Entrevista

Eduardo Manchón, experto en usabilidad

No es casualidad que las webs más usadas en todo el mundo suelan ser poco atractivas visualmente
Por Jordi Sabaté 15 de marzo de 2007
Img manchon
Imagen: Zapxpxau/Flickr

Aunque Eduardo Manchón es una parte fundamental de Panoramio, cofundador del proyecto junto a Joaquin Cuenca, mantiene otra importante vertiente profesional como destacado experto en usabilidad que trabaja asesorando a numerosas compañías españolas, tanto en temas ‘web’ como en la facilidad de uso de todo tipo de aparatos. Tanto es así que pasó tres años en Barcelona trabajando para ‘La Caixa’, diseñando interfazes para la página web, los móviles o los cajeros que se usan desde la calle. Manchón tiene más de cien artículos escritos sobre usabilidad y asesoró al portal inmobiliario Loquo en su desarrollo hasta que éste fue adquirido por Ebay en 2005.

¿Cómo definir de manera sencilla lo que es la usabilidad?

“Actualmente no hay ningún tipo de educación formal en la que se obtenga el título de experto en usabilidad”
Usabilidad es facilidad de uso. Se aplica en cualquier ámbito, no solo en páginas web, sino el diseño de cualquier dispositivo con el que haya que interactuar; un cajero automático, un teléfono móvil o los fuegos de la cocina.

¿Qué estudios se necesitan para convertirse en experto en usabilidad?

Actualmente no hay ningún tipo de educación formal en la que se obtenga el título de experto en usabilidad. La disciplina donde tiene el origen la usabilidad, la ‘Interacción Persona-Ordenador’, es una rama de la Psicología, pero hay expertos en usabilidad con las formaciones más variadas: psicólogos, sociologos, informáticos, periodistas o documentalistas.

¿Son hoy las páginas web más usables que hace 10 años, cuando se produjo el primer boom de Internet?

“Las páginas de hace 10 años eran más sencillas en cuanto a funcionalidad y contenidos, y eso las hacía inherentemente más fáciles de usar”
Las páginas de hace 10 años eran más sencillas en cuanto a funcionalidad y contenidos, eso las hacía inherentemente más fáciles de usar aunque en su diseño no se prestase mucha atención a la usabilidad. Actualmente las páginas permiten muchas más cosas e incluyen cientos de funcionalidades, eso hace que incluso las que han tenido en cuenta la usabilidad, no sean siempre muy fáciles de usar.

¿Cuáles son los grandes enemigos de la usabilidad en Internet?

Diría que los principales son dos: el exceso de preocupación por la estética y el exceso de funcionalidades. Las webs son principalmente herramientas para hacer cosas. Sin embargo, en ocasiones algunas webs se “visten” demasiado y se desatienden los aspectos prácticos en favor de la estética con resultados desastrosos. Creo que no es casualidad que las webs más usadas en todo el mundo suelan ser poco atractivas visualmente. La razón no es que estética y usabilidad sean totalmente incompatibles sino que normalmente no se tienen recursos para todo. Internet está en una fase muy inicial, casi en pañales. Preocuparse por la estética excesivamente es como si Henry Ford se hubiera preocupado por el el diseño del salpicadero en lugar del motor.

“Preocuparse por la estética excesivamente es como si Henry Ford se hubiera preocupado por el el diseño del salpicadero en lugar del motor”

Decía usted que el otro gran problema es el exceso de funcionalidades.

Sí, las webs que se preocupan por la estética, acaban no sirviendo para nada; otras webs pretenden servir para demasiadas cosas. Se piensa que cuanto mayor sea el número de funcionalidades, más útil será la web. Aunque a priori añadir funcionalidades es positivo, si no se jerarquiza bien puede suceder que las funcionalidades realmente importantes, las frecuentes y relevantes para la vida diaria, sean difíciles de encontrar entre la multitud de funcionalidades poco relevantes.

¿Qué le parecen los nuevos diseños de los periódicos online? ¿Se van acercando al ideal de lo usable por el lector?

“Presuponer un ideal de lo usable me parece un tanto excesivo; no existe un diseño universalmente usable”
Presuponer un ideal de lo usable me parece un tanto excesivo. Si bien los procesos de interacción con un periódico (por ejemplo, la manera de leer una web) son comunes a todos los usuarios, diferentes periódicos pueden tener diseños muy diferentes siendo todos igual de usables. No existe un diseño universalmente usable. Los objetivos de los usuarios determinan el diseño de una web, por tanto el mismo elemento de diseño puede ser muy usable en un periódico y muy poco usable en otro, dependiendo de los objetivos de sus lectores, sus perfiles y el contexto de uso. Dicho esto, los periódicos son quizás los medios que más han mejorado en los últimos tiempos.

¿Cómo sería la página web con usabilidad perfecta?

Me remito al punto anterior, no existe un diseño universal usable. No existe la página perfecta en general, sino la página perfecta para ciertos perfiles de personas con unos objetivos concretos y en un contexto de uso determinado. Por ejemplo, utilizar iconos puede ser algo fatal en ciertos casos y perfectamente recomendable en otros. No es lo mismo una web que se utiliza una vez cada 2 o 3 meses para comprar un billete de avión y donde será difícil recordar el significado de un icono, que una web que se visita a diario para el correo y donde es más probable que el usuario aprenda el significado de los iconos.

¿No cree que la máxima usabilidad es poder prescindir casi totalmente del diseño de las páginas? Es decir, ¿no sería la situación ideal que el cajón de búsqueda Google y Yahoo! fuera el único diseño al que tuviera que enfrentarse el usario para conseguir una información o un servicio?

“Un buscador que funcionase de manera perfecta sería la interfaz adecuada para muchisimas páginas”
No siempre; ciertamente un buscador que funcionase de manera perfecta sería la interfaz adecuada para muchisimas páginas. Un buscador, a fin de cuentas, es un sistema al que haces preguntas y te da respuestas, es lo más cercano a hablar directamente con una persona. Sin embargo, un buscador no siempre es adecuado. Uno no abre un periódico queriendo leer X noticia, por tanto no tiene sentido que el sistema principal para leer un periódico sea un buscador. Igualmente, cuando no se tienen las ideas claras en una tienda online, un buscador no es suficiente. Los motores de búsqueda están aún muy, pero que muy lejos, de entender el lenguaje natural. Por ejemplo pueden entender “el libro La Carta Esférica de Perez Reverte”, pero no “un libro de ciencia ficción para mi hermano pequeño por 15 euros”. Para la segunda búsqueda, navegar entre categorías será más adecuado.

¿Los diseñadores de sitios web han tenido que aprender usabilidad sobre la marcha durante estos diez años de desarrollo web?

Si.

Hace cinco o seis años se condenó a la tecnología ‘flash’ a la horca. Incluso Jacob Nielsen, el gran gurú de la usabilidad, dijo que era molesta en un 99% y no aportaba nada. Ahora en cambio, con la explosión de la Internet Social (o Web 2.0), el ‘flash’ arrasa de nuevo de modo desmedido. ¿En qué quedamos? ¿El ‘flash’ es una tecnología usable o no?

“El actual retorno del ‘flash’ viene más por la parte de sus ventajas técnicas que sus efectos visuales espectactulares”
Bueno, tampoco veo al ‘flash’ triunfando de modo desmedido hoy en día, pero en cualquier caso el ‘flash’ ni es usable ni inusable; es una tecnología más de la que en un momento se hizo un uso desmedido y se terminó convirtiendo en sinónimo de mala usabilidad por pura asociación. En cierto momento bastaba ver esa tecnología para descubrir barbaridades. En realidad lo que sucede es que el ‘flash’ permite hacer muchos efectos visuales espectaculares de manera técnicamente fácil, con lo que estos efectos aparecieron por doquier y se añadieron gratuitamente a los sitios web. Sin embargo, cada efecto visual debe ser diseñado con muchísimo cuidado, de lo contrario puede ser confuso e inmanejable. Pienso que el actual retorno del ‘fash’ viene más por la parte de sus ventajas técnicas que sus efectos visuales espectactulares. Por ejemplo, en el chat web de Gmail se utiliza ‘flash’ para el pitido que avisa de nuevos mensajes. Nosotros vamos a usar un poco de ‘flash’ en el rediseño del proceso de subida de fotos de nuestro proyecto Panoramio. Para funcionalidades que no son posibles en HTML y en las que programar en AJAX da demasiados dolores de cabeza, el ‘flash’ es una buena opción.

Hace unas semanas, un amigo me comentó que había dado de baja la cuenta que tenía en un webmail porque le habían cambiado el diseño del servicio. Reconocía que para un usario medio el nuevo diseño era más manejable y personalizable, pero adujo que él sólo quería enviar y recibir mensajes, y ahora se lo habían complicado. ¿La Web 2.0 es realmente más usable, o sólo es más usable para usuarios con algunos conocimientos o claramente avanzados?

