Entrevista

Juan José Zubeldia, ex vocal de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones y asesor científico de Wikitel

De imponerse, la 'tasa Google' terminará por repercutir en el usuario
Por Jordi Sabaté 27 de mayo de 2010
Img juanjos ozubeldia portada
Imagen: CONSUMER EROSKI

La neutralidad de la Red es un concepto casi fundacional de la era digital, una regla del juego que determina que todos los actores de la economía digital deben poder actuar en igualdad de condiciones respecto al acceso a Internet, de modo que ni operadores ni gobiernos intervengan con gravámenes sobre los contenidos que circulan on line. Es una manera de prevenir favoritismos, mantener la libre competencia y evitar intereses creados sobre una economía todavía emergente. También supone que los proveedores de acceso no podrán regular el tráfico de contenidos que maneje un usuario, una regla que no siempre se cumple. En Estados Unidos, la neutralidad se ha rubricado por parte de todas las instancias políticas y administrativas tras un intenso debate. En Europa algunos sectores la ven con recelo, sobre todo en la telefonía móvil pero también en ADSL, y el debate acaba de comenzar. De momento, se han alzado voces que piden que Google y otros servicios paguen unos tributos por usar sus redes, lo que se denomina la “tasa Google”. Para hablar sobre este asunto y otros de relevancia, EROSKI CONSUMER entrevistó al ingeniero Juan José Zubeldia, una autoridad en la materia, que en fecha reciente ha dejado la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) para entrar en el comité científico de Wikitel, un proyecto promovido por la CMT para escribir de manera comunitaria y solidaria un compendio o prontuario que cubra todos los aspectos de regulación y mercados, tecnología, sociedad de la información y demás materias que comprenden las tecnologías de la información y telecomunicaciones.

Se discute mucho estos días sobre la neutralidad de la Red, ¿pero afecta este debate al usuario final de Internet?

Afecta a todos los usuarios porque tras el concepto “neutralidad de la Red” se oculta un debate político, alentado por ciertos operadores, sobre precios y prestaciones. En resumen, algunos operadores intentan que haya diferentes calidades de Internet a diferentes precios, mientras el usuario común quiere que Internet sea una red genérica, no especializada y asequible, que esté abierta a todo tipo de servicios y funcione bien a un precio razonable. Son pocos quienes necesitan una Internet de mayor calidad o mejores prestaciones que las prometidas en los contratos, esos pocos quizá necesiten redes privadas especiales.

Otras cuestiones de Internet son si las condiciones contractuales que ha pactado el usuario se cumplen en todo momento, porque deberían cumplirse, y si se respeta lo que el usuario quiera cargar y descargar bajo su responsabilidad. Como este sector está en plena evolución, es posible que en un futuro próximo los usuarios quieran una Internet de más velocidad para poder ver programas de vídeo, pero me cuesta creer que prefieran tener varias Internet a distinto precio.

¿Es cierto que unos pocos usuarios consumen el ancho de banda de la mayoría?

“Me cuesta creer que los usuarios prefieran tener varias Internet a distinto precio”

No pueden consumir el ancho de banda de la mayoría puesto que tal concepto, “ancho de banda de la mayoría”, no existe. Hay una relación contractual entre el operador de acceso y el usuario que permite a éste, como ejemplo típico de redes fijas hoy en día, descargar a velocidades de seis o diez megabits por segundo durante las 24 horas, todos los días. El usuario está en su derecho si quiere usar esa capacidad los 1.440 minutos del día o sólo a ratos. El operador está obligado a satisfacer tal solicitud. Lo cierto es que, en la actualidad, unos pocos usuarios consumen una parte importante del ancho de banda que han contratado, al menos a ciertas horas, y la mayoría consume bastante menos de lo que han contratado. Los primeros están en su derecho, los segundos también.

¿Cree viable que los proveedores de acceso a la Red pasen a cobrar por megabits consumidos en lugar de una tarifa plana? ¿Se solventaría así el supuesto problema de los usuarios intensivos de quienes tanto se quejan las operadoras?

“El usuario está en su derecho si quiere usar toda su capacidad de conexión los 1.440 minutos del día”

En un mercado con precios liberalizados, sin duda, es formalmente viable, aunque dudo de que sea una medida inteligente desde el punto de vista comercial, al menos en las redes fijas. En los accesos móviles ya se ofrece esa fórmula. Si las redes fijas estuviesen bien dimensionadas, los “heavy users” -los usuarios intensivos- no representarían ningún problema. Recordemos una vez más que cada usuario que se une a Internet paga no sólo el acceso, sino también una cuota aparte para que se amplíe la capacidad de la Red. Muchísimos usuarios utilizan muy poco esa capacidad que han pagado.

En su opinión, ¿cuál es el problema que hace que la banda ancha sea en España más cara que en otros países de similar desarrollo económico?

“Si las redes fijas estuviesen bien dimensionadas, los ‘heavy users’ no representarían ningún problema”

Creo que tiene que ver con el grado y la madurez de la competencia en España. En general, hay baja competencia en redes. Pero donde la hay, como en Asturias y en algunas redes de cable, las estadísticas aguantan sin problemas comparaciones con otros países. La competencia crece entre los operadores principales y la imagen de calidad/precio de los operadores alternativos mejora.

¿Qué consecuencias podría traer que hubiera más empresas que ofrecieran acceso a la Red?

