Viajar en autobús

Sus principales ventajas son la disponibilidad horaria, el ahorro y que el coste del billete no varía en temporadas altas y bajas
Por Laura Caorsi 23 de abril de 2011
Img estacion autobus
Imagen: irene

Cuando se comparan varios medios de transporte, el autocar no parte como favorito. Entre los principales inconvenientes, los viajeros señalan que es más lento que el avión, menos cómodo que el tren y tan vulnerable a los atascos como el coche. Y es cierto, aunque hay matices. El tren es cómodo, pero los horarios de salida y llegada muchas veces no se ajustan a la demanda real del público. El avión es rápido, pero exige desplazarse hasta los aeropuertos -que no son céntricos- y presentarse con al menos una hora de antelación. En cuanto al coche y los atascos, es mucho más relajado enfrentarse a ellos como pasajero que como conductor, una opción inviable cuando se tiene que estar al volante.

Los beneficios

El autobús cuenta con varias ventajas que lo convierten en una excelente combinación de calidad y precio. Entre ellas, destacan:

  • La disponibilidad horaria. La frecuencia de viajes es mayor que la de otros medios de transporte. Los horarios de partida y de llegada cubren diversos momentos del día (mañana, tarde y noche) y se incrementan si el origen o el destino son ciudades importantes. Esta característica permite decidir en el último momento cuándo se va a viajar y no alarmarse si se pierde un autobús, ya que casi siempre cabe la posibilidad de montarse en el siguiente.

  • El ahorro. Salvo contadas excepciones, el autobús es más económico que los otros medios de transporte. Comparado con el tren y el avión, el precio de sus billetes puede ser hasta un 50% y un 60% más barato para el mismo trayecto en clase turista. Comparado con el coche, al ahorro de dinero en combustible y peajes hay que añadir el energético. Se calcula que, al viajar en autocar, por cada 100 kilómetros de trayecto se ahorran 8,5 kg de CO2, lo que equivale a calentar 157 cafeteras o tener encendida la televisión durante 197 horas.

  • El precio fijo. A diferencia de lo que ocurre con otros medios de transporte colectivos, las tarifas de los autobuses no varían según la hora, el día de la semana o el mes, de modo que cuesta lo mismo desplazarse un miércoles de noche en pleno invierno que el primer viernes de agosto al mediodía. Las tarifas de los trenes y, sobre todo, las de los aviones están sujetas a la demanda de billetes. Por esta razón, las ofertas y los chollos desaparecen en temporada alta. Para los puentes y las vacaciones, el autobús es la opción más barata, y durante el resto del año se pueden encontrar descuentos en algunas páginas web.

  • La flexibilidad del cupo. Las ofertas de las compañías de autobuses también están ligadas a los momentos de mayor demanda, pero no por los costes de los billetes que venden, sino por la cantidad de plazas que ponen a disposición de los clientes. Ante un aumento reseñable de pasajeros, casi todas las empresas añaden hasta dos y tres vehículos extra para cubrir los tramos horarios más demandados.

  • La comodidad. Esta ventaja se puede medir con diversos parámetros. Uno de ellos es que, en general, las estaciones de autobuses están ubicadas en zonas céntricas de las ciudades, de modo que los pasajeros no tienen que hacer grandes desplazamientos para llegar hasta ellas o enfrentarse a dificultades de transporte una vez que llegan al lugar de destino.

    Además, los autocares ofrecen cada vez más elementos de confort: mejores instalaciones, sistemas de entretenimiento a bordo, paradas en lugares preparados para ofrecer servicios de alimentación y ocio e, incluso, vehículos de gama alta, con conexión inalámbrica a Internet, más espacio para cada pasajero, asientos reclinables con reposapiés, y servicio de comida y bebida durante el trayecto. Por último, muchas compañías brindan la posibilidad de adquirir billetes de ida y vuelta con la vuelta abierta para que los pasajeros no estén ceñidos a un día y una hora concretos.