Teniendo en cuenta que el término Web 2.0 es muy discutible por la hetereogenidad de las webs que se incluyen en ella, pienso que hablar de la usabilidad de la Web 2.0 como algo genérico es demasiado arriesgado, habría que verlo caso por caso. Dicho eso, el nuevo Yahoo Mail, que creo que es a lo que te refieres, es más bien un Outlook basado en web, con toda la complejidad de esta aplicación. El nuevo Yahoo Mail supone una gran mejora tecnológica que permite que un servicio web tenga capacidades similares a una aplicación en local. Sin embargo muchos usuarios no necesitan un Outlook en absoluto y quizás el problema para tu amigo haya venido por el exceso de funcionalides. Un caso de Web 2.0 diferente es Gmail. La interfaz se ha rediseñado totalmente y donde hay un cambio fundamental en la manera de interactuar con el e-mail, se ha simplificado profundamente. Donde Yahoo Mail permite más opciones que antes para organizar tu correo con carpetitas una para cada cosa, Gmail elimina las carpetas y organiza los correos de manera automática en conversaciones. La Web 2.0 no tiene una sola cara. Yahoo Mail es perfecto para quienes necesitan un Outlook basado en web y Gmail es perfecto para quienes quieren simplificar la gestión de su correo. No hay que interpretar que Gmail es más usable que Yahoo Mail, para nada; dependiendo del caso será una u otra la más usable.

¿No cree que estamos dejando atrás a aquellas personas que todavía no han ingresado en la Sociedad de la Información; qué estamos olvidando los diseños básicos para profundicar en lo 2.0? ¿No estamos aumentando la brecha?

“Las tecnologías más avanzadas no suponen forzosamente un problema para la usabilidad”
No me lo parece. En primer lugar porque comenataba antes que pienso que la Web 2.0 es un término que mezcla webs extremadamente simples y otras más complejas. En segundo lugar incluso aceptando el término, las webs 2.0 no me parecen más dificiles de usar que el resto. Ciertamente hay elementos como las etiquetas (tags), incluidas en cualquier proyecto que se precie de ser Web 2.0, y que la mayoría del público desconoce. Sin embargo, la mayoría de esos sitios webs se pueden utilizar perfectamente sin hacer uso de las etiquetas. No me parece que añadir elementos considerados Web 2.0 suponga aumentar la brecha.

En este mismo sentido, ¿no hay diversos niveles de usabilidad en función de la cultura digital del usuario? ¿No hay tensiones entre usabilidad y avance y profundización en la Sociedad de la Información?

“La idea es que los sistemas asuman la complejidad que permiten sus funcionalidades cada vez más avanzadas, en lugar de obligar al usuario a lidiar con ellas”
Algo puede ser muy avanzado tecnológicamente y muy sencillo a nivel de usabilidad. Mayor avance no significa forzosamente mayor complejidad, perfectamente puede ser al contrario, como he contado en el caso de Gmail. La idea es que los sistemas asuman la complejidad que permiten sus funcionalidades cada vez más avanzadas, en lugar de obligar al usuario a lidiar con ellas. Por ejemplo, una máquina de comprar billetes en la estación de tren puede permitir comprar billetes a todo el país, escoger horario, ruta, asiento, descuentos, el tipo de pago, número de personas, etc. Permitir todo esto es muy avanzado tecnológicamente, pero por el contrario puede suponer un proceso de compra de billete muy largo, tedioso y complejo. Esto es especialmente delicado en las estaciones de tren donde muchas personas llegan sólo apenas unos minutos antes de la salida del tren y hay riesgo de perderlo. Además, los trenes son utilizados por todo tipo de viajeros, incluyendo personas de edad avanzada y sin conocimientos tecnológicos. El reto supone simplificar la compra del billete para que incluso una persona con prisa porque el tren sale en pocos minutos pueda comprar el billete en pocos pasos; crear textos y botones grandes en una pantalla táctil para que el pensionista con artritis y mala visión no tenga problemas y, al mismo tiempo, quienes tengan un interés especial, o tiempo disponible, puedan personalizar su billete al máximo. Esto no es una utopía, se puede hacer perfectamente: simplemente hay que dedicarle los recursos y esfuerzos necesarios. En conclusión, tecnologías más avanzadas no suponen forzosamente un problema para la usabilidad y en realidad pueden convertirse en una gran ventaja si están bien diseñadas.

Finalmente, ¿diferencias entre usabilidad y accesibilidad?

Si, en realidad no tiene nada que ver una con la otra aunque luego en la práctica siempre se mezclan. Algo puede ser accesible tecnológicamente, pero no usable. Por ejemplo, una web puede estar tecnológicamente construida de manera correcta para que un navegador de voz, utilizado por un ciego, la lea sin problemas (lo que no siempre pasa). Sin embargo, que el navegador de voz funcione bien no garantiza que el texto en cuestión sea comprensible para el invidente. Entrando en la discusión terminológica, si uno considera la accesibilidad de manera amplia, sería aplicable tanto a la tecnología como a la facilidad de uso. Si un texto no es comprensible, se podría considerar no accesible, aunque fuese legible por el navegador de voz.

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