Las consecuencias de una mayor competencia se reflejarían en unos mejores precios y prestaciones. Pero la cuestión no se resuelve sólo porque haya más empresas que faciliten el acceso, sino que también exige que se oferten nuevas fórmulas de acceso. Éste es el caso de la red Asturcon en Asturias. Su efecto competitivo puede ser importante y creo que estas fórmulas no pondrían en juego el intentar cobrar más, sino el satisfacer mejor a su cliente. En otros lugares, se experimentan nuevos tipos de empresas de acceso, incluso con la fórmula de cooperativas. En accesos móviles sería muy conveniente que hubiera más ofertas y que fueran variadas. Incluso, que algún operador se especializase en ofrecer acceso a Internet con movilidad.

¿Por qué ayuntamientos y otros organismos de la Administración no tienen el permiso de la CMT para ofrecer servicios de acceso a sus ciudadanos?

“Las consecuencias de una mayor competencia se reflejarían en unos mejores precios y prestaciones”
¡Quién dijo eso! Claro que pueden tener permiso, incluso la Ley lo prevé y muchos lo han obtenido. Pero han de operar bajo unas reglas concretas que alguna administración local no quiso cumplir y, por ello, se la sancionó -fue el caso del Ayuntamiento de Málaga-. En ocasiones, me pregunto si no habrá un componente demagógico en la pretensión de wifi gratuito de los ayuntamientos. ¿Por qué no ofrecen gratis la recogida de basuras, el agua o el alumbrado, que son servicios más necesarios que el wifi? A mi no me gustaría que mi ayuntamiento me diese nada gratis. Prefiero que me bajen las tasas.

¿Cómo puede afectar a las operadoras de telefonía móvil la llegada de la tecnología LTE?

Supone mucha mayor capacidad y prestaciones en el acceso. Quizá por esa razón se preparan con tiempo e intentan que cambie el modelo de negocio de los pagos por acceso móvil, desde el modelo de pago por llamadas que hemos visto hasta ahora, al de pago por consumo de datos que es probable que veamos en el futuro.

¿Implica LTE la entrada en su mercado de los servicios de voz por protocolo de Internet (VoIP), como Skype u otros?

“A veces me pregunto si no habrá un componente demagógico en la pretensión de wifi gratuito de los ayuntamientos”
Los servicios que menciona pueden funcionar sin problemas con las redes 3G que conocemos, sin esperar a la tecnología LTE. Quizá en redes LTE se ofrezcan más servicios con vídeo, por eso los operadores quieren que las tarifas se adecuen a tiempo al modelo de pago por consumo de datos. Recordemos que en el modelo de VoIP no se paga por sesiones, ni por tiempo de charla ni por distancia. Skype y servicios similares en movilidad pondrán una fuerte presión al precio de la telefonía móvil, y otros como Twitter lo harán sobre los SMS.

¿Cómo se defenderán los operadores de esta presión que comenta, a base de cobrar tributos a Google y otras empresas de Internet como pedía el presidente de Telefónica?

Creo que las redes de transporte y de acceso son negocios bien distintos de los servicios. En mi opinión, hoy en día un operador ha de decidir en qué terreno quiere ser competitivo, para especializarse en él. Puede elegir en redes, en algunos servicios o en ambos. Pero no es eficaz, ni siquiera conveniente, que una parte del negocio subvencione a la otra. Recordemos que en general el negocio de Internet se da entre dos puntos situados en los extremos de la Red: el de producción y el de consumo, y que ambos pagan por el acceso.

“Skype y servicios similares en movilidad pondrán una fuerte presión al precio de la telefonía móvil, y otros como Twitter lo harán sobre los SMS”

Me parece inútil pretender cobrar a los proveedores de servicios por lo que sale en el extremo de terminación, cuando esas empresas ya pagaron en el otro extremo, en el de su acceso a Internet -aunque quizá esté en otro país-. Por tanto, el mejor equilibrio del negocio implica que el tráfico sea simétrico y, para ello, que en nuestro país tengamos proveedores de servicios. Entonces quedará aquí una mayor parte del negocio. Además, de imponerse esos tributos artificiales que se reclaman desde algunos operadores, recaerían al final en el usuario.

Con la globalización de Internet, los operadores que quieran especializarse en servicios han de ser tan buenos e innovadores como los competidores que van a encontrar a lo ancho del mundo. De no ser así, pueden fracasar y perder tiempo y dinero para quedarse en meros operadores de acceso. Este escenario preocupa mucho a los operadores tradicionales y a sus accionistas.

¿Cómo puede afectar al usuario de un teléfono móvil la entrada de servicios de voz IP en este sector?

“El concepto de establecer y terminar una sesión de pago por hablar se acaba”

En el plano económico, le afectará en positivo, en el sentido de que desaparecen las sesiones y, por tanto, no pagará por establecimiento de llamada ni se medirá el tiempo de la conversación. Tampoco pagará por la distancia. En cuanto a prestaciones y nuevos servicios, apuntaré como ejemplo que el usuario podrá indicar en su teléfono si está disponible o no lo está, y lo hará por grupos (amigos, jefes, etc). También podrá gestionar dónde quiere que se termine cada llamada, según quién llame, la hora que sea y si está muy ocupado o no.

¿Pero pagará más o menos en su factura?

Creo que los pagos por tiempo se verán como algo muy antiguo. El concepto de establecer y terminar una sesión de pago por hablar se acaba. En cuanto a la factura, no me atrevo a aventurar nada. Los miembros de mi familia, sumados, dedicamos mucho más dinero que hace unos años a las comunicaciones. También es verdad que disponemos de más servicios. Por eso, es posible que la factura del futuro no sea comparable a la del pasado.

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