Consejos prácticos

Los beneficios no son pocos y, una vez que se sopesan, son muchos los turistas que deciden partir hacia su destino de vacaciones en autobús. Eso sí, para evitar disgustos y disfrutar de esos días de descanso, conviene tener en cuenta los siguientes consejos:

Ante la necesidad de anular un viaje, el viajero tiene derecho a la devolución de parte del importe

  • Billetes:
    • Es imprescindible conservarlos hasta el final del trayecto, ya que lo pueden pedir en cualquier momento y será necesario en caso de presentar una reclamación.
    • En ellos deben figurar las fechas de venta y del viaje, el precio, el nombre de la empresa, el trayecto, el coche y el número de asiento.

    • En el precio del billete está incluido el seguro obligatorio de viajeros (SOV), que cubre los posibles daños que puedan ocurrir en un accidente. No obstante, algunas empresas ofrecen seguros adicionales por una pequeña cantidad de dinero.

    • Los billetes se pueden adquirir en el mostrador que la empresa de autobuses tenga en la estación, en una agencia de viajes, por teléfono o por Internet. En el caso de las reservas realizadas por teléfono, algunas compañías exigen la recogida de los billetes con, al menos, un día de antelación a la salida. Cuando se compra por Internet (mediante tarjeta de crédito o PayPal), basta con presentar el localizador al conductor para acceder al autobús.

  • Documentación:

    • Es conveniente solicitar por escrito (o imprimirlos, si se consultan a través de Internet) los itinerarios, los horarios establecidos por las empresas para cada recorrido y el resto de documentación explicativa.
    • Cuando el viajero compra un billete al que se aplica algún descuento o reducción de precio (tercera edad, niños, familia numerosa…), es imprescindible presentar la documentación acreditativa de la misma. También es obligatorio mostrarla en el momento de subir al autobús, si así se lo pide el conductor del mismo y llevarla consigo durante todo el viaje.

    Derechos:

    • El pasajero tiene derecho a exigir que el vehículo esté en las condiciones adecuadas de higiene, seguridad, limpieza y uso, y que el viaje se ajuste a lo contratado en cuanto a vehículo, ruta y horario.

    • Ante la necesidad de anular un viaje, el viajero tiene derecho a la devolución de parte del importe, aunque no en todas las circunstancias. Además, la cantidad varía en función de la antelación con que se avise de la cancelación del viaje.

      • Si se hace con 48 horas de antelación, se devuelve el 90% del importe.
      • Cuando se anula entre 48 horas y 2 horas antes de la salida del autobús, se devuelve el 80%.
      • Devolver un billete en un plazo inferior a dos horas no da derecho a devolución alguna.
    • Si se desea cambiar la fecha, la mayoría de compañías permiten hacerlo sin gasto alguno, pero siempre que se solicite al menos dos horas antes de la salida y siempre que haya plazas disponibles para la nueva fecha deseada.
    • Si el autobús sufriera un retraso que impidiera tomar un enlace o una combinación confirmada, el usuario tendría derecho a solicitar una indemnización por daños y perjuicios.

    • En el caso de que se registrara una avería o cualquier circunstancia que impidiera la realización del viaje, la empresa de transporte está obligada a reparar el vehículo, facilitar otro para completar el viaje o bien correr con los gastos de alojamiento y/o manutención del pasaje hasta que se pueda reanudar el mismo.

    Seguridad:

    • Un conductor no puede pasar más de cuatro horas seguidas al volante (por eso, en los viajes que llevan más tiempo se hace una parada intermedia). Está autorizada la conducción de media hora más si con ella se termina el recorrido completo.

    Equipaje:

    • En los viajes en autobús no está permitido transportar animales dentro del vehículo, a excepción de perros lazarillos (y siempre que estén documentados), que podrán viajar con su dueño sin ningún coste adicional.

    • Cada pasajero puede transportar de manera gratuita 30 kilos (para recorridos nacionales), más el equipaje de mano, que debe consistir en un bulto de pequeñas dimensiones, siempre que el conductor dé su autorización.

    • Transportar algunos objetos, como bicicletas o tablas de surf, conlleva un coste adicional, aunque varía con las empresas. Por ello, es imprescindible consultar antes de presentarse en la terminal.

    • En caso de pérdida o deterioro del equipaje, si no se ha realizado una declaración de valor real, la empresa deberá indemnizar al viajero con una cantidad fija por cada kilo. La reclamación ha de realizarse a la llegada, tras mostrar el billete. En caso de equipaje facturado, también se requerirá el resguardo correspondiente.

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