Nuevo Renacimiento, un proyecto cultural europeo

El coste de tener todos los archivos culturales europeos digitalizados antes de 2017 podría superar los 100.000 millones de euros
Por Jordi Sabaté 2 de febrero de 2011
Img nuevorenacimiento portada
Imagen: CONSUMER EROSKI

La Unión Europea se debate entre la necesidad de entrar en la era digital con todo su bagaje cultural guardado en servidores de Internet y la inercia de los diferentes Estados miembros -que son los encargados de digitalizar el patrimonio intelectual nacional- a hacer gastos extra en tiempos de profunda crisis. Un reciente grupo de expertos de la Comisión, capitaneado por la vicepresidenta y responsable de la Agenda Digital Europea, Ángeles González-Sinde, como su homólogo francés, Frederic Mitterrand, han declarado repetidas veces que Google pretende establecer un monopolio cultural en Europa con su política de digitalizaciones. El conflicto viene desde la puesta en marcha de Google Print, el primer proyecto de digitalización, hace seis años, y ya el entonces ministro de cultura francés acusó al buscador de invasión cultural.

Transmite la sensación de que la Comisión Europea intenta evitar que Google negocie con los autores sobre la digitalización de sus obras no explotadas

Podría interpretarse que la Comisión Europea intenta evitar que Google negocie con los autores sobre la digitalización de sus obras fuera del circuito comercial y consiga su venta exclusiva con contratos extendidos en el tiempo que limiten su entrada en la biblioteca Europeana. En clave económica, no es exageración decir que se intenta crear un espacio de comercio y explotación europeo donde el beneficio revierta directamente a los ciudadanos de la Unión Europea y no vaya a arcas estadounidenses.

A tal efecto, el Informe tambiénpropone limitar el alcance de los contratos que Google Libros firme con los autores a siete años como máximo. El objetivo, muy loable, es evitar situaciones de abuso de poder y de monopolio por parte de una única empresa, según dice el Informe Nuevo Renacimiento sin citar directamente a Google. El problema es que en ningún momento se hace referencia a la opinión de los autores ni parece que se pida su consentimiento, y mucho menos se aclara si pasados estos siete años perderán los derechos de explotación de su obra en favor de Europeana o los portales públicos de los Estados miembros.

Un impulso hacia la nueva economía digital

Destaca por aspectos muy positivos, como impulsar a las industrias culturales del siglo XX a aceptar la realidad de Internet

El Informe, no obstante, destaca por aspectos muy positivos, como pretender impulsar a las industrias culturales del siglo XX a aceptar la realidad de Internet y sumarse a los nuevos modelos de explotación. Propone una revisión del concepto actual de propiedad intelectual que obre en favor de los usuarios, ya que el acceso a los fondos digitalizados sería abierto y las obras incluidas en ellos quedarían a disposición del público de manera gratuita.

De este modo, se corregirían muchas situaciones actuales donde hay una baja oferta de contenidos en la Red, que se suplen con distribuciones alegales y nocivas para los intereses de empresas como editoriales, casas discográficas, etc., que las tildan de piratería. En el caso de las obras llamadas «huérfanas», es decir, que a pesar de tener Copyright no se puede pactar autor porque ha desaparecido o está ilocalizable, la propuesta de la Comisión pretende dotar de rudimentos jurídicos a los estados para poder negociar su inclusión en los fondos. En la actualidad, tras cinco años sin reclamar sus autores beneficios, estas obras pasan a ser propiedad de las entidades de gestión.

Europeana, la biblioteca que no arranca

Img

Europeana es un proyecto nacido en 2008 con la intención de crear un gran fondo cultural europeo en Internet que sirviera de agregador de los fondos de los respectivos países. De ahí la recomendación que hace el Informe de hacer una segunda copia digital del contenido para Europeana. No ha acabado de cuajar entre los usuarios a pesar de que su crecimiento sigue el ritmo estipulado, con más de quince millones de contenidos ditigalizados y gestionados. El objetivo de estar en pleno funcionamiento en 2010 se ha cumplido, pero la usabilidad del portal dista de ser óptima y no hay demasiadas herramientas para buscar entre su ingente catálogo.

Debido a ello, la experiencia de usuario no es satisfactoria y éste recibe poca información adicional sobre los contenidos que se le ofrecen. Por otro lado, en ocasiones tiene problemas de acceso a los contenidos una vez localizados, ya que su reproducción depende en última instancia del portal del Estado miembro que los haya digitalizado, con lo que su calidad es muy variable. Como síntoma de su baja popularidad se puede citar el número de “amigos” que tiene el portal en Facebook: menos de 4.500 personas entre una población de más de 500 millones de europeos de la Unión.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube