Cómo afecta a los pies padecer obesidad en la infancia y qué se puede hacer para evitarlo

El exceso de peso en la infancia puede condicionar la salud locomotora en la edad adulta. Por eso los expertos aconsejan hacer una revisión podológica para corregir las alteraciones de la marcha a tiempo
Por María Huidobro González 20 de noviembre de 2025
pies obesidad niños
La obesidad infantil sigue siendo un problema de primer orden en nuestro país, con múltiples causas y efectos en la salud física y emocional de los menores. A pesar de que se están dando pasos en positivo, y las cifras oficiales así lo reflejan, esta “epidemia” deja huella precisamente en los pies de nuestros niños y niñas y, en consecuencia, en su desarrollo musculoesquelético. Estudios recientes alertan de los problemas que ocasiona el exceso de peso en los pies de la infancia. Te contamos cuáles son y qué se puede hacer para prevenirlos.

📌 Ya estamos en WhatsApp Telegram. ¡Entra y síguenos!

En España el 38,4 % de los menores de entre 6 y 9 años presenta exceso de peso, y un 17,6 % vive con obesidad, según la última edición de la Iniciativa Europea de Vigilancia de la Obesidad Infantil (COSI). Estos datos, publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que corresponden a los años 2020-2024, suponen cierta mejoría con respecto a la ronda anterior, sobre todo en el caso del exceso de peso, que cayó 5,2 puntos porcentuales en niñas y 2,6 puntos en niños.

Por tanto, la situación sigue preocupando. Y es que los chicos y chicas que sufren obesidad infantil tienen más problemas de salud especialmente a partir de los seis años y de forma más intensa en la adolescencia, como recoge un informe reciente del Ministerio de Sanidad realizado a partir de los datos clínicos de más de 237.000 niños y niñas menores de 14 años recogidos por profesionales de atención primaria y registrados en la Base de Datos Clínicos de Atención Primaria (BDCAP).

Problemas en el aparato locomotor y pies de los menores con obesidad

Con respecto a los menores con peso normativo, en estos peques con obesidad se detecta una mayor frecuencia de hipertensión, hígado graso o asma, entre otras afecciones. Además, hay una prevalencia mayor de problemas de salud mental, como depresión, ansiedad o trastornos de la personalidad.

En lo que se refiere al aparato locomotor, a esas edades destacan problemas como esguinces (casi el doble) y osteocondrosis —necrosis y degeneración de los huesos y cartílagos— (un 40 % más).  Además, desde los 4 años, se registran deformidades adquiridas de los miembros inferiores entre un 30 % y 50 % más, según la edad.

También en la preadolescencia con obesidad se contabilizan un 30 % más de signos y síntomas locomotores como dolores musculoesqueléticos. En ese sentido, una investigación clínica (2020) llevada a cabo en Málaga con 150 niños de 9 a 12 años advierte que el 38 % de los chavales con sobrepeso u obesidad padece dolores en las piernas y los pies: el 27,3% experimenta dolor en una o varias zonas de las extremidades inferiores, mientras que el 10,7 % lo sufre solo en los pies. De hecho, hay mayor riesgo de problemas como metatarsalgia, fascitis plantar y dolor de talón.

Y en el área dermatológica, el informe de los centros de salud comenta que son más frecuentes afecciones en los dedos de los pies como la uña encarnada, que lo es en un 60 % más a los 12 y 14 años.

Qué pasa en los pies de la infancia con obesidad  

vuelta al cole solos
Imagen: RDNE Stock project

Estos datos confirman lo que los podólogos no dejan de repetir: la obesidad infantil afecta a la forma de andar y la fisonomía del pie de los niños y niñas. Los especialistas recuerdan que a partir de los 6,5 kilos de más es común que se produzca un descenso del arco longitudinal interno del pie o inflamación de la fisis (cartílago de crecimiento) de los huesos del talón.

Pero no solo eso. Todo esto influye en el desarrollo de su sistema musculoesquelético y su salud futura. “Lo más preocupante es comprobar que el exceso de peso afecta a la forma de caminar desde edades muy tempranas. Esto puede tener consecuencias en el desarrollo motor y aumentar el riesgo de lesiones o dolores crónicos en el futuro”, advierte la podóloga Cristina Molina, de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM).

Molina ha liderado un estudio con 196 menores de entre 5 y 10 años de edad, que encontró diferencias significativas en la marcha, la postura y las características del pie entre peques con problemas de peso y sin ellos:

  • Los niños y niñas con obesidad tienen hasta un 40 % más de presión plantar en la zona del mediopié, lo que supone una mayor sobrecarga en las articulaciones.
  • Invierten más tiempo en cada fase del paso (unos 45 milisegundos más), lo que deriva en una marcha más lenta.
  • Muestran mejor estabilidad estática y mayor fuerza en los pies, aunque el equipo investigador no considera que sea un beneficio, sino la compensación para soportar la sobrecarga.
  • ¿Mayor riesgo de pie plano? “El exceso de tejido adiposo en el arco medial puede dar la falsa impresión de pie plano en huellas plantares, pero nuestros datos no lo confirman. Es necesario utilizar herramientas diagnósticas más precisas”, señala la especialista.

👣 Variables de la marcha

La investigación, cuyo resumen ha sido publicado en la ‘Revista Española de Podología’ del Consejo General de Podología de España, es la primera en España que explora de manera integral la relación entre obesidad infantil y variables de la marcha. Para ello, ha incluido parámetros como el ángulo de Fick (que mide la angulación natural de los pies hacia fuera al caminar), la pronación y supinación (rotación del pie hacia dentro o hacia fuera al apoyarlo durante la marcha) o la baropodometría (estudio de la distribución del peso sobre las plantas de los pies).

Cómo detectar problemas en los pies por obesidad infantil

Una marcha alterada de pequeños puede afectar al equilibrio y la postura y condicionar la salud locomotora de mayores, con problemas sobre todo en las piernas y la espalda. Así que resulta vital para padres y cuidadores de menores con obesidad estar pendientes de estas señales de alerta que comenta la experta para poner remedio cuanto antes:

  • Torpeza al caminar
  • Posturas extrañas al andar
  • Desgaste anómalo del calzado
  • Dolor en los pies, sobre todo en el talón
  • Fatiga

Si notas que tu hijo presenta alguno de estos síntomas, coméntalo con el pediatra. Una revisión podológica será clave para detectar y corregir a tiempo estas alteraciones. Porque no son solo problemas podológicos.

A estas edades, las molestias y dificultades para caminar pueden tener repercusiones en su salud mental. Es posible que vean minada su autoestima y tiendan a evitar actividades físicas, optando por un estilo de vida sedentario que deteriora su salud y sus relaciones sociales. “Estos niños son más susceptibles a sufrir burlas en el entorno escolar si su forma de caminar es distinta o tienen dificultad para seguir el ritmo, lo que puede generar inseguridad o avergonzarles y derivar en conductas sedentarias o en aislamiento, lo cual agrava el problema”, señala Cristina Molina.

Cómo prevenir estos problemas en los pies

Por tanto, para prevenir estos dolores y molestias en la infancia con obesidad, es fundamental seguir hábitos de vida que se basen en alimentación saludable y actividad física adaptada, además de revisiones podológicas periódicas con estudios biomecánicos del pie incluidos.

Los expertos sostienen que es importante el uso de calzado adecuado. Desde el Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía (COPOAN) recomiendan zapatos con horma amplia, suela fina y flexible y sin contrafuerte. Molina añade que, en algunos casos, es necesario poner plantillas a medida (órtesis plantares personalizadas).

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube