partimos de la duda, del cuestionamiento, de una pregunta que induce a reflexionar y genera la participación», señala la ONG.

Implicación de los niños a favor de los ODM

Animar a los niños a defender estas causas supone hacerles partícipes de la realidad que conforma su entorno. La fecha fijada para el cumplimiento de los ODM es 2015, por lo que quienes hoy son niños tendrán la oportunidad de analizar de nuevo los logros o retos pendientes cuando lleguen a la adolescencia. En Cambrils (Tarragona), alumnos de primaria de las siete escuelas de la ciudad han comenzado a tomar parte en un Consejo de Niños («Consell d’Infants») por los Objetivos del Milenio, donde trabajan con material elaborado por ONG locales sobre cómo alcanzar los Objetivos.

Animar a los niños a defender estas causas supone hacerles partícipes de la realidad que conforma su entorno

La Campaña del Milenio recuerda a los niños que ellos son «la primera generación que puede acabar con la pobreza», mientras que la Oficina de las Naciones Unidas sobre Deporte para el Desarrollo y la Paz, en colaboración con el PNUD, la FAO y ONUSIDA, entre otras instituciones, ha publicado un Libro de historietas sobre los ODM para niños de 10 a 14 años, titulado «Anota los goles».

En un formato cómic, esta publicación narra la historia de grandes estrellas del fútbol que durante un viaje en barco para participar en un partido benéfico, debido a una tempestad, se ven obligados a ponerse a salvo en una isla. En la embarcación viajan también los ganadores del concurso «Conoce al equipo de estrellas». El libro ensalza valores como el trabajo en equipo para ayudar a quienes lo necesiten y lograr salvarse con la colaboración de todos.

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