Los ojos saltones y la gran boca que ocupa prácticamente la mitad de su cuerpo son los rasgos que le dan un aspecto inconfundible y hace que se le conozca a este pez con el nombre de sapo.
El rape es un pescado blanco, con proteínas de calidad, por lo que si se cocina sin exceso de grasas y salsas calóricas, es un pescado idóneo en las dietas de control de peso. Su particular sabor y su textura convierten al rape en un pescado de calidad, que resulta delicioso preparado de la manera más sencilla; a la plancha, asado al horno, al vapor…, y disfrutar así de su delicioso sabor. Son muchos los alimentos que encajen con el sabor del rape, por lo que a la hora de cocinarlo se puede acompañar de prácticamente cualquier guarnición, obteniendo platos sorprendentes y muy apetecibles.
La parte del rape más sobresaliente en gastronomía por su calidad son las colas de rape. Innumerables recetas se pueden elaborar con ellas; con gambas, con almendras, al jerez, a las finas hierbas… Además, el rape puede emplearse para elaborar platos más propios de ocasiones especiales como la crema de rape o el cóctel de rape y langostinos. Dos platos para quedar muy bien a la altura en cualquier situación.
