Problemas que surgen al viajar y cómo solventarlos

Para resolver problemas inesperados en un viaje, servirá de gran ayuda contratar un seguro, comprar con tarjetas de crédito o contar con toda la documentación en regla
Por Pablo Pico Rada 29 de julio de 2012
Img coche taller
Imagen: jeffwilcox

Las vacaciones de verano son uno de los momentos más anhelados durante todo el año, pese a que suponen un importante desembolso para las economías domésticas. La crisis pasa factura y poco más de la mitad de los españoles se irán de vacaciones este año: tal y como refleja un informe del instituto de estudios de mercado Ipsos, solo el 51% viajará en estos meses, frente al 65% que sí lo hicieron en 2011. Por ello, con más motivo aún, conviene estar preparado ante cualquier eventualidad que podría deslucir el esperado viaje: equipajes que no aparecen, vuelos cancelados, una avería en el coche, etc. ¿Cómo solucionar estos problemas? A continuación, se detallan las respuestas para solventarlos.

1. Problemas con el coche

Gran parte de los desplazamientos durante las vacaciones se llevan a cabo por carretera. Antes de emprender el viaje, conviene hacer una revisión exhaustiva del vehículo, solicitar a la aseguradora la Carta Verde para conducir por Europa o el Permiso Internacional de Conducción. Ahora bien, ¿qué ocurre si el coche falla en plena ruta?

  • Seguro obligatorio: la compañía aseguradora del vehículo está a disposición del cliente para estos casos, si bien, en función de la póliza contratada, la cobertura será más o menos amplia. El seguro obligatorio cubre la responsabilidad civil del conductor frente a terceros, pero no los daños personales ni materiales que el conductor o su coche sufran, aunque sí lo hace con el resto de ocupantes. Si no se dispone de ningún tipo de asistencia en carretera, debe contratarse una grúa por teléfono, que llevará el coche al taller que el conductor elija.

  • Seguro a todo riesgo: además de los daños a terceros, incluyen los producidos en el propio vehículo. Cada compañía ofrece distintos servicios, en función del precio, pero por lo general cuentan con asistencia en carretera. Así, en caso de avería, el seguro se encargará de enviar mecánico o grúa, recoger el vehículo y llevarlo a un taller mecánico homologado. Los pasajeros pueden disponer de un vehículo de sustitución, de ambulancia o taxi.

2. Pérdida de maletas, problemas con el equipaje

Un percance habitual en los viajes de vacaciones es la pérdida o daño del equipaje, sobre todo en los viajes en avión y, de manera especial, en trayectos internacionales con compañías low cost.

En primer lugar, hay que acudir al mostrador de la compañía aérea e informar del suceso. Deberá presentarse una reclamación más un parte de irregularidad de equipaje, en un plazo de entre siete a 21 días, en función de si han existido daños o pérdida del mismo. La cuantía máxima que se puede reclamar está en torno a 1.000 euros, pero deberán presentarse los recibos, facturas o tiques para justificar el daño o pérdida.

3. Retraso, cancelación de vuelos y overbooking

El temido overbooking, frecuente durante las vacaciones de verano, se produce en los viajes en avión debido a que las compañías deciden vender más plazas de las disponibles.

Las líneas aéreas deberán, en primer lugar, pedir que se presenten voluntarios que renuncien a sus reservas a cambio de determinados beneficios. Si no se alcanza el número suficiente para permitir el embarque, deberán indemnizar, tal y como exige la normativa europea, a todos aquellos pasajeros con una reserva confirmada.

Antes de viajar, conviene hacer una copia de toda la documentación para usarla en caso de pérdida o robo de los originales

Para reclamar, hay que dirigirse a la compañía aérea o a la agencia de viajes. Se pueden solicitar las hojas de reclamaciones de AENA, elevar una queja ante la Dirección General de Turismo autonómica, o acudir a la Dirección General de Aviación Civil, siendo los tribunales la última opción posible.

En caso de cancelación de un vuelo o de denegación de embarque, los pasajeros tendrán derecho al reembolso del billete en un plazo de siete días, o a un vuelo de vuelta; también a atención (refrescos y comida, alojamiento en un hotel, transporte al lugar de alojamiento, dos llamadas telefónicas); y a una indemnización que oscila entre los 250 euros para vuelos de hasta 1.500 kilómetros y los 600 euros para trayectos de más de 3.500 kilómetros y realizados fuera de la Unión Europea.

En cuanto a los retrasos, el reglamento europeo distingue entre grandes retrasos (dos horas o más: se ofrecerá gratuitamente a los pasajeros, comida y refrescos, y dos llamadas telefónicas); hora de partida prevista para el día siguiente (alojamiento en un hotel y el transporte entre el aeropuerto y el lugar de alojamiento); y retraso de cinco horas como mínimo (reembolso del precio íntegro del billete y vuelo de vuelta).

4. Pérdida o robo de cartera

Antes de viajar, es recomendable realizar una copia de toda la documentación, la cual podrá utilizarse en caso de pérdida o robo de los originales.

El primer paso ante la pérdida o sustracción de la cartera será la notificación inmediata a la entidad financiera, la cual dará de baja las tarjetas. Hay que presentar una denuncia en la comisaria de policía más cercana, máxime si el DNI o el pasaporte también estaban en la cartera. Se debe comprobar el tipo de seguro con el que cuenta el viaje o la tarjeta de crédito, pues es posible que cubran este tipo de sucesos.

Si se encuentra en el extranjero, el primer paso será llamar al consulado, para lo que conviene anotar el teléfono y dirección de la embajada o consulado de España en el país que se propone visitar.

5. Problemas con la reserva

Ante un percance con la reserva, el seguro de la tarjeta de crédito con la que se compró o el seguro de viaje cubrirá esa eventualidad. Son seguros de asistencia que, a menudo, funcionan con eficacia y rapidez.

El cliente tiene derecho a anular una reserva, aunque es probable que no recupere la señal pagada, hacer una reclamación contra el hotel, acudir a la recepción, exponer las quejas o pedir el libro de reclamaciones. La agencia con la que se contrató el viaje es el máximo responsable de que se cumpla el contrato.

6. Enfermedad en el extranjero

Al igual que con la reserva, los seguros de viaje y de la tarjeta cubren este tipo de eventualidades y ofrecen, aunque no en todos los casos, cobertura sanitaria durante el viaje.

También puede contratarse un seguro extra, que cubra vueltas anticipadas o el alojamiento de algún acompañante en caso de hospitalización, entre otros aspectos. Habrá que tener en cuenta las características de la zona que se va a visitar, el tipo de servicio público de salud que presta y su disponibilidad para los turistas, para decantarse por unas mayores o más específicas coberturas. Para evitar problemas, conviene llevar los datos de la póliza, seguros, pasaporte, visados o tarjetas sanitarias.

Si el viaje de vacaciones es por Europa, no se precisa seguro adicional con coberturas sanitarias. Dentro de la UE se ofrece asistencia sanitaria a los residentes en Europa. Aunque no conviene olvidarse la tarjeta sanitaria europea. Fuera del viejo continente, puede contratarse algún extra más completo y específico.

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