Centros multimedia: software para grabar televisión

Ventajas e inconvenientes de los programas que convierten el ordenador en un grabador de disco duro
Por Jordi Sabaté 30 de diciembre de 2005
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En el terreno de las nuevas tecnologías la velocidad de los cambios es tal que las etapas y avances se solapan entre sí, a veces adelantándose a las tendencias del mercado. Cuando muchos usuarios están todavía pensando si merece la pena comprar un grabador de DVD para guardar sus series y programas favoritos, aparecen los grabadores de disco duro (HDD), ordenadores con gran capacidad de almacenaje adaptados a las funciones del ocio multimedia. Estos aparatos, que llevan en el mercado poco más de un año, podrían quedarse obsoletos en meses si los denominados ‘centros multimedia’ consiguen hacerse un hueco en el salón de los consumidores.

Los centros multimedia son programas que habilitan al ordenador para trabajar como un HDD y, por tanto, grabar y emitir televisión además de reproducir vídeos, música e imágenes. Presentan varias ventajas frente a los grabadores estándar que se encuentran en el mercado. La primera es el precio: un HDD con capacidad de memoria de 200 Gigabytes, en el rango medio, vale 700 euros; por el mismo precio el consumidor puede comprar un ordenador de sobremesa con una memoria superior y una tarjeta para sintonizar la televisión. Posteriormente puede bajarse gratis de Internet el programa MediaPortal y, tras instalarlo, ya tendrá su grabador de disco duro listo para conectar al monitor y grabar televisión.

Otra ventaja del centro multimedia es que compatibiliza las funciones normales de un ordenador con el uso como grabador de disco duro, de modo que el usuario obtiene dos aparatos por el precio, y el espacio, de uno. Es más: un ordenador que tenga instalado un centro multimedia puede acceder a Internet, y al resto de sus tareas, a través del televisor. Si se suma a todo esto la posibilidad de trabajar sin cables, el resultado es que los centros multimedia permiten centralizar todas las opciones de ocio digital de la casa (videojuegos, televisión, dispositivas, música, dvd’s…) en el ordenador del despacho, por ejemplo.

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Para usuarios avezados en programación

Sin embargo, también tienen sus inconvenientes: los usuarios que no tengan conocimientos avanzados encontraran difícil el manejo y la instalación de algunos de los centros multimedia gratuitos que se encuentran en la Red. La mayoría tiene licencia GNU GPL, lo cual quiere decir que son libres tanto para ser usados como para ser mejorados por los usuarios.

En el caso de MediaPortal, por ejemplo, existe un número elevado de tarjetas de para sintonizar televisión que son todavía incompatibles con el programa, aunque se anuncia en la página que los creadores están trabajando para integrarlas. En otros casos, como el de Mythtv, es imposible que un usuario normal pueda instalarlos y hacerlos funcionar, pues están pensados para el sistema operativo Linux: no sólo es necesario que el ordenador esté configurado para trabajar en base a éste, sino que se precisan además conocimientos muy avanzados de informática.

Otro inconveniente es la ausencia de un control remoto. El usuario que se instale un centro multimedia procedente de la Red tendrá que acudir al teclado cada vez que quiera ejecutar una función determinada: por ejemplo, rebobinar una película, aumentar el volumen de sonido o parar la imagen. Y aunque es posible configurar el ordenador para funcionar con un aparato de control remoto estándar, se precisa de un mínimo de conocimientos.

En algunos casos, y siempre que se disponga de un móvil de tecnología avanzada, se podrá transformar éste en un control remoto para manejar el ordenador gracias a programas como Silling Clicker, que, tras ser instalado tanto en el móvil como el Pc, permite controlar el volumen, pasar transparencias en modo ‘slideshow’ (automático) o seleccionar archivos para reproducir.

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Windows Media Center: funcional y versátil

Sin duda el hecho más notable en el campo de los centros multimedia ha sido la aparición de Windows Media Center, el programa de Microsoft que configura el ordenador como HDD. Este centro multimedia gana mucho en facilidad de manejo y trabaja sobre el sistema operativo Windows XP, el más extendido. Permite hacer del hardware informático una máquina para el ocio con todas las funciones que se pueden encontrar en un grabador de disco duro normal: sintonizar canales y adecuar las grabaciones a los cambios en la parrilla de programación, congelar la imagen de televisión en tiempo real, rebobinar, guardar programas o reproducir todo tipo de formatos de audio y vídeo.

Por otro lado, al estar conectado tanto al televisor como a Internet, Windows Media Center permite todo tipo de descargas de archivos multimedia: videoclips, fotografías, audio en diferentes formatos o películas. También permite descargar e instalar las extensiones (nuevas funciones adicionales) que Microsoft desarrolle, así como actualizar las sucesivas versiones que vayan apareciendo, cosa que evita el tener que cambiar de aparato cuando la tecnología se queda obsoleta. Además, presenta la ventaja de incorporar un control remoto.

El principal problema de este programa es que no se puede comprar por separado del hardware que lo alberga. Sólo comprando un nuevo ordenador que lleve expresamente instalado este centro multimedia se podrá disfrutar de él. Hay en el mercado cada vez más aparatos que llevan incorporado Windows Media Center y algunos están adaptados para funcionar principalmente como grabadores de disco duro, aunque pueden hacer las funciones de un ordenador. Incluso hay versiones de Windows Media Center para aparatos móviles de tamaño reducido, como el Zen de Creative, que pueden ser utilizados en los coches como reproductores de películas. La misma versión también es compatible con la consola Xbox 360, que se convierte así en un HDD portátil.

El precio, a tener en cuenta

Pero los precios hacen a todos estos aparatos poco competitivos frente a los HDD normales. Un portátil que lleve incorporado el centro multimedia de Microsoft no baja de los 1.000 euros y puede llegar a costar 2.000 euros. Si se opta por un ordenador de sobremesa, los precios se sitúan por debajo de los 1.000 euros, pudiendo en algún caso estar en torno a los 6.00 euros, un precio más que ventajoso. En cuanto a los llamados ‘ordenadores de salón’ (adaptados a las formas y necesidades exclusivas del ocio), los precios superan los 2.000 euros. El portátil Zen, que cabe en una mano, cuesta 500 euros.

Ante el dilema de qué aparato comprarse, los expertos señalan que cada consumidor debe ser consecuente con sus circunstancias. Si se tiene un ordenador viejo y se desea renovar el parque informático, no está de más apostar por un ordenador con Windows Media Center. Si se ha comprado el material informático recientemente, no hay necesidad de cambiarlo para tener un centro multimedia. Los HDD que hay en el mercado tienen sobrada capacidad para almacenar y reproducir e incluso algunos pueden conectarse al ordenador para descargar material multimedia de la Red.

Finalmente, para aquellos usuarios que no quieran gastarse el dinero en hardware de ningún tipo, ya hay un centro multimedia online que actúa como HDD. Se trata de OnlineTVRecorder, un desarrollo al que sólo hace falta suscribirse para poder grabar desde la Internet programas de once cadenas de televisión por satélite. OnlineTVRecorder otorga a cada usuario hasta 60 Gibabytes de memoria para sus grabaciones, que podrán ser descargadas, mediante programas P2P como Emule o Bittorrent, al disco duro del ordenador durante los 25 días siguientes a la grabación.